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PASERINOS—PASSERiN - citaREA

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LOS AVESTKUCES 3'9<br />

vimos la satisfacción de contar nada menos que once avesmenzó á despojar de las plumas á sus cautivos, y las de cada<br />

truces pequeños salidos del cascaron; dos huevos hablan sido macho le valieron nada menos que ocho libras esterlinas al<br />

desechados por los padres la noche anterior, sin que supié­ año. Esto fué el principio de la cria de avestruces, floreciente<br />

ramos por qué. Contando desde el dia en que el macho se ahora en toda la tierra del Cabo. Según la estadística hecha<br />

encargó de la incubación, solo hablan pasado cuarenta y en 1865 en las colonias, no habia mas que ochenta avestru­<br />

cinco.<br />

ces cautivos; diez años mas tarde, es decir en 1875, este nú­<br />

»A la mañana siguiente toda la familia abandonó el nido mero se habia elevado á mas de treinta y dos mil, y actual­<br />

para correr por el parque. Ambos padres conduelan sus himente la cria de avestruces constituye uno de los ramos<br />

juelos, pero el macho parecía mas solícito que la hembra. industriales mas importantes de toda el África del sur, po­<br />

A pesar de que los pollos eran ya bastante fuertes, daban sin blada de europeos.<br />

embargo frecuentes volteretas en los montecillos de arena; Para criar avestruces comiénzase por elegir una extensa<br />

uno de ellos se quedaba siempre detrás y caia muy á menu­ superficie en que el suelo contenga cal, y rodéase de una<br />

do. Creyendo que su estado débil no le permitía vivir con cerca compuesta de piedras ó de alambre de hierro; en esta<br />

los otros, intenté cogerle á través de la cerca, pero lejos de superficie se siembra la alfalfa, y si el terreno reúne todas las<br />

conseguirlo víme obligado á emprender la fuga, porque el condiciones necesarias, déjase á los avestruces tan libres<br />

macho se precipitó con tal furia sobre mí, que temí que con como sea posible. En otros sitios se ha de proporcionarles<br />

sus bruscos movimientos acabara por pisar á sus propios hi­ un alimento artificial, que á veces se mezcla con huesos majuelos.<br />

Algunas horas después murió el avestruz débil y la chacados y caliza. Cuando el espacio es bastante grande se<br />

familia quedó reducida á diez individuos.<br />

deja á las aves mismas cubrir; en caso contrario sepáranse<br />

» Desde el momento en que los pollos salieron del casca al menos las parejas adultas ó los machos y hembras que se<br />

ron, y aunque sabia que no necesitaban alimento inmediata­ muestran inclinados á cubrir; recógense los huevos puestos<br />

mente, habia puesto á su disposición una mezcla de lechuga, por estas últimas y se ponen á incubar en unas máquinas<br />

huevos duros picados y miga de pan, pero durante algunos construidas al efecto para esta cria.<br />

días la despreciaron. Los pollos revolvían como el macho la Los avestruces obtenidos de esta manera exigen en los<br />

arena, y con gran sorpresa mia precipitábanse con avidez so­ primeros días el mismo cuidado que los polluelos sin madre,<br />

bre los excrementos de los padres. Poco después, cuando pero familiarízanse con el hombre mas fácilmente que los<br />

hubieron tomado el gusto á la verdura, fué necesario distri­ obtenidos por la incubación de sus propios padres; y después<br />

buirles varias veces la ración; pero nunca parecían comer déjanse conducir por muchachos indígenas. Cuando llegan á<br />

con mucho afán los huevos duros. Pasados algunos días ma la edad adulta no se oponen tampoco á ser montados por<br />

nifestóse su preferencia por las hojas enteras de hortaliza, lo pastores para ir al pasto, y se les puede utilizar también de<br />

cual no impedia que siguiesen picoteando en la arena, como este modo fuera de los terrenos con cerca. Algunos colonos<br />

lo hacen los adultos. No he observado nunca que el macho afortunados que han adquirido la experiencia necesaria pre­<br />

y la hembra cuiden á los pollos tanto como la gallina, ni los fieren la incubación artificial á la natural, y crian actualmen­<br />

llaman para mostrarles el alimento; antes por el contrario, te, no solo para si mismos, sino también para la venta, ase­<br />

cuando se les da la ración, toman la mayor parte, sin atengurando que estos individuos se parecen en un todo á los<br />

der á su progenie: si prescindimos del hecho de cobijar bajo individuos criados por los propios padres.<br />

las alas á sus hijuelos durante la noche y á veces de dia, Cada ocho meses se arrancan las plumas á los avestruces<br />

podemos decir que macho y hembra no se cuidan de su jo­ adultos. Antes de haberse hecho las observaciones suficienven<br />

familia. Sorprendíanos el rápido desarrollo de los avestes se arrancaban sencillamente, encerrando la bandada en<br />

truces pequeños: al cabo de un mes ya tenían el aspecto de un reducido espacio para que no pudiese oponer resistencia;<br />

una avutarda; el cuello estaba desarrollado; el cuerpo habia pero esta operación violenta para obtener las plumas recien<br />

crecido considerablemente y ya revestían su plumaje.» desarrolladas produjo á menudo resultados desfavorables y<br />

Suquet cita como hecho notable el caso de que los dos hasta la muerte. Hé aquí porqué se prefiere ahora cortarlas<br />

huevos que algunos días antes de salir los polluelos del cas­ todas cerca de la piel, extrayendo al cabo de seis semanas<br />

caron habían sido arrojados fuera del nido, quedando doce los restos de los cañones que aun no han caído. Fácil es<br />

días en la arena sin que el ave los cubriese, contenian dos comprender que no deben quitarse las plumas á los indivi­<br />

embriones completamente desarrollados que aun daban señaduos destinados para la cria; pero todos los demás, incluso<br />

les de vida. « Por eso debo creer, dice el citado observador, las hembras, sufren en los citados plazos la misma suerte,<br />

que los pollos hubieran salido de estos huevos por la vía na­ puesto que se han descubierto los medios para desteñir totural<br />

si no los hubiese roto, y esto me parece en efecto una das las plumas y darlas un color cualquiera. A consecuencia<br />

prueba de la posibilidad de la incubación por el sol, tantas de la producción en gran escala, el precio de las plumas<br />

veces negada. Durante los doce días el calor fué muy fuerte buenas baja todos los años mas y mas ¡ pero en cambio se<br />

y semejante al del África septentrional. ><br />

pueden satisfacer los pedidos, que también van aumentando,<br />

Los buenos resultados obtenidos por Suquet excitaron á sin exponerse al peligro de exterminar la especie por una<br />

seguir el ejemplo. Bouteille crió avestruces en Grenoble y caza irracional<br />

Graells en Madrid; en algunos jardines zoológicos, por ejem­ CAZA. — En toda el África se cazan los avestruces con<br />

plo en Berlín, estas aves ponían huevos y los cubrían, resul­ empeño. Para el beduino, esta caza es una de las mas nobles<br />

tado de mucha importancia para la tierra del Cabo. Aquí se diversiones, y precisamente encuentra el encanto en las di­<br />

acostumbraba ya desde hacia mucho tiempo á tener avestruficultades que se presentan. Los árabes del nordeste de Áfrices<br />

en los gallineros de las quintas, utilizándose algunos ca saben distinguir perfectamente los avestruces según su<br />

como anímales de tiro ó de montar; y aquí fué también don­ edad y sexo: llaman al macho adulto edlim^ es decir, el nede<br />

los aficionados se decidieron á criar estas aves en gran gro oscuro; y á la hembra ribída, ó el gris. Como el objeto<br />

escala. En 1865 se tuvieron en la tierra del Cabo los prime­ principal de esta cacería es apoderarse de las plumas, solo<br />

ros avestruces cautivos, y cuatro años después, una segunda persiguen al edlim; pero por lo mismo entorpecen mucho la<br />

cria dio muy buen resultado. Una persona que poseía vein­ reproducción de la especie. Según los relatos de Tristram,.<br />

tinueve individuos, quince de los cuales eran machos, co­ en el norte del Sahara se caza el avestruz lo mismo que en

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