Agosto Nº 141 - Biblioteca Virtual El Dorado

mente podíamoH esperar se pronunci.i P()I' eL! camino, sOlu
ción propia del momento. "Por redundas que ::ean nuesn',!s
aspiraciones, concluye, siempre serán bastaLtes en la matel'a
qUe no ocupa !)ara variar notablemente el teatro que a la vi"t;.
Wò no¡ ofrec~'. Nosotros, a los menos, Si logramos ver realizado
el proyecto que como más fácil indicamos antes, cerraremos 10(,
ojos a la dulce persuacion de que nuesiros hijos no sufririan, ca
mo nosotros, el dolor de buscar el trabajo y de ser repelidos de
todas partes por una situación que no permite a la voluntad más
enérgica bastarse a si misma".
Si el E:¡;,rnen sobre lranca cumunicaciÓn no contiene nove
eladei; de contenido, constituye un gran avance desde el pun!.u
de vista del expositor. Porque se traca del primer gran ensayo
de quien iba a manifestarse luego como máximo cultOr del gé'.1e~
1'0 en el siglo XiX panameño. Conviene puntualizar que el problema
de la comunicación interoceánica fué tema obÜgado de
nuestra inteligencìa desde los días de la aparición de la prensa
en Panamá, y que justan:en!.e el ensayo con el cual D. JUSto ofrecía
su tratamieLto más amplio y sistemático había originado un
duelo, pues D. Justo creyó haber sido plagiado por D. Louis Lewls,
quien se anticipó a iU publicación con un trabajo sobre el mismo
asunto.
* *
Las razones que de tiempo atrás venían planteando la necesidad
de una vía intermarina rápida y expedita tornáronse evidencias
de urgente salii;facción cuando el descubrimiento de oro
pn California convirtió nuestro territorio en ruta obligada entre
el este y el oeste norteamericanos. Y el vieJO debate se resolvió
mediante la construcción del Ferrocarril de Panamá. inaugii
rado en el año de 1855.
Ahora bien: los acontecimientos que lograron se realizara
"'n un lustro lo que treinta años de infatigables esfuerzos locales
no pudieron alcanzar generaron complicaciones de orden po"
lítico internacional y trastornos internos que exigían el establecimiento
de un gobierno local adecuado. Los compromisos Hdqiiiridos
a través del tratado Mallarino-Bidlack y la situación de
hecho planteada por la corriente inmigratoria signifcaron par;-l
las aspiraciones panameñas dos cosas: la imposibildad de repetir
a corto plazo la aventura del Estado del Istmo, puesto que Estados
Unidos de América garantizaba a la Nueva Granada su
soberanía en Panamá, y la coni;iguiente solución de compromÎ:o
que facilitara la impostergable autonomía locaL. Esa autono"
mia garantizaría el fiel cumplimiento de lai, oliligadunes internacionales
en materia de orden y tranquilidad en la zona de tránsito
y permitiría también reorganizar la vida instiLucional d~l
Estado en términos de adaptarla a las exigoencias de un cambio
LOTERIA
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