14.05.2013 Views

Jirones de una historia en Santa Marta Jirones de una historia en ...

Jirones de una historia en Santa Marta Jirones de una historia en ...

Jirones de una historia en Santa Marta Jirones de una historia en ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

31. Ella, la <strong>de</strong> los ojos grises y triste mirada<br />

La m<strong>en</strong>cioné <strong>en</strong> <strong>de</strong>talle sólo <strong>en</strong> uno <strong>de</strong> mis escritos, y <strong>de</strong> pasada <strong>en</strong> otros dos. Fue<br />

ello sufici<strong>en</strong>te para <strong>de</strong>spertar la curiosidad <strong>de</strong> varios <strong>de</strong> los lectores: Que qué ha sido<br />

<strong>de</strong> ella, Que si es <strong>de</strong> verdad o inv<strong>en</strong>to mío, Que si ti<strong>en</strong>e marido fijo, Que si <strong>de</strong> verdad<br />

verdad ya no está tan bu<strong>en</strong>a como cuando la vi por primera vez. Pero qué mosco les<br />

habrá picado a éstos. Muchos <strong>de</strong> mis lectores dic<strong>en</strong>, y lo digo sin mo<strong>de</strong>stia, que<br />

cuando me le<strong>en</strong> se si<strong>en</strong>t<strong>en</strong> <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l relato, pero no creo que sea para tanto.<br />

Cuando me referí a ella dije: “Hace m<strong>en</strong>os <strong>de</strong> un año la vi por primera vez. Era<br />

<strong>en</strong>tonces <strong>una</strong> mujer hermosa, paisa a no dudarlo, con un cuerpo escultural, cabellos<br />

largos, elegante vestir y <strong>de</strong> ojos grises, brillantes y saltones. Pedía cuerda, como<br />

suel<strong>en</strong> <strong>de</strong>cir. Hoy es <strong>una</strong> mujer flaca, con el cabello corto disparejo y maltratado,<br />

pobrem<strong>en</strong>te vestida, v<strong>en</strong><strong>de</strong> café <strong>en</strong> un termo, y ella misma se ofrece <strong>en</strong> alquiler para<br />

el goce ocasional. De aquella hermosa mujer sólo quedan los ojos grises, pero<br />

tristes”.<br />

Alejandra -así la llamaré- nació <strong>en</strong> un pueblo <strong>de</strong> Antioquia. Fue traída a <strong>Santa</strong><br />

<strong>Marta</strong> por su madre, si<strong>en</strong>do aún muy niña. Estudió bachillerato <strong>en</strong> el Liceo Celedón,<br />

pero no alcanzó a terminar. Empezando el último año se retiró y viajó con <strong>una</strong><br />

familia. Fue <strong>una</strong> <strong>de</strong>cisión que tomó con arrojo, sin mirar atrás, que dio un vuelco a su<br />

vida, pues a partir <strong>de</strong> ese mom<strong>en</strong>to ella y sólo ella asumía la responsabilidad <strong>de</strong> sí<br />

misma.<br />

La familia con que viajó Alejandra manejaba varios negocios, <strong>en</strong>tre éstos el <strong>de</strong><br />

lavan<strong>de</strong>ría y colocación <strong>de</strong> personal <strong>de</strong> servicio <strong>en</strong> hoteles: botones, camareras,<br />

meseras, ayudantes <strong>de</strong> cocina. Partió <strong>de</strong> Cartag<strong>en</strong>a a bordo <strong>de</strong> un barco inm<strong>en</strong>so<br />

rumbo a Italia. No sabe cuantos días duró el viaje ni <strong>en</strong> qué ciuda<strong>de</strong>s hicieron escala,<br />

pues <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong> que subió las escaleras se mareó y vomitó hasta el alma;<br />

le atacaron los nervios y no hizo más que llorar hasta cuando los calmantes que le<br />

suministraron hicieron efecto. Durmió todo el recorrido. Arribaron <strong>de</strong> noche a<br />

Palermo.<br />

Después <strong>de</strong> trabajar algún tiempo <strong>en</strong> varias ciuda<strong>de</strong>s italianas se trasladó con la<br />

misma familia, <strong>en</strong> plan <strong>de</strong> trabajo, a <strong>Santa</strong> Lucia, Aruba y Curazao. En Curazao<br />

estableció <strong>una</strong> relación afectiva con un arquitecto poseedor <strong>de</strong> bu<strong>en</strong>os recursos<br />

económicos que la mantuvo como toda <strong>una</strong> reina: con todo a pedir <strong>de</strong> boca. Pero<br />

<strong>de</strong>safort<strong>una</strong>dam<strong>en</strong>te este señor se fue hundi<strong>en</strong>do cada día más <strong>en</strong> el licor y <strong>en</strong> las<br />

drogas, y lo que había sido para ella un verda<strong>de</strong>ro paraíso se le estaba convirti<strong>en</strong>do<br />

<strong>en</strong> un aut<strong>en</strong>tico infierno.<br />

Empezó a ahorrar todo lo que podía y su estado <strong>de</strong>sprev<strong>en</strong>ido y relajado se tornó<br />

<strong>en</strong> un mar <strong>de</strong> nervios por temor a ser <strong>de</strong>scubierta <strong>en</strong> su plan: <strong>de</strong>jarlo todo y<br />

abandonar la isla.<br />

Fue así como <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un agitado recorrido exist<strong>en</strong>cial, conoci<strong>en</strong>do mundo,<br />

Alejandra regresó a <strong>Santa</strong> <strong>Marta</strong> al lado <strong>de</strong> su madre, qui<strong>en</strong> había organizado su vida<br />

<strong>de</strong> pareja.<br />

Alejandra fue recibida con mucho afecto tanto por parte <strong>de</strong> su madre como por el<br />

que le ofreció <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un primer mom<strong>en</strong>to su padrastro. Con los recursos que trajo los<br />

proveyó <strong>de</strong> las cosas que hacían falta <strong>en</strong> casa, y sin reparo alguno aportó para todo<br />

60

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!