PASERINOS—PASSERiN - citaREA

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aseguran que en este concepto aventaja hasta á los loros.
Repite palabras y frases enteras; aprende á silbar varios aires,
sin tener ninguno de los defectos de aquellos.
No todos los eulábidos tienen iguales facultades: he conocido
algunos que en efecto charlaban de la manera mas
graciosa, sin cansarse nunca; pero los mas gritaban al princi
pió del modo mas desagradable, guardando después silencio;
comían continuamente, convirtiéndose asi en verdaderas
masas de gordura, y á consecuencia de esto perecían al fin.
Eran pendencieros con otros pájaros; maltrataban á sus compañeros
de jaula, y ensuciaban esta de una manera asquerosa,
fastidiando así al mas aficionado á cuidarlos.
EL GRAJO CORONADO-GRACULA CORONATA
CARACTERES. — El macho adulto tiene la parte superior
de la cabeza y de la nuca de color amarillo brillante, así
como la barba y una mancha que adorna el centro de alguna
de las rémiges primarías de las alas. Al rededor del
ojo hay un ancho círculo desnudo; la cola, cuyo extremo
parece cortado con unas tijeras, tiene un tinte verde muy os
curo que es también el que predomina en el cuerpo, y á
cierta luz presenta visos azulados ó de un negro intenso.
Los tarsos son robustos, lo mismo que los dedos, y las uñas
sólidas y prolongadas; el pico, mas ancho en su centro que
en la base, se encorva ligeramente en su extremidad (fig. 18).
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA. — Habita los mismos
países que el anterior.
Usos, COSTUMHRES Y RÉGIMEN. — Frecuenta
los cañaverales de mucha espesura, donde crecen algunos
árboles, en cuya copa le gusta posarse después de haber
buscado su alimento. No es nada tímido, pues se acerca á
las casas y jienetra en los jardines. Si se le asusta lanza una
especie de graznido ronco; pero si está tranquilo produce
notas llenas y melodiosas.
CAUTIVIDAD. — El grajo coronado la soporta fácilmente,
y no tarda en familiarizarse con las personas de la
casa.
LOS TECTONARQUINOS—TECTO-
NARCHIN^
CARACTERES.— Creo que corresponde incluir aquí un
pequeño grupo de pájaros de la Australia, que tan pronto se
comprendió entre los oriólidos como entre los paradíseos,
habiéndose llegado á formar también con ellos una familia
independiente, á pesar de que por sus usos y costumbres se
parecen mucho á los eulábidos. Este grupo se compone
cuando mas de unas diez especies, propias de Australia, y
cuyo tamaño es poco mas ó menos el de nuestra monédula.
Caracterízanse por su pico grueso, poco ganchudo; los tarsos
son de altura regular y fuertes; las alas basUnte largas; y la
cola de longitud regular; cortada en rectángulo ó ligeramente
sesgada.
EL TILONORíNCO SATINADO—PTILONO-
RHYNCHUS HOLOSEaiCKUS
CARACTERES.—Esta es la especie mas conocida de la
sub familia y al mismo tiempo la ünica del género de los tilonorincos.
El tronco es recogido; el pico, fuerte, y bastante
abovedado en la roandibula superior, que sobresale en forma
de un ligero gancho en la inferior, tiene cerca de su extremidad
dos escotaduras poco profundas; la mandíbula inferior
es un poco encorvada; los tarsos bastante altos; los dedos
LOS TECTONARQUINOS
• delgados y cortos; las alas largas y puntiagudas; la cuarta réi
mige es la mas larga; la cola, de longitud regular, es ligeramente
sesgada. El plumaje del macho adulto, de un negro
, azulado intenso, tiene brillo sedoso; las rémiges primarias y
; secundarias, las tectrices de las alas y las rectrices son de un
negro aterciopelado, con las puntas azules. Los ojos son de
j un azul claro, excepto un angosto anillo rojo que rodea el
; iris; el pico azulado claro de cuerno y amarillo en la punta; y
; los pies rojizos. La hembra es verde en las partes superiores,
i de un pardo amarillo oscuro en las alas y la cola y de un
verde amarillento en las regiones inferiores; cada pluma tiene
cerca de la punta unas manchas pardo oscuras en forma de
media luna, las cuales forman un dibujo escamoso. Los po-
Uuelos se parecen á la hembra. La longitud de esta especie
es de 0°,36; las alas miden 0°, 18 y la cola O", 12 (fig. 19).
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA.—El tilonorinco satinado
habita los bosques de Puerto Maquario y los distritos
del condado de Cumberland, en la Nueva Gales
del sur.
USOS, COSTUMBRES Y RÉGIMEN.—Según Gould,
quien nos ha dado á conocer bastante bien el género de vida
del ave, prefiere esta permanecer en las espesas breñas; toma
querencia al lugar que eligió para residir, y no recorre mas
que un pequeño distrito para buscar su alimento. En la
primavera se la encuentra emparejada, y en el otoño por
reducidas bandadas, que bajan con frecuencia hacia los ríos,
particularmente á los parajes donde las breñas tocan la orilla
del agua. Se alimenta de granos y frutos, sobre todo de los
que producen las higueras gigantescas; también come insec
tos. Aunque comunmente tímido y vigilante, se le puede
observar fácilmente cuando toma su alimento; pero es muy
difícil sorprender á los machos viejos. Puestos de centinela
en la copa de un árbol, apenas divisan algo sospechoso,
advierten á los suyos, diseminados en tierra ó en el follaje,
por medio de un grito agudo, seguido muchas veces de
varias notas roncas y guturales. En una bandada no se ven
muchos machos cuya muda haya terminado completamente,
pues tardan bastante en revestir su mas espéndido plumaje
Los tilonorincos tienen la singular costumbre de fabricar
albergues de recreo entre el follaje. En el museo de Sydney
fué donde vio Gould por primera vez estas curiosas construcciones:
y habiendo resuelto aclarar el hecho, recogió los
datos que se citan en la siguiente relación: «En los bosques
de cedros del gobierno de Liverpool (Australia) vi algunos
de estos nidos de recreo: siempre se hallaban en el suelo,
cubiertos por lo común de espesas ramas que les servían de
techo, y situados en los puntos mas desiertos del bosque. La
base de la construcción consiste en una ancha plataforma
algo convexa, formada con varillas sólidamente entrelazadas;
en el centro se eleva la cuna, hecha también con ramitas
unidas á las de la plataforma, pero mas flexibles. Estas varillas,
encorvadas por su extremo, están dispuestas de modo
que se reúnen, formando como una bóveda; el armazón está
colocado convenientemente para que las bifurcaciones de las
ramas caigan por fuera, á fin de que no opongan interiormente
obstáculo alguno al paso de las aves. La gracia de
aquella curiosa construcción se completa por los adornos
que cubren el interior de la entrada: el ave amontona allí
cuantos objetos de color brillante encuentra, tal conjo plumas
de la cola de diversos loros, conchas de almejas y de
caracoles, piedrecillas, huesos blanqueados, etc. Ciertas plumas
se entrelazan con el armazón de la cuna, y otras que
cubren la entrada, con los huesos y las conchas. Es tan conocida
de los naturales la inclinación de estas aves á recoger
todo cuanto les parece á propósito para llevárselo á su alber