Campbell, Joseph – El Heroe De Las Mil Caras (241p) - el cine signo
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d<strong>el</strong> día hacia la oscuridad donde brillan las joyas. <strong>El</strong> heraldo puede ser una bestia, como en <strong>el</strong><br />
cuento de hadas, donde representa la reprimida fecundidad instintiva que hay dentro de<br />
nosotros, o también una misteriosa figura v<strong>el</strong>ada, lo desconocido.<br />
Se cuenta la historia d<strong>el</strong> rey Arturo, por ejemplo, y se dice cómo se preparó para ir a<br />
cazar con sus caballeros: “Tan pronto como llegó al bosque <strong>el</strong> rey vio un gran ciervo ante sus<br />
ojos. ‘Voy a cazar este ciervo’, dijo <strong>el</strong> rey Arturo, espoleó su caballo y lo persiguió mucho<br />
tiempo, y a base de esfuerzo estaba a punto de cazar <strong>el</strong> ciervo; pero la persecución había<br />
durado tanto tiempo que su caballo perdió <strong>el</strong> aliento y cayó muerto; entonces un paje dio al<br />
rey otro caballo. Cuando <strong>el</strong> rey se dio cuenta de que había perdido al ciervo y a su caballo<br />
muerto, se sentó cerca de una fuente y cayó en grandes meditaciones. Cuando estaba sentado<br />
le pareció escuchar <strong>el</strong> aullido de unos lebr<strong>el</strong>es de caza, en número de treinta. Con <strong>el</strong>los vio<br />
llegar la bestia más extraña que había visto u oído; la bestia se acercó a la fuente y bebió, y <strong>el</strong><br />
ruido de su vientre era igual al de treinta parejas de lebr<strong>el</strong>es; pero mientras la bestia bebía no<br />
hubo ruido en su vientre; luego la bestia partió con un gran ruido, de lo cual <strong>el</strong> rey mucho se<br />
maravilló.” 5<br />
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También tenemos <strong>el</strong> caso, tomado de una parte muy diferente d<strong>el</strong> mundo, de una<br />
muchacha arapaho de las llanuras de Norteamérica. Espió a un puerco espín que estaba<br />
cerca de un álamo. Trató de herir al animal, pero él se escondió detrás d<strong>el</strong> árbol y empezó a<br />
trepar. La muchacha lo siguió, pero <strong>el</strong> animal siempre estaba fuera de<br />
FIG. 3. Osiris, con forma de toro, lleva a su adorador al mundo inferior<br />
su alcance: “Bueno —dijo—. Voy a subir para capturar al puerco espín porque quiero sus<br />
púas, y si es necesario subiré hasta la punta.” <strong>El</strong> puerco espín llegó a la punta d<strong>el</strong> árbol, pero<br />
cuando <strong>el</strong>la se acercó y ya iba a echarle mano, <strong>el</strong> álamo creció repentinamente y <strong>el</strong><br />
5 Malory, Le Morte d'Arthur, I, XIX. Esta persecución d<strong>el</strong> ciervo y la visión de la "bestia", marca <strong>el</strong><br />
principio de los misterios asociados con la búsqueda d<strong>el</strong> Santo Grial.<br />
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