24.06.2015 Views

10. Hacia la Fundación

En Hacia la Fundación, Isaac Asimov continúa narrando la biografía de Hari Seldon, que empezó a relatar en Preludio a la Fundación. El libro comienza en Trántor, la capital del Imperio Galáctico, 8 años después de los sucesos ocurridos en Preludio a la Fundación. En esta novela se muestra como Seldon desarrolló su teoría de la psicohistoria desde el concepto hipotético hasta una aplicación práctica a los sucesos del Imperio Galáctico.

En Hacia la Fundación, Isaac Asimov continúa narrando la biografía de Hari Seldon, que empezó a relatar en Preludio a la Fundación. El libro comienza en Trántor, la capital del Imperio Galáctico, 8 años después de los sucesos ocurridos en Preludio a la Fundación. En esta novela se muestra como Seldon desarrolló su teoría de la psicohistoria desde el concepto hipotético hasta una aplicación práctica a los sucesos del Imperio Galáctico.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Seldon, y cuya devoción a esa ciencia era todavía más intensa y apasionada que <strong>la</strong> del<br />

mismísimo Seldon. Hari había tenido a Dors y Raych, pero <strong>la</strong> psicohistoria era toda <strong>la</strong><br />

existencia de Yugo, quien no tenía esposa ni hijos. Cada vez que Wanda le visitaba algo<br />

se agitaba en el interior de Yugo. La reconocía como lo que era, una niña, y aunque sólo<br />

fuese por unos momentos, Yugo experimentaba una vaga sensación de pérdida que<br />

parecía aliviarse si demostraba afecto a <strong>la</strong> niña. Naturalmente, tendía a tratar<strong>la</strong> como si<br />

fuese un adulto en miniatura, pero a Wanda eso parecía gustarle.<br />

Seis años atrás Wanda había entrado en el despacho de Yugo. Yugo alzó <strong>la</strong> cabeza y<br />

<strong>la</strong> contempló con sus ojos reconstruidos que le hacían parecer un búho y, como de<br />

costumbre, necesitó unos momentos para reconocer<strong>la</strong>.<br />

-Vaya, pero si es mi querida amiga Wanda -dijo por fin-. Pero, ¿por qué estás tan<br />

triste? Una joven tan atractiva como tú nunca tendría que sentirse triste.<br />

-Nadie me quiere -dijo Wanda sin contro<strong>la</strong>r el temblor de su <strong>la</strong>bio inferior.<br />

-Oh, vamos, eso no es cierto.<br />

-Sólo quieren al nuevo bebé. Ya no les importo.<br />

-Yo te quiero, Wanda.<br />

-Bueno, tío Yugo, pues entonces eres el único.<br />

Wanda ya no podía insta<strong>la</strong>rse en su regazo tal y como hacía cuando era más pequeña,<br />

pero apoyó <strong>la</strong> cabeza en su hombro y lloró.<br />

Amaryl no tenía idea de qué podía hacer y sólo se le ocurrió abrazar<strong>la</strong>.<br />

-No llores -dijo-. No llores.<br />

Por pura simpatía y porque en su vida había tan pocas cosas que merecieran el l<strong>la</strong>nto,<br />

descubrió que <strong>la</strong>s lágrimas también se deslizaban por sus mejil<strong>la</strong>s.<br />

-Wanda -dijo con repentina energía-, ¿te gustaría ver algo bonito?<br />

-¿El qué? -sollozó Wanda.<br />

Para Amaryl en <strong>la</strong> vida y el universo sólo había una cosa bonita.<br />

-¿Has visto alguna vez. el primer radiante? -preguntó.<br />

-No. ¿Qué es?<br />

-Es lo que tu abuelo y yo utilizamos para hacer nuestro trabajo. ¿Ves? Está aquí<br />

mismo.<br />

Señaló el cubo negro que tenía encima del escritorio y Wanda lo contempló sin mucho<br />

entusiasmo.<br />

-Eso no es bonito -dijo.<br />

-Aún no -dijo Amaryl-, pero mira lo que ocurre cuando lo activo.<br />

Activó el aparato. La habitación se oscureció y quedó repleta de puntos luminosos y<br />

destellos de colores distintos.<br />

-¿Ves? Ahora podemos aumentarlo todo de forma que los puntos se convierten en<br />

símbolos matemáticos.<br />

Y eso hicieron. Los datos parecieron salir disparados hacia ellos y el aire se llenó de<br />

símbolos de todas c<strong>la</strong>ses, letras, números, flechas y formas que Wanda jamás había visto<br />

antes.<br />

-¿Verdad que es bonito? -preguntó Amaryl.<br />

-Sí, lo es -dijo Wanda contemp<strong>la</strong>ndo con mucha atención <strong>la</strong>s ecuaciones que (el<strong>la</strong> no lo<br />

sabía) representaban posibles futuros-. Pero esa parte no me gusta. Creo que no queda<br />

bien.<br />

Wanda señaló una ecuación multicolor que flotaba a su izquierda.<br />

-¿No te gusta? ¿Por qué dices que no queda bien? -preguntó Amaryl frunciendo el<br />

ceño.<br />

-Porque no es... bonita. Yo no <strong>la</strong> habría hecho así.<br />

Amaryl carraspeó.<br />

-Bueno, intentaré arreg<strong>la</strong>rlo.<br />

Se acercó un poco más a <strong>la</strong> ecuación y c<strong>la</strong>vó su mirada de búho en el<strong>la</strong>.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!