Informe el chalequeo diveris%c3%b3n o discriminaci%c3%b3n
Informe el chalequeo diveris%c3%b3n o discriminaci%c3%b3n
Informe el chalequeo diveris%c3%b3n o discriminaci%c3%b3n
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
El <strong>chalequeo</strong> con apodos, según los/as<br />
entrevistados/as, puede ser usado también como<br />
forma de venganza por un maltrato anterior o<br />
incluso como un <strong>chalequeo</strong> justiciero:<br />
Y de los que hacen sentir mal, a una amiga<br />
porque me cae muy mal <strong>el</strong>la los trata mal a los<br />
demás, yo pienso que uno debe tratar a los<br />
demás como lo tratan a uno entonces a <strong>el</strong>la le<br />
dicen x en <strong>el</strong> salón, yo le puse así porque <strong>el</strong>la<br />
trata mal, por mí, salió todo <strong>el</strong> mundo a decirle<br />
así en <strong>el</strong> salón (F, 14, Baruta).<br />
Se usan apodos como zamuro o sopla-bistec para<br />
referirse a varones que acostumbran “quitarle”<br />
la novia a los amigos, con una connotación<br />
desvalorizante para la mujer, un importante<br />
material de trabajo en género para un/a educador/<br />
a. En resumen, los apodos y desvalorizaciones<br />
se originan en: características físicas, de<br />
personalidad, de orientación sexual, lugar de la<br />
vivienda, nacionalidad, enfermedad, ser claro<br />
o ser oscuro; ser de alguna manera diferente al<br />
promedio ya hace que un/a escolar sea susceptible<br />
al <strong>chalequeo</strong>. Varios/as entrevistados/as mostraron<br />
una enorme molestia con los apodos y omitieron<br />
expresamente mencionarlos pero explicaron<br />
exactamente en qué consisten. Algunos apodos<br />
se conocieron por terceros, hecho que permitió<br />
respaldar algunas referencias, como <strong>el</strong> caso de<br />
un niño al que le inventaron un apodo a partir d<strong>el</strong><br />
ap<strong>el</strong>lido como burla por su supuesta orientación<br />
sexual que lo obligó a estar en terapia para poder<br />
enfrentar ese acoso. Se conocieron apodos en<br />
ambos sexos con los que los/as estudiantes se<br />
sienten verdaderamente atormentados y algunos<br />
son capaces hasta de repetir <strong>el</strong> año sólo para<br />
no continuar con <strong>el</strong> mismo grupo o en <strong>el</strong> mismo<br />
colegio. El apodo y <strong>el</strong> sobrenombre es la manera<br />
más frecuente, clara y pública de discriminar a las<br />
personas por la cual los niños, niñas y adolescentes<br />
se sienten más seriamente afectados.<br />
2.3 EL CHALEQUEO A<br />
VECES ES INSULTO<br />
A los amigos d<strong>el</strong> grupo se les permite <strong>el</strong> insulto, esto<br />
abre la puerta a otras transgresiones al respeto<br />
incluidas en las bromas pesadas, reconocido en<br />
las definiciones por <strong>el</strong> 4% de los/as entrevistados/<br />
as (que es bromas pesadas en cosas como insulto,<br />
maltrato verbal M, 10, Chacao). El siguiente texto<br />
lo ilustra:<br />
A mí por lo menos no me importa que me<br />
insulten mis amigos porque sé que es echando<br />
broma a menos que se pasen. Porque ok,<br />
varias veces nos chalequeamos, nos ponemos<br />
bravos, cuando chalequeamos por algo que te<br />
gustó, algo que pasó, pero que una persona<br />
extraña que yo no conozco que me venga a<br />
chalequear por algo, que me venga a insultar,<br />
yo me pondría bravo … (M, 12, Baruta).<br />
Para algunos/as <strong>el</strong> <strong>chalequeo</strong> es una manera<br />
pública de insultar: insultar o molestar a alguien<br />
de manera de chiste o broma y por lo general,<br />
públicamente (M, 17, Baruta). Pero hay un<br />
entrevistado para quien <strong>el</strong> <strong>chalequeo</strong> no es<br />
insulto y tiene límites muy definidos ante lo que él<br />
considera que es <strong>el</strong> <strong>chalequeo</strong>:<br />
Porque en <strong>el</strong> insulto (…) siempre sacan mamá,<br />
papá, una grosería, en <strong>el</strong> otro en cambio no,<br />
es poniéndose sobrenombres entre <strong>el</strong>los<br />
mismos, pues. Ejemplo, que yo no sepa que<br />
su mamá está muerta y yo me meto con su<br />
mamá entonces eso le du<strong>el</strong>e, su mamá puede<br />
estar viva y le du<strong>el</strong>e igualito (M, 15, Baruta).<br />
Estas contradicciones, cuándo algo califica o no<br />
de insulto o cuando se lo tolera, nos recuerdan<br />
la necesidad de comprender que se está frente<br />
a sujetos en formación, a menudo sin suficiente<br />
orientación familiar, a quienes sin justificar, se debe<br />
comprender en los vaivenes de la conformación<br />
de un juicio moral que demanda un gran esfuerzo<br />
educativo de la familia y la escu<strong>el</strong>a.