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Campbell, Joseph – El Heroe De Las Mil Caras (241p) - el cine signo

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“Lo que dice este joven es cierto —pensó <strong>el</strong> ogro, aterrorizado con <strong>el</strong> miedo a la<br />

muerte—. <strong>De</strong>l cuerpo de este hombre león mi estómago no podría digerir ni un fragmento de<br />

carne d<strong>el</strong> tamaño de un frijol. ¿Lo dejaré ir?” Y dejó ir al príncipe Cinco Armas. <strong>El</strong> Futuro<br />

Buddha le predicó la Doctrina, lo dominó, lo enseñó a renunciar y luego lo transformó en <strong>el</strong><br />

espíritu que debía recibir las ofrendas [87] d<strong>el</strong> bosque. <strong>De</strong>spués de amonestar al ogro para<br />

que fuera prudente, <strong>el</strong> joven partió y a la entrada d<strong>el</strong> bosque contó su historia a los seres<br />

humanos; luego siguió su camino. 52<br />

Como símbolo d<strong>el</strong> mundo al que nos mantienen aferrados los cinco sentidos y que no<br />

puede hacerse a un lado por las acciones de los órganos físicos, Cab<strong>el</strong>lo Pegajoso fue vencido<br />

sólo cuando <strong>el</strong> Futuro Buddha, desposeído de las cinco armas de su nombre momentáneo y<br />

carácter físico, recurrió a la sexta arma, invisible y sin nombre, <strong>el</strong> trueno divino, <strong>el</strong><br />

conocimiento d<strong>el</strong> principio trascendente, que está detrás d<strong>el</strong> reino fenoménico de los<br />

nombres y de las formas. Entonces cambió la situación. No permaneció atrapado sino que<br />

fue libertado; porque pudo recordar que ser era ser libre siempre. La fuerza d<strong>el</strong> monstruo<br />

fenomenológico desapareció y aprendió a renunciar. Habiendo aprendido a renunciar se<br />

convirtió en divino, un espíritu que tiene derecho a recibir ofrendas, o sea como es <strong>el</strong> mundo<br />

mismo una vez que se conoce, no en <strong>el</strong> sentido final, sino como un mero nombre y la forma<br />

de lo que trasciende, pero que abarca en forma inmanente todos los nombres y las formas.<br />

La “muralla d<strong>el</strong> Paraíso” que esconde a Dios de los ojos humanos, ha sido descrita<br />

por Nicolás de Cusa como constituida por la “coincidencia de los contrarios”; la puerta está<br />

vigilada por “<strong>el</strong> más alto espíritu de la razón que impide la entrada hasta que ha sido<br />

dominado.” 53 <strong>Las</strong> parejas de contrarios (ser y no ser, la vida y la muerte, la b<strong>el</strong>leza y la<br />

fealdad, <strong>el</strong> bien y <strong>el</strong> mal y todas las otras polaridades que atan las facultades a la esperanza y<br />

al temor y ligan los órganos de la acción a los actos de defensa y de adquisición) son las rocas<br />

que chocan (Simplégades) y destruyen al viajero, pero entre las cuales los héroes siempre<br />

pasan. Éste es un motivo conocido por todo <strong>el</strong> mundo. Los griegos lo asociaban con dos islas<br />

rocosas d<strong>el</strong> mar Euxino, que chocaban una contra otra, empujadas por los vientos; pero<br />

Jasón, en <strong>el</strong> Argos, navegó entre <strong>el</strong>las, y desde ese momento han permanecido separadas. 54<br />

Los Héroes Gem<strong>el</strong>os [88] de la leyenda Návajo fueron advertidos d<strong>el</strong> mismo obstáculo por la<br />

Mujer Araña; protegidos sin embargo por <strong>el</strong> polen, símbolo d<strong>el</strong> camino, y por las plumas de<br />

águila arrancadas de un pájaro d<strong>el</strong> sol vivo, pudieron superarlo. 55<br />

Como <strong>el</strong> humo de ofrenda que se <strong>el</strong>eva a través de la puerta d<strong>el</strong> sol, así va <strong>el</strong> héroe,<br />

liberado de su ego, a través de las paredes d<strong>el</strong> mundo; deja al ego atrapado por <strong>el</strong> d<strong>el</strong> Cab<strong>el</strong>lo<br />

Pegajoso y sigue ad<strong>el</strong>ante.<br />

5. EL VIENTRE DE LA BALLENA<br />

La parábola d<strong>el</strong> príncipe Cinco Armas ilustra este tema. Pero también enseña que <strong>el</strong> que confía o se<br />

enorgullece de sus características empíricas o meramente físicas está completamente perdido. “Aquí<br />

tenemos <strong>el</strong> retrato de un héroe —escribe <strong>el</strong> Dr. Coomaraswamy— que entra en la experiencia estética<br />

(los ‘cinco puntos’ son los cinco sentidos), pero que es capaz por una superioridad moral intrínseca, de<br />

libertarse a sí mismo y de libertar a otros” (Journal of American Folklore, 57, 1944, p. 129).<br />

52 Jataka, 55: 1, 272-275. Adaptado, ligeramente abreviado de la traducción de Eugene Watson<br />

Burlingame, op. cit., pp. 41-44. Reproducido con autorización de Yale University Press, editores.<br />

53 Nicolás de Cusa, <strong>De</strong> Visione <strong>De</strong>i, 9:11, citado por Ananda K. Coomaraswamy, “On the One and Only<br />

Transmigrant” (Supplement to the Journal of the American Oriental Society, abril-junio, 1944), p. 25.<br />

54 Ovidio, Metamorfosis, VII, 62; XV, 338<br />

55 Supra, p. 71.<br />

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