Campbell, Joseph – El Heroe De Las Mil Caras (241p) - el cine signo
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EMANACIONES Sueño<br />
DISOLUCIONES<br />
Sueño profundo<br />
<strong>El</strong> silencio que rodea la sílaba es lo desconocido: se le llama simplemente “<strong>El</strong><br />
Cuarto”. 16 La sílaba en sí misma es Dios como creador-protector-destructor, pero <strong>el</strong> silencio<br />
es <strong>el</strong> Dios eterno, completamente fuera de las aperturas y cierres d<strong>el</strong> ciclo.<br />
No se le ve, no se le r<strong>el</strong>aciona, no se le concibe,<br />
no se le infiere, no se le imagina, no se le describe.<br />
Es la esencia d<strong>el</strong> conocimiento d<strong>el</strong> yo<br />
común a todos los estados de la conciencia.<br />
Todos los fenómenos terminan en él.<br />
Es paz, es f<strong>el</strong>icidad, es no dualidad. 17<br />
<strong>El</strong> mito permanece necesariamente dentro d<strong>el</strong> ciclo, pero representa este ciclo como<br />
rodeado e impregnado por <strong>el</strong> silencio. <strong>El</strong> mito es la rev<strong>el</strong>ación de una plenitud de silencio<br />
dentro y alrededor de cada átomo de la existencia. <strong>El</strong> mito es la directiva de la mente y d<strong>el</strong><br />
corazón, por medio de figuras profundamente informadas y conduce al último misterio que<br />
llena y rodea todas las existencias. Aún en <strong>el</strong> momento más cómico y aparentemente más<br />
frívolo, la mitología dirige la mente a esta no manifestación que está más allá d<strong>el</strong> alcance d<strong>el</strong><br />
ojo.<br />
“Lo más Antiguo de lo Antiguo, lo más <strong>De</strong>sconocido de lo <strong>De</strong>sconocido, tiene una<br />
forma y sin embargo no la tiene”, leemos en un texto cabalístico de los hebreos medievales.<br />
“Tiene la forma que preserva al Universo, pero no [244] tiene forma porque no puede ser<br />
comprendido.” 18 Este más Antiguo de lo Antiguo es representado como un rostro de perfil;<br />
siempre de perfil, porque no puede conocerse la parte escondida. A esto se le llama “Gran<br />
Rostro”, Makroprosopos; de las hebras de su barba blanca procede <strong>el</strong> mundo. “Esa barba, la<br />
verdad de las verdades, viene desde las orejas y desciende alrededor de la boca d<strong>el</strong> Bendito;<br />
16 Mandukya Upanishad, 8-12. Dado que en sánscrito la a y la u se unen en o, la sílaba sagrada se pronuncia y se<br />
escribe “om”. Ver plegarias, pp. 140 y 215, nota 31, supra.<br />
17 Mandukya Upanishad, 7.<br />
18 Ha idra zUta, Zohar, iii, 288a. Véase supra, p. 168.<br />
<strong>El</strong> Zohar (zõhar: “luz, esplendor”) es una colección de escritos hebreos esotéricos, que dio a conocer<br />
hacia 1305 un sabio judío español, Moisés de León. Se dijo que <strong>el</strong> material se había sacado de originales secretos<br />
que se remontaban a las enseñanzas de Simeón ben Yohai, un rabí de Galilea en <strong>el</strong> siglo II d. c. Amenazado de<br />
muerte por los romanos, Simeón se había escondido durante doce años en una cueva; diez siglos más tarde, sus<br />
escritos fueron encontrados allí y <strong>el</strong>los fueron las fuentes de los libros de Zohar.<br />
<strong>Las</strong> enseñanzas de Simeón se supone fueron tomadas d<strong>el</strong> hokmah nistarah, o sabiduría oculta de<br />
Moisés, esto es, un cuerpo de prácticas esotéricas, estudiado por Moisés en Egipto, tierra de su nacimiento, y<br />
meditado por él durante sus cuarenta años en <strong>el</strong> desierto (donde recibió instrucción especial de un áng<strong>el</strong>) y<br />
finalmente incorporado criptográficamente en los primeros cuatro libros d<strong>el</strong> Pentateuco, de donde puede<br />
extraerse con <strong>el</strong> entendimiento y <strong>el</strong> manejo adecuado de los valores numéricos místicos d<strong>el</strong> alfabeto hebreo. Este<br />
acervo y las técnicas para redescubrirlo y utilizarlo constituyen la cabala.<br />
Se dice que las enseñanzas de la cábala (qabbãlãh, “acervo recibido o tradicional”) fueron en un<br />
principio confiadas por Dios mismo a un grupo especial de áng<strong>el</strong>es en <strong>el</strong> Paraíso. <strong>De</strong>spués de que <strong>el</strong> Hombre<br />
había sido expulsado d<strong>el</strong> Jardín, algunos áng<strong>el</strong>es comunicaron las lecciones a Adán, pensando que lo ayudarían a<br />
recobrar la f<strong>el</strong>icidad. <strong>De</strong> Adán pasó la enseñanza a Noé y de Noé a Abraham. Abraham comunicó algo de <strong>el</strong>la<br />
durante su estancia en Egipto y de ese modo la sublime sabiduría puede encontrarse en forma abreviada en los<br />
mitos y filosofías de los gentiles. Moisés estudió primero con los sacerdotes de Egipto, pero la tradición le fue<br />
repasada por las especiales instrucciones de sus áng<strong>el</strong>es.<br />
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