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46 LOS FREGILINOS Ó CORACOS
bre costumbres de animales casi siempre resultan exactos, por
extraños que parezcan á primera vista. >
LOS GÓRYIDOS-CORYID^
CARACTERES. — Los pájaros que mas afinidad tienen
con las aves del paraíso son los corridos. Su estructura es robusta
y vigorosa; su pico, relativamente grande, es fuerte y
ligeramente corvo, ya todo él, ya solo en la arista superior;
á veces presenta el corte una ligera escotadura cerca de la
punta de la mandíbula superior que sobresale de la inferior;
la base del pico está circuida de cerdas que cubren las fosas
nasales; las patas son grandes y robustas; las alas medianas
y por lo regular redondeadas; la longitud de la cola es variable,
y su extremo, ya recto, ya escalonado. El plumaje es
espeso, de color uniforme ó abigarrado.
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA. —Los córvidos, de
los cuales se conocen unas doscientas especies, habitan todas
las partes de la tierra, en todas las latitudes y alturas: ricamente
representados en la zona tropical, abundan también
en la templada; pero su número se reduce bastante en las
regiones glaciales.
Usos, COSTUMBHES Y RÉGIMEN. — La mayor
parte de estas aves son sedentarias, pues permanecen todo
el año en el mismo punto ó se limitan á recorrer espacios
bastante reducidos. Hay no obstante algunas que emigran,
aunque no muy lejos; abandonan nuestros países para dirigirse
al mediodía de Europa ó al norte de África; y otras se
alejan de las montañas á la llegada del invierno para bajar
á los valles. Excepto el canto, los córvidos reúnen todas las
cualidades que hemos reconocido en las demás familias de
este orden: andan bien; vuelan con facilidad durante mucho
tiempo y con bastante rapidez; sus sentidos están igualmente
desarrollados, poco mas ó menos; su olfato es muy sutil; y
por lo que hace á la inteligencia no les aventaja ninguna
otra especie de su orden ni acaso de ningún otro tampoco.
Gracias á sus facultades intelectuales viven sin apuro y saben
aprovechar todo lo que encuentran, pyor cuya razón desempeñan
en todas partes un pap)el importante en la economía
de la naturaleza. Son omnívoros en toda la acepción
de la palabra y de consiguiente tan perjudiciales como útiles
según las circunstancias. Emplazan su nido voluminoso, á
veces cubierto, en árboles ó riscos, y aun en grietas y agujeros
de estos últimos. La puesta es numerosa y los huevos
abigarrados, cubriéndolos los padres con gran solicitud, como
lo hacen también todos los cuervos, que pueden calificarse
como modelos de padres fieles, á despecho de las calumnias
que se han hecho con el tiempo proverbiales.
LOS FREGILINOS Ó CORACOS—
FREGILINvE
CARACTERES. — Los coracos son córvidos de formas
esbeltas, largas alas, cola corta, pico puntiagudo, y ligeramente
encorvado, de color vivo lo mismo que las patas que
son esbeltas; el plumaje es negro y brillante, con viso metálico.
EL FREGILO ALPINO —FREGILUS GRACULUS
CARACTERES.— Distingüese esta especie por su pico
largo, delgado, arqueado y de un magnífico color rojo de
coral al igual de las patas, medianamente altas, y de los dedos
que son cortos.
El ojo es pardo oscuro, y el plumaje de un negro verdoso
ó azulado, uniforme y reluciente. Su longitud es de 0",4o, el
ancho total 0°,82, la del ala plegada O ",27 y la de la cola
o^is (fig. 28).
La hembra casi es del mismo tamaño que el macho ni difiere
de él por su aspecto; los pequeños tienen el plumaje
menos brillante, y el pico y las patas negruzcas. Algunos meses
después de haber comenzado á volar, se verifica la primera
muda y se parecen del todo á los padres.
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA.—Esta ave en todos
conceptos notable habita toda la cordillera de los Alpes, los
Cárpatos, los Balkanes, los Pirineos, casi todas las montañas
de España, una parte de las de Inglaterra y de Escocia y todas
las del Asia, desde el Ural y el Cáucaso hasta la China
y el Himalaya, así como las Canarias, el Atlas y las cumbres
mas elevadas de Abisinia. Es rara en los Alpes suizos, y muy
común, por el contrario, en varios puntos de España.
USOS, COSTUMBRES Y RÉGIMEN.—El fregilo alpino
establece su morada en altitudes diversas, según los
países donde se halla. En los Alpes suizos solo habita en
las altas regiones, inmediatamente debajo de la zona de las
nieves y sube hasta las cimas mas elevadas: en España se la
encuentra ya sobre paredes de roca á 200 ó 300 metros sobre
el nivel del mar. En los Alpes Réticos anidaba hace cincuenta
años en los campanarios y entre las vigas de los
tejados de los últimos pueblos que se encuentran en las
montañas, mientras que ahora ha tenido que retirarse á las
peñas y riscos solitarios á consecuencia de las mejoras y renovaciones
hechas en aquellos. No pasa el invierno en las
regiones mas altas, sino que se aloja en paredes de roca situadas
mas abajo ó se traslada del todo á países mas meridionales,
que es cuando se presenta en bandadas de cuatrocientos
á seiscientos individuos cerca de los hospicios de los
Alpes. Stoecker recibió sin embargo un fregilo alpino en invierno,
muerto en uno de los valles mas elevados de Suiza.
En España, y acaso en todos los países del sur, el fregilo
alpino-es un ave sedentaria, y á lo sumo, errante; sus viajes
se reducen á dejar las alturas en invierno para bajar el valle.
Solo alguna que otra vez visita los llanos y hasta las tierras de
colinas, pero la vi sin embargo una vez en invierno en las
viñas mas arriba de Maguncia. Según mis propias observaciones,
este fregilo se asemeja mucho á las chovas (monedula
turrium), si bien vuela con mas facilidad y gracia y es mucho
mas cauteloso. Cuando se recorren las montañas de los reinos
de Murcia y Andalucía se oyen con frecuencia mil gritos que
proceden de una pared de roca; á primera vista podrían creerse
chovas, pero bien pronto se remonta la bandada por los
aires, y se reconocen los fregilos por su rápido y ligero vuelo,
así como por el color rojo brillante de su pico. Obsérvase que
estas aves llegan con regularidad á ciertos y determinados
puntos, y los abandonan igualmente en horas fijas. Comienzan
á buscar su alimento muy de mañana; vuelan al sitio que
eligieron á eso de las nueve; descansan un momento, van á
beber, aléjanse otra vez en busca de su pasto, y regresan á
las rocas cuando el calor es mas fuerte. Permanecen ocultas
en las grietas, observan atentamente los alrededores, y cuando
divisan algo sospechoso, dejan oir sus gritos. Si aparece un
ave de rapiña, persigúela toda la bandada acometiéndola con
valor; siquiera procedan de muy distinto modo, según sea el
adversario. Huyen del seudaeto (águila) Bonelli, ó se introducen
en lo mas profundo de las grietas, al paso que no les
inspira el menor temor el gipaeto barbudo, pues ya saben que
es un buitre poco peligroso. Por la tarde toman los fregilos
su último alimento del día; hacia la puesta del sol van á beber,
y vuelven todos juntos á pasar la noche en las rocas que
frecuentan.
Es bastante singular que el fregilo común no habite sino