Agosto Nº 141 - Biblioteca Virtual El Dorado

sidente nada tiene que ver con la reforma, sino el Congreso, y
a menos que se dé por sentado que aquí, como en Buenos Aires,
el Congreso no hace más que L-i voluntad del Presidente, se
concluirá que el cargo hecho, si así puede llamarse, no ha sido
por cierto al adual Presidente de la República. Del nuevo h~
dicho que podía no gustarle la 18forma, y como los que le elijan
deben estar identificados cc,ll él en opiniones, es evidente
que tampoco la querrían en atjuella hipótesis. Véase pues que
nada he aseverado que no sea 1 t\ verdad pura.
Lar)arte relativa a la elección de gobernadores es lo que
más ha e,:candecido al autor del artículo, y como si fuese un
punto fuera de cuestión, procede bajo el supuesto de que yo
me he contraído especialmente a la administración del general
López. Bien lejos de eeo, de mi exposición se deduce rectamente
que he hablado de todas h..el administraciones granadinas,
como se ve por aquellas palabi','1s, "Digno es de notarse, que
dCRde la creaciÓn de la Nueva Granada, sólo un Goberm1dor
de Panamá y otro en Veraguas, han llenado el período de su
mando" etc. Pero para que no ;:e crea que saco el cuerpo a la
dificultad, declaro que me he c(¡ntraído a todas las administraciones,
porque todas han sido omisas en este punto, y confieso
de paso que, como lo he dicho expresamente en mi e3crito, la
disti~ncia influye mucho en la mala elección de los gobernadores.
Sobre esto se me achaca contradicción, porque unas veces
digo que la distancia del Istmo perjudica a las buenas elecciones
y en otras atribuyo a iúcuria el no hacerlas oportunamente.
Dos proposiciones que no se excluyen no pueden ser
contradictorias. Por razón de Id distancia es casi imposible hacer
buenas (:lecciones; por ra~Ón de la incuria ha dejado de
hacerse la elección de gobernadores en muchos casos, y se ha
dejado por muchos meses gobei'nando las provincias a hombref.
que nomhrados para jefes políticos, no se sigue que sean buenos
para gobernadores.
Para demostrar lo poco aceItada que ha sido la conducta
de la actual administración en êste punto, tendría que nombrar
personas y aun di,:eñar sus bio!o:rafías; pero esto sería demasia
do odim'o, y me contentaré con lamentar con los verdadero.,
imparciales, y especialmente con casi todos mis paisanos, la
mala administraciÓn provincial durante algunas épocas de estos
últimos año," En Panamá y en Azuero. Hoy mismo i. por que
no se ha nombrado un gobernador interino para la provincia
de Panamá despué2 que se supo la excusa del señor Manuel
Díaz? Cúlpese a Flores y a los traidores que secundan sus miras
el QU( el general Herrera no haya vuelto a encargarse de
la gobe~'Pneicn de Panamá, dkc el artículo de La Discusión:
cúlpese en horabuena, digo yo; pero, ¿culparemos también a
Flores y a los traidores de que un hombre no pueda estar en
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LOTERIA.