Historia y Misión del Protestantismo Hondureño - Prolades.com

Dulce Nombre. Al final de la campaña se bautizaron dice y nueve personas de las treinta que
habían hecho decisión pública de fe en Jesucristo. En abril de 1898 llegaron a Dulce Nombre los
esposos Swart, Collie Ham y Laura Nelson. Este grupo dio inicio a la primera Escuela
Dominical en este lugar, con cinco clases y tres maestros hondureños.
La obra creció notablemente no sólo cuantitativamente sino también en forma cualitativa.
En estos días Raimundo y Aquilino Pineda salieron como misioneros de la pequeña congregación
de Dulce Nombre y se unieron al colportaje de la Sociedad Bíblica Americana; gracias a la visita
que hicieron en esos días Salvador Avilez y Pablo Alvarado, que trabajaban bajo la dirección de
Francisco Penzzotti. En abril de 1899, Eleuterio Ardón fue reconocido como anciano de la iglesia
y empezó a desempeñarse como pastor. De eta forma comenzó el ministerio del pastorado
nacional. 110
Para la expansión del evangelio en Honduras fueron factores claves la labor desempeñada
por muchas mujeres, que con amor y abnegación se lanzaron a predicar el evangelio en los
lugares más apartados de Honduras. Una de estas mujeres fue Laura Nelson, quien llegó a ser
llamada “La Madre de Dulce Nombre”. Sirvió durante más de cincuenta años en este pueblo. Su
ministerio abarcaba el cuidado y crianza de niños huérfanos y el cuidado de enfermos. También
supo identificarse con la comunidad en todos sus actos cívicos. Junto con Edith Woods
reiniciaron la pequeña escuela con dos clases de niños, en las que impartían clases diurnas y
nocturnas. Muchos alumnos fueron ganados para el Señor y llegaron a ser fieles siervos de
Dios. 111 Las primeras congregaciones recibieron de sus fundadores el espíritu evangelístico y
misionero. Ya en 1904 la congregación de Dulce Nombre hizo planes para enviar y sostener
económicamente a un colportor. El obrero escogido fue Modesto Rodríguez, quien viajó por
todos los departamentos de Copán y Santa Bárbara hasta llegar a Tegucigalpa y Olancho. 112 De
esta forma la iglesia centroamericana va expandiéndose poco a poco a muchos pueblos y aldeas
del país. Para finales del siglo, las congregaciones más activas estaban en Dulce Nombre, El
Paraíso y Santa Rosa, todas ellas ubicadas en el departamento de Copán. A comienzos del siglo
fueron levantadas iglesias en San Agustin, Corquin, Gracias, San Antonio, Marcala y Mapulaca.
La iglesia centroamericana fue creciendo poco a poco a medida llegaban más misioneros. Sin
embargo, esta visión duró poco tiempo. 113
110 Ibid., 31-33.
111 Ibid., 33-37.
112 Ibid., 38.
113 En este tiempo la iglesia centroamericana todavía no tenía conciencia de ser una denominación debido a su
juventud y al rechazo al denominacionalismo. Pero llegará a serlo con el correr del tiempo. El celo evangelístico se
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