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SANTOS JULIÁ - Prisa Revistas

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ello es muy gratificante”. La alusión<br />

a lo “gratificante” indica la<br />

fuerza del expresivismo y de<br />

la autorrealización como motivación<br />

principal de la ayuda, incluso<br />

en el comunitarismo cristiano.<br />

En general, desde el lenguaje<br />

moral secundario, los actos de<br />

compasión resultan un amparo<br />

sostenido y duradero: el voluntario<br />

cristiano se convierte en sostén<br />

del necesitado. Resurge así el valor<br />

de la dependencia como consecuencia<br />

de la fragilidad humana,<br />

algo que la cultura individualista<br />

niega. Además de su sentido<br />

moral, la compasión es una costumbre.<br />

Un hábito virtuoso (tal<br />

como sostiene la teología tradicional<br />

y repiten los participantes)<br />

que “requiere un ejercicio constante”<br />

porque si no se te olvida.<br />

Una frase que expresa la ambivalencia<br />

del voluntariado: ¿Es más<br />

parecido a un deber cívico o a un<br />

ejercicio gimnástico? A pesar de<br />

las intromisiones del individualismo<br />

y su metáfora deportiva, el<br />

discurso cristiano se articula alrededor<br />

del altruismo exocéntrico,<br />

dirigido a aumentar el contento<br />

del otro, así como de razonamientos<br />

morales que explican la<br />

ayuda organizada.<br />

Tanto entre los jóvenes cristianos<br />

entrevistados como en las señoras<br />

que articulan el discurso<br />

tradicional, se menciona el pago<br />

de una deuda simbólica como<br />

uno de los motivos del voluntariado.<br />

En adelante se atenderá a<br />

los extraños como si fueran próximos,<br />

a los que quizá se descuidó.<br />

Es decir, se ampliará una conciencia<br />

de ayuda o una caridad<br />

expansiva que produce simultáneamente<br />

una regeneración moral<br />

propia y una extensión social<br />

del don. Se refuerza así la defensa<br />

sociológica de la compasión. Asimismo,<br />

se esboza una noción de<br />

libertad que no es ya libertad de<br />

Nº 121 n CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA<br />

elección (entre “opciones” de<br />

igual valor , tal como defiende el<br />

expresivismo individualista) ni<br />

tampoco la libertad negativa<br />

–“frente a”– sino, por el contrario,<br />

una libertad “hacia”, un ideal<br />

que subraya la conexión y no la<br />

independencia.<br />

4. ¿Es el voluntariado un puente<br />

entre el individualismo liberal y la<br />

participación cívica? Su actual<br />

prestigio revive la dimensión ética<br />

de la actividad social, la implicación<br />

en la esfera colectiva. Para<br />

abarcar los discursos principales<br />

era necesario profundizar en la<br />

versión laica del lenguaje secundario.<br />

Para ello analicé el discurso<br />

de un voluntariado minoritario<br />

(frente al de los jóvenes, el mayoritario)<br />

y nuevo (frente al tradicional<br />

de las mujeres de mediana<br />

edad cristiana). Dicho voluntariado<br />

se puede encontrar en las<br />

llamadas generaciones cívicas.<br />

(Dejo para otro lugar la especificidad<br />

de un voluntariado nuevo y<br />

que ha atraído la atención de las<br />

instituciones, el formado por los<br />

jubilados y los prejubilados).<br />

Tomé el concepto de generación<br />

cívica de Robert D. Putnam<br />

y lo apliqué al grupo de edad entre<br />

35 y 55 años. En dicho estrato<br />

buscaba un discurso cívico y<br />

progresista que articulara la ayuda<br />

como una empresa no sólo moral<br />

–como creen los cristianos–, sino<br />

también colectiva. Mas hay<br />

que señalar que tal discurso brilla<br />

por su ausencia. Del mismo modo<br />

que entre los jóvenes voluntarios<br />

el espontaneísmo sustituía a<br />

la conciencia de pertenencia<br />

a una organización que forma<br />

parte de una sociedad política<br />

transformadora, entre los profesionales<br />

maduros se combinan un<br />

realismo de corte individualista y<br />

un voluntarismo de raigambre cívica.<br />

Así, en vez de un lenguaje<br />

que insistiera en la prioridad de lo<br />

público, son la esfera privada (el<br />

ámbito de los afectos) y la llamada<br />

esfera social (según Hannah<br />

Arendt), en este caso la de la profesión,<br />

las que precisan de atención<br />

primaria. Lo demás viene<br />

después.<br />

Los profesionales insisten en<br />

la socialidad de mezcla –de clases y<br />

de edad– que promueve el voluntariado,<br />

algo que crea un comunitarismo<br />

muy estimulante<br />

que detrae de la poderosa tendencia<br />

al privatismo. Pero hay<br />

que señalar que el lenguaje secundario<br />

–en su versión secularcívica–<br />

de dichos voluntarios aparece<br />

teñido, cómo no, de individualismo.<br />

Ello se observa, por<br />

ejemplo, en las referencias al estilo<br />

de vida. El voluntariado, dicen<br />

los profesionales, dejará de ser<br />

una actividad extraordinaria y se<br />

integrará en una forma de vida<br />

normalizada. Dentro de este progreso<br />

de la urbanidad cabe señalar<br />

un sentimiento moral: el interés<br />

bien entendido, materia de una<br />

sociedad privatizada y pragmática.<br />

En pocas palabras, mecidos<br />

por un escepticismo posideológico,<br />

los profesionales no acaban de articular<br />

un lenguaje moral alternativo<br />

al hegemónico del individualismo.<br />

(El cuadro resume parte<br />

de los contenidos del discurso<br />

voluntario).<br />

A modo de conclusión, hay<br />

que resaltar, en primer lugar, que<br />

desde la defensa psicologicista de<br />

la ayuda a los extraños el sostén<br />

de la nueva filantropía es muy débil.<br />

El altruismo endocéntrico da<br />

lugar así a un voluntariado inestable<br />

que presta ayuda para “sentirse<br />

bien”. En segundo lugar, es<br />

menester resaltar la espontaneidad,<br />

enfermedad infantil de la<br />

participación, que prende en el<br />

voluntariado juvenil. La desconfianza<br />

institucional, extendida so-<br />

HELENA BÉJAR<br />

Discurso Eje Acción Sentimientos Formas Modelo Metáfora<br />

axial social morales de socialización de vinculación foluntariado<br />

Individualista independencia racional benevolencia distancia, cautela, libertad negativa, empatía<br />

(jóvenes) reserva libertad de elección limitada<br />

Comunitarista-cristiano caridad afectiva compasión entrega, deber amparo<br />

(amas de casa) sacrificio duradero<br />

Cívico responsabilidad racional interés solidaridad, interdependencia costumbre<br />

(profesionales) bien entendido justicia cívica<br />

bre una esfera pública muy desdibujada,<br />

da lugar a la desvalorización<br />

de la imagen del propio voluntario,<br />

“primo” o “gorrón” de<br />

un Estado demonizado. En tercer<br />

lugar, el predominio del lenguaje<br />

individualista, con su insistencia<br />

en la autosuficiencia y la<br />

libertad negativa, produce la desaparición<br />

de la necesidad. Si todos<br />

somos iguales (en “potencialidades”<br />

y en “autonomía”) ¿a quiénes<br />

ayudar y para qué? Tales son<br />

algunas de las paradojas del altruismo<br />

democrático.<br />

Y sin embargo, más allá del<br />

emotivismo del lenguaje primario,<br />

cabe una defensa sociológica<br />

de la ayuda, tanto en clave cristiana<br />

como laica. Dicha defensa sociológica<br />

es compatible con el<br />

modelo del intercambio: el voluntariado<br />

es un don que vuelve.<br />

Algo que aquí sólo puedo apuntar.<br />

Pero el retorno simbólico del<br />

don ha de ir apoyado por sentimientos<br />

y mores que combatan al<br />

individualismo reinante. También<br />

son necesarias instituciones apropiadas<br />

como enclaves de virtud.<br />

Toda una tarea cívica que debe<br />

formar parte de cualquier programa<br />

político progresista. Es responsabilidad<br />

de los gobiernos extender<br />

a través de la educación<br />

una conciencia ciudadana politizada.<br />

Ello se logra rescatando el<br />

triángulo republicano compuesto<br />

por un buen gobierno que geste<br />

unas leyes justas que transformen<br />

las costumbres de los ciudadanos.<br />

Mientras, mantengamos una mirada<br />

crítica a los discursos morales<br />

que producimos. Ellos hablan de<br />

nuestra naturaleza política o de su<br />

declive. n<br />

Helena Béjar es autora de El mal samaritano<br />

(El altruismo en tiempos de escepticismo),<br />

finalista del XXIX Premio<br />

Anagrama de Ensayo.<br />

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