GUILLERMO I. ORTIZ

INCONFORMIDAD 222/2003.
desapercibido también y en el mismo sentido y el
propio PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN
MATERIA PENAL los lineamientos que debió
atender y a los que se contrae el artículo 57 del
Código Penal aplicable para así que éste impusiera
las sanciones correspondientes, es decir, que se le
otorgó la facultad de analizar y estudiar el cúmulo
probatorio así como en especial la declaración
ministerial y preparatoria del quejoso para el efecto
de que este dictara una nueva resolución y cabe
recordarse que dentro de mis manifestaciones que
he expresado en el primer agravio, he precisado
que en realidad nunca hubo delincuencia
organizada porque los copartícipes se pelearon
entre ellos y otros venían de Guadalajara, siendo
evidente con esto, que nunca hubo un jefe ni una
banda organizada, por todos los motivos ya
narrado formulo mi total desacuerdo al haberse
tenido por cumplida la sentencia de amparo y sólo
esta institución defensiva es la que puede
restablecer mi seguridad jurídica pidiendo a su
Señoría tome en cuenta que estoy privado de mi
libertad y estoy purgando una pena de la que
nunca he sido partícipe ni responsable.
Por lo vertido y narrado hasta aquí en el presente
libelo, solicito a su Señoría se aplique
obligatoriamente la suplencia de la deficiencia de la
queja, tomando en consideración que al respecto,
los criterios jurisprudenciales son claros en cuanto
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