PASERINOS—PASSERiN - citaREA

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viva en su país, y que la he criado, me seduce mucho mas, y creo que ningún ave de América puede igualarla en belleza. Sus formas, llenas y redondeadas, indican que no hay en ella pesadez; el cuello y la cola son largos; su cabeza pequeña, y las plumas que le sirven de adorno, se inclinan suavemente, comunicando al ave incomparable gracia. Su andar es ligero y fácil: el macho es magnífico cuando anda majestuosamente con la cabeza levantada, brillantes los ojos y agitando el copete; también es agradable verla subir al tronco de un árbol derribado, debajo del cual se oculta su familia. Es á la vez valerosa, hábil y resuelta, aunque carece de medios de ejecución. s> Hacia fines de junio fué cuando llegué á la provincia de Arizona, punto á donde iba destinado: allí supe muy pronto que las codornices de casco eran muy comunes; en mi primera cacería encontré una pollada nueva; pero todos sus individuos huyeron, ocultándose tan perfectamente, que no pude coger uno solo. Recuerdo que las confundí entonces con la codorniz de montaña (oreortyx pictus), extrañándome encontrar pollos en estación tan avanzada; para las codornices de casco era, por el contrario, muy atrasada, pues en el mes de agosto encontré aun varias polladas que solo contaban algunos días. Al año siguiente observé que estas aves se apareaban á fines de abril; y á principios de junio vi los primeros pollos. El período del celo dura por lo tanto desde el mes de mayo al de agosto, y es probable que el ave anide dos veces al año, ó acaso tres. Las polladas mas numerosas que yo vi constaban de quince á veinte individuos, y las mas reducidas de seis á siete. El i.° de octubre hallé todavía pequeños que solo tenían la mitad de su tamaño; pero los mas alcanzaban casi el de sus padres, y volaban Jo bastante para que un honrado cazador no tuviese á menos tirarles. »Mientras los pollos necesitan del macho y la hembra, permanecen con ellos; si la familia se ve amenazada, huye cada cual por su lado, ocúltase en sitio conveniente, y es difícil obligarla á salir. En el caso de conseguirlo, vuelan todos en masa compacta, aunque solo para posarse pronto en la rama inferior de algún árbol, en un matorral ó en tierra. Allí permanecen tranquilos, agrupados algunas veces; y creyéndose bien ocultos, permiten al cazador acercarse á la dis tancia de pocos pasos. Mas tarde, cuando los pollos llegan á su mayor crecimiento, son mas prudentes, y no es fácil aproximárseles. Reconócese su presencia por un breve grito que repiten dos ó tres veces, al que sucede un rumor en las hojas secas, producido por la familia, que huye corriendo; después de dar alguno» pasos, remóntanse ruidosamente, y cada individuo se va por su lado en busca de un refugio. >1AS codornices de casco habitan todas las localidades, excepto los grandes bosques de coniferas; prefieren, sin embargo, los espesos jarales, y sobre todo los sauces que crecen á orilla de las corrientes. Véselas lo mismo en las breñas que en los flancos cortados de las montañas ó en las llanuras ári das; como yo las encontré por todas partes, no podría decir á punto fijo qué localidad prefieren. > La codorniz de casco se alimenta principalmente, lo mismo que sus congéneres, de granos y frutos, mas no desprecia los insectos. Come granos y bayas de toda especie, uvas, langostas, coleópteros, moscas y otros insectos. De todo se encuentra en su buche; y cuando la provincia de Arizona esté cultivada, el ave se alimentará indudablemente de trigo, cen teño y otros cereales. En la primavera parece aficionada á los tallos de sauce, adquiriendo entonces su carne un sabor amargo. » He oido á esta codorniz producir tres gritos distintos: el primero es el de llamada y sirve para reunir á la familia ó advertirle el riesgo; es un sonido sencillo, claro, bastante LOS LOFORTIX 259 armonioso, que repite el ave varias veces: se expresa por tsching tsching. El segundo se reduce á un silbido muy claro, que se puede traducir por kiling: se oye princijmlmente en el período del celo; el macho le produce para cautivar á su hembra. El tercero es un grito muy sordo, que en mi concepto no emite sino cuando su compañera cubre ó conduce á los pollos; se percibe con mas frecuencia á la hora de salir y ponerse el sol. El macho se sitúa entonces en ia copa de una encina ó de un sauce, alarga el cuello, deja pendientes las alas, y lanza al aire sus gritos roncos y fuertes. » El gracioso copete, el mas bonito adorno de esta ave, se desarrolla muy pronto, pues se nota ya en los pollos que solo cuentan algunos días, pero solo se compone de tres ó cuatro plumas pardas mas bien que negras, rectas y no ensanchadas en la punta. Hasta que la codorniz puede volar, no se incli nan hacia adelante: su número varía mucho; á veces no hay mas que una sola; pero con mas frecuencia se cuentan de ocho á diez. »Inmediatamente después del apareamiento ocurre la muda, que se verifica poco á poco; raras veces he matado individuos que no pudiesen disecarse; hasta las plumas del copete caen sucesivamente, y casi nunca se encuentran des provistos de él por completo.» CAZA. — «La codorniz de casco es mas difícil de cazar que el colín de Virginia: no se levanta bruscamente, ni vuela con mas ligereza que este; pero cuando una familia se ha femontado y se consigue matar uno ó dos individuos, es ya casi imposible hacer fuego otra vez, pues ya no se detiene. Si estas aves se posan asustadas, sin volar de nuevo, ó bien si corren con toda la ligereza posible, no se las encuentra sino á una gran distancia del sitio donde tomaron tierra. Con sus movimientos fatigan, no solo al cazador, sino también á los perros, tanto que los mejores no son en este caso de mucha utilidad. Cierto que muchas veces se puede tirar á un individuo á la carrera; pero un cazador digno de este nombre no querría seguramente apelar á semejante medio. El vuelo de esta ave es rápido; pero siempre en línea recta, y por consiguiente todo buen tirador le puede tocar con facilidad. En 1852, el señor Deschamps llevó á Francia seis parejas del lofortix de California; al año siguiente se reprodujeron, y mas tarde se intentó repetidas veces aclimatar la graciosa ave en el país, pero sin obtener resultados satisfactorios. En Alemania se han hecho también pruebas y tampoco se consiguió el objeto. Los informes de los diversos ornitólogos que me hablaron sobre el asunto son en parte desfavorables, mas aun estoy en la persuasión de que se logrará aclimatar esta bonita ave en nuestros países, aunque para ello es preciso ante todo que las pruebas se hagan por hombres expertos, en sitios favorables y con la suficiente constancia. En general no puede esperarse un buen éxito sino en las regiones donde los faisanes prosperan sin ayuda esencial del hombre. Deben elegirse bosques de vegetación variada, con espesuras mas ó menos inaccesibles de maleza espinosa, sauces, yerbas altas y beju cos; no existiendo estas condiciones, los lofortix se escapan tan pronto como pueden. No aconsejaré comenzar la prueba de la aclimatación con pocas parejas; no puede esperarse un éxito satisfactorio sino cuando en un dominio se introduzca al mismo tiempo un número considerable de estas aves exóticas. Se me ha dicho que seis ú ocho parejas bastaban para poblar en un verano un corral, pero que de los adultos y po Iluelos quedaban pocos individuos al año siguiente. Quien recuerde que aun después de un año propicio para la cria de las perdices no se puebla en demasía un distrito de caza; y si se tiene en cuenta que muchas de las perdices propias de nuestras regiones perecen por el rigor del frió ó entre las garras de los carniceros, no extrañará semejante resultado. En
Uto LOS TURNICinoS mi opinión, debería empezarse por lo menos con cuarenta parejas, y aun seria mejor destinar de cincuenta á ciento; y no dudo que entonces se obtendría buen éxito en un sitio favorable. Cuando el número de parejas sea reducido convendrá construir en e! respectivo bosque pajareras sencillas, pero espaciosas; se ha de obligar á las aves á empollar en ellas y no se las debe dejar en libertad hasta que los polluelos puedan volar; pero mejor será en todo caso poner en la primavera muchas parejas en un corral bien cercado abandonán (••jg 133.—EL LOF
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dos, y busca en los estanques y cha
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las miradas del hombre; procura lla
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decir en agosto, empieza á vagar p
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LOS AIX Un trabajador refirió á W
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verde, de brillo metálico, limitad
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ees puntiagudas; el plumaje espeso,
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todo el otoño; y los cazadores se
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lancas, excepto la ultima (jue es d
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íos descubiertos, los cuales no ab
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huevos bastante pequeños, de unos
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Usos, COSTUMBRKS Y RÉGIMEN.— Cua
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pone sobre los que halla en el prim
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guna cosa al agua, acuden al punto
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un ligero viso sonrosado; las punta
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innato de las golondrinas de mar, y
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en las barbas exteriores. Los ojos
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una pequeña excavación, poco prof
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pié y medio debajo de la superfici
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ancha faja blanca junto á la punta
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Alemania; pero el progreso de los d
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Hadas de negro. Esta ave tiene ir,4
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ojos son de un pardo claro; el pico
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Su voracidad está en relación con
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lado del pico, cerca de la base, en
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preciso echar una cuerda bastante l
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EL PROCELARIO GLACIAL—PROCELLARIA
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membranas natatorias completas; el
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tan pronto como le lancé por los a
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fímilia de este drden es realmente
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de alguna espesura, al paso que eli
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doce pennas; los pies, cortos y rob
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las aguas desde los 15* de latitud
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astutos, aunque también pendencier
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6 menos como las ranas, sumérgense
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mastoideas presentan poco desarroll
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«Solo se encuentran nidos, dice el
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LOS PODICÍPEDOS 553 do, en forma d
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necer en la ribera, cerca de los bo
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clones muy rápidas y cortas, produ
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LOS coLiMninos fundamente, que solo
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egularidad hacia los países mas me
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aves; cada cual se cuida solo de s
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durante el dia nada y se sumerge co
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SU desarrollo, dirigiéndose entonc
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cindiendo de las demás comenzaron
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lia está representado por los eudi
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Abubilla vulgar 141 Acrilios 290. A
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