Agosto Nº 141 - Biblioteca Virtual El Dorado

trulidad en casos de guerra exterior, estas agudas obserwiciories:
"N osotros no vemOR de beneficio en la neutralidad garantizadll
por 10R Estados Unidos del Norte sino la paz que es su re"ultado.
Los demás granadinos, y el Gobierno nacional con ellos, Re fij~in
de preferencia en la soberanía o dominio de la NueVa Granada
sobre el Istmo de Panamá, también garantizadoR por el in"ti.u"
~ento que nos ocupa. Un Gobierno, y el partido preponderante
que lo apoya, no conRienten gustosos ~n que una parte del territorio
sea inmune, por decirlo así, caso de que, en su concepto, fne-
:W necesario llevar allí la guerra. El partido caído o supeditado
querría, por el conlrario, que de esa sección privilegiada no tuvie-
Be i:ada que temer, aún hallándose en manos del Gobierno a quien
hace o intenta hacer la guerra. De aquí proceden las opuestas
ideaR que reinan sobre la neutralidad del Istmo, o Rea Estado rle
P,mamá, según la posición que asumen los partidos; y de aquí h
contradicción que reina en las ideaR de un mismo partido, según
la posición que ocupa en el curso de las evoluciones políticas".
y aludiendo a los compromisos que la po"esión del Istmo im
jJlicaba para la Nueva Granada, incapacitada realmente para
garantizar su dominio, apunta: "De miedo de perder el ht-
IDO, la República se ve notablemente embarazada en todas sus
cuestiones con las Naciones poderosas. Tiene que acceder con
preRteza a todai; sus demandas, principalmente si los hechos de
que provienen han tenido su origen en ese Estado. Así pasó con
la cuestión Rusell en 1836, y con la del 1.1 de Abril veinte año"
deRpués. ¿ Vale la pena de tales humilaciones decir que se tien8
dominio sobre el Istmo de Panamá? Bien mirado, tal vez no hay
má" que vanidad en el deseo de conservar eRta porción de tierra
lle tan dudosa utildad para la nueva Granada".
Otros textos podría citar motivados por las ii:cideneIar que
llevaron al Convenio de Colón, en los que D. Justo dilucida con si;
habitual penetración las complejas realidades políticas del IRtmG,
Pero la naturaleza de este trabajo no permite abusar de la" cihw.
y debo además considerar algunoR de sus escritos relativos a 1.
cuestión Cana! de Panamá, tema frecuentemente tratado en los
años po"treros de su vida pública. Al escepticismo de su jUVPll
tud acerca de las ventajas de la comunicación interocéanica sucedió
la evidencia de su utilidad. y seguramente que por :1U iEtetés
en ello, descontada su competencia, se le escogió como uno de
le8 negociadores del tratado del Canal que el Gobierno de los E,,lados
Unidos de Colombia firmó con el de los Estados Unidos de
América en el aflO de 1870, logrando entonces los negociadores colombianos
un compromiso que puede estimarse decoroso y conve
niente dadas las condiciones de la época. Aprobado por el Cop
goreso de Colombia con modificaciones importantes, el tratado A
rosemena-Sánchez-Hurlbut fué archivado sin merecer la consideración
del Senado de los Estados Unidos.
LOTERIA 15