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Un componente central del proyecto consistió en transferir capacidades y brindar
apoyo para que organizaciones de otros países de la región de América Latina y el
Caribe pudieran adaptar e implementar la estrategia Punto J.
Metodología
Punto J se constituye como una propuesta educativa-comunicacional. Es una
propuesta educativa porque es eminentemente formativa, ya que promueve
el desarrollo integral de las y los adolescentes y jóvenes involucrados, generando
procesos que permiten ampliar sus capacidades, conocimientos, habilidades
cognitivas, sociales y de comunicación, así como asumir un sentido crítico de la
realidad y del contexto sociocultural que enmarca la vivencia de su sexualidad
de manera saludable y feliz. Es una propuesta comunicacional porque, primero,
promueve la interrelación entre el grupo de adolescentes, jóvenes y adultos; y
segundo, porque a partir de la interactividad que brindan las TIC permite que
adolescentes y jóvenes que usan Internet habitualmente dialoguen e interactúen,
actuando no sólo como receptores sino también productores de mensajes y nuevos
conocimientos. En el caso específico del empleo de las TIC en la promoción de
sexualidades saludables y prevención del VIH, cabe resaltar la oportunidad que
éstas representan para adolescentes y jóvenes, esencialmente para las mujeres, a
la hora de compartir sus ideales, opiniones, intereses y necesidades respecto a la
vivencia de sus sexualidades, sin temor ni vergüenza, muchas veces apoyadas por
el anonimato que las TIC ofrecen, pues es sabido que aún se habla de la sexualidad
con temor y censura.
Desde sus inicios, el grupo de voluntariado de Punto J estuvo conformado por
adolescentes y jóvenes de las zonas más afectadas económica y socialmente
de Lima, en su mayoría enfrentando ambientes de violencia y drogas, y con
pocas oportunidades de continuar con sus estudios superiores. Se determinó la
composición del grupo tratando de incluir socialmente a este potencial, y a veces
invisibilizado, grupo humano y plantear un trabajo sólido hacia la construcción de
identidades (personal y grupal), de reconocimiento de sus propias capacidades
y las de sus compañeros y compañeras de grupo, de respeto a las normas de
convivencia y a los derechos fundamentales, como lo son el de la participación, y
hacia su rol como jóvenes promotores de su propio desarrollo. Es importante señalar
que Punto J cuenta con la participación de personal adulto que contribuye también
voluntariamente, profesionales de distintas áreas de trabajo que se suman al equipo
donando parte de su tiempo para apoyar en la capacitación de las y los voluntarios
jóvenes, así como en los procesos de actualización.
El sentido que tiene el voluntariado es el de promover las capacidades personales
y de compromiso social con el desarrollo de otros y otras jóvenes de su país y de
la región. En cada convocatoria realizada por el Punto J se invita a adolescentes
y jóvenes de diversos sectores de la población y se sugieren algunos perfiles
específicos como:
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Adolescentes y jóvenes entre 15 y 24 años.
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Interés por participar y ayudar a sus pares.
}}
Disponibilidad de tiempo por lo menos una a dos tardes por semana
(durante 6 meses).
}}
Disponibilidad de trabajar en equipo.
}}
Poseer una habilidad o interés específico (investigar en web, redactar y/o
ilustrar).
Concurso “Buenas prácticas y abordajes innovadores sobre género, mujeres jóvenes y VIH en América Latina”
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