Campbell, Joseph – El Heroe De Las Mil Caras (241p) - el cine signo
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Todopoderoso, bendito sea, creó <strong>el</strong> primer hombre, lo creó andrógino.” 91 <strong>El</strong> haber dado a lo<br />
femenino otra forma simboliza la caída de la perfección a la dualidad y a <strong>el</strong>lo siguió<br />
naturalmente <strong>el</strong> descubrimiento de la dualidad d<strong>el</strong> bien y d<strong>el</strong> mal, <strong>el</strong> exilio d<strong>el</strong> jardín donde<br />
Dios pasea sobre la tierra y de allí la construcción d<strong>el</strong> muro d<strong>el</strong> Paraíso, constituido de la<br />
“unión de los contrarios”, 92 por medio de la cual <strong>el</strong> Hombre (ahora hombre y mujer) se ha<br />
separado no sólo de la visión sino d<strong>el</strong> recuerdo de la imagen de Dios.<br />
Ésta es la versión bíblica de un mito conocido en muchos países. Representa una de<br />
las formas básicas de simbolizar <strong>el</strong> misterio de la creación: la eternidad que se convierte en<br />
tiempo, la división de uno en dos y luego en muchos, así como la generación de vida nueva a<br />
través de la conjunción de los dos. Esta imagen está al principio d<strong>el</strong> ciclo cosmogónico, 93 y se<br />
encuentra con igual propiedad al terminar <strong>el</strong> héroe su jornada, en <strong>el</strong> momento en que la<br />
muralla d<strong>el</strong> Paraíso se diluye, se encuentra y se recuerda la forma divina; y se recobra la<br />
sabiduría. 94<br />
Tiresias, <strong>el</strong> vidente ciego, era varón y hembra: sus ojos estaban cerrados a las formas<br />
rotas d<strong>el</strong> mundo de la luz y las parejas de contrarios, y sin embargo, vio en su interior la<br />
tragedia d<strong>el</strong> destino de Edipo. 95 Shiva aparece unido en un mismo cuerpo con Shakti, su<br />
esposa —él a la derecha, <strong>el</strong>la a la izquierda— en la manifestación conocida como<br />
Ardhanarisha, “<strong>El</strong> Señor Mitad Mujer”. 96 <strong>Las</strong> imágenes [144] ancestrales de ciertas tribus<br />
africanas y m<strong>el</strong>anesias, muestran en un solo ser los pechos de la madre y la barba y <strong>el</strong> pene<br />
d<strong>el</strong> padre. 97 Y en Australia, un año después de la prueba de la circuncisión, <strong>el</strong> candidato a la<br />
virilidad sufre una segunda operación ritual, la de la subincisión (una abertura en la parte<br />
inferior d<strong>el</strong> pene, con <strong>el</strong> objeto de formar un canal permanente a la uretra). A esta abertura se<br />
la llama <strong>el</strong> “vientre d<strong>el</strong> pene”. Es una vagina masculina simbólica. <strong>El</strong> héroe se ha convertido,<br />
en virtud de dicha ceremonia, en algo más que un hombre. 98<br />
La sangre que se usa en la pintura ceremonial y para pegar plumón blanco sobre <strong>el</strong><br />
cuerpo la derivan los padres australianos de sus propios canales de subincisión. Abren las<br />
viejas heridas y la dejan correr. 99 Simboliza al mismo tiempo la sangre menstrual de la vagina<br />
y <strong>el</strong> semen d<strong>el</strong> varón, así como la orina, <strong>el</strong> agua y la leche masculina. Este flujo muestra que<br />
los hombres mayores poseen la fuente de la vida y d<strong>el</strong> alimento dentro de sí mismos; 100 esto<br />
es, que <strong>el</strong>los y la fuente inagotable d<strong>el</strong> mundo son la misma cosa. 101<br />
91<br />
Midrash, comentario al Génesis, Rabbah 8:1.<br />
92<br />
Supra, p. 87.<br />
93<br />
Infra, pp. 252-255.<br />
94<br />
Comparar con James Joyce: “en la economía d<strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o... no hay más matrimonios, hombre<br />
glorificado, un áng<strong>el</strong> andrógino, siendo una esposa para sí mismo.” {Ulises; traducción de J. Salas<br />
Subirat; Santiago Rueda, Buenos Aires, 1945; p. 227.)<br />
95<br />
Sófocles, Edipo rey; véase también Ovidio, Metamorfosis, III, 324 ss., 511 y 516. Otros ejemplos d<strong>el</strong><br />
hermafrodita como sacerdote, dios o vidente aparecen en Herodoto, 4, 67; Teofrasto, Caracteres, 16, 10-<br />
11, y en Voyage and Trav<strong>el</strong>s de J. Pinkerton, cap. 8, p. 427; “A New Account of the East Indies”, por<br />
Alexander Hamilton. Citados por Young, op. cit., pp. 2 y 9.<br />
96<br />
Ver Zimmer, Myths and Symbols in Indian Art and Civilization, fig. 70.<br />
97<br />
Ver lám. X.<br />
98 Ver B. Spencer y F. J. Gillen, Native Tribes of Central Australia (Londres, 1899), p. 263; Róheim, The<br />
Eternal Ones of the Dream, pp. 164-165. La subincisión produce artificialmente una especie de<br />
hipospadias que se asemeja a la de cierta clase de hermafroditas. (Ver <strong>el</strong> retrato de la hermafrodita<br />
Marie Angé, en Young, op. cit., p. 20.)<br />
99 Róheim, The Etemal Ones of the Dream, p. 94.<br />
100<br />
Ibid., pp. 218-219.<br />
101<br />
Compárese con la siguiente descripción d<strong>el</strong> Bodhisattva Darmakara: “<strong>De</strong> su boca salía un dulce y<br />
más que c<strong>el</strong>este olor a sándalo. <strong>De</strong> todos los poros de su cabeza brotaba olor de lotos, y él agradaba a<br />
todos por su gracia y su b<strong>el</strong>leza, dotado con la plenitud d<strong>el</strong> más brillante color, Como su cuerpo estaba<br />
adornado con todos los buenos <strong>signo</strong>s y marcas, surgían de los poros de su cabeza y de las palmas de<br />
sus manos toda clase de ornamentos preciosos con todas las formas de las flores, incienso, olores,<br />
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