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10. Hacia la Fundación

En Hacia la Fundación, Isaac Asimov continúa narrando la biografía de Hari Seldon, que empezó a relatar en Preludio a la Fundación. El libro comienza en Trántor, la capital del Imperio Galáctico, 8 años después de los sucesos ocurridos en Preludio a la Fundación. En esta novela se muestra como Seldon desarrolló su teoría de la psicohistoria desde el concepto hipotético hasta una aplicación práctica a los sucesos del Imperio Galáctico.

En Hacia la Fundación, Isaac Asimov continúa narrando la biografía de Hari Seldon, que empezó a relatar en Preludio a la Fundación. El libro comienza en Trántor, la capital del Imperio Galáctico, 8 años después de los sucesos ocurridos en Preludio a la Fundación. En esta novela se muestra como Seldon desarrolló su teoría de la psicohistoria desde el concepto hipotético hasta una aplicación práctica a los sucesos del Imperio Galáctico.

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-Estoy trabajando en una ecuación de <strong>la</strong> sección 33A2D17. Mira, he recalibrado esta<br />

parte... -Movió <strong>la</strong> mano seña<strong>la</strong>ndo una mancha violeta que flotaba en el aire de<strong>la</strong>nte de<br />

sus ojos-. He utilizado el cociente habitual y... ¡Ahí! Justo lo que pensaba..., creo.<br />

Wanda se echó atrás y se frotó los ojos.<br />

-¿Qué es, Wanda? -Hari se acercó un poco más para estudiar <strong>la</strong> ecuación-. Vaya, esto<br />

parece <strong>la</strong> ecuación de Terminus y sin embargo... Wanda, es una inversión de <strong>la</strong> ecuación<br />

de Terminus, ¿no?<br />

-Sí, abuelo. Verás, los números de <strong>la</strong> ecuación de Terminus no acaban de funcionar<br />

con precisión, y... Mira. -Wanda pulsó un botón disimu<strong>la</strong>do en un panel de <strong>la</strong> pared y una<br />

segunda mancha, ésta de un rojo intenso, apareció al otro <strong>la</strong>do de <strong>la</strong> habitación. Seldon y<br />

Wanda fueron hacia el<strong>la</strong> para inspeccionar<strong>la</strong>-. ¿Ves lo bien que encaja todo ahora,<br />

abuelo? He necesitado semanas para conseguir que quedara así.<br />

-¿Cómo lo has logrado? -preguntó Seldon admirando <strong>la</strong> estructura de <strong>la</strong> ecuación, su<br />

lógica y su elegancia.<br />

-Al principio me concentré en el<strong>la</strong> desde aquí. Eliminé todo lo demás. Si quieres que<br />

Terminus funcione concéntrate en Terminus... Parece lógico, ¿verdad? Pero después<br />

comprendí que no podía limitarme a introducir esta ecuación en el primer radiante y<br />

esperar que encajara con fluidez como si no hubiera pasado nada. Colocar algo significa<br />

que habrá cambios de posición en otro sitio. Un peso necesita un contrapeso.<br />

-Creo que el concepto al que te estas refiriendo es lo que los antiguos l<strong>la</strong>maban yin y<br />

yang.<br />

-Sí, más o menos. Yin y yang... Bien, comprendí que para perfeccionar el yin de<br />

Terminus tenía que localizar su yang... cosa que hice... aquí. -Volvió a <strong>la</strong> mancha violeta,<br />

casi escondida en el otro semicírculo de <strong>la</strong> esfera del primer radiante-. Y en cuanto ajusté<br />

<strong>la</strong>s cifras <strong>la</strong> ecuación de Terminus encontró el lugar adecuado. iArmonía!<br />

Wanda parecía tan comp<strong>la</strong>cida consigo misma como si hubiera logrado resolver todos<br />

los problemas del Imperio.<br />

-Resulta fascinante, Wanda. Luego tendrás que explicarme lo que crees que significa<br />

todo esto para el proyecto... Pero ahora tienes que acompañarme a <strong>la</strong> holopantal<strong>la</strong>. Hace<br />

unos minutos recibí un mensaje urgente de Santanni. Tu padre quiere que nos pongamos<br />

en comunicación con él inmediatamente.<br />

La sonrisa de Wanda se desvaneció. Las recientes noticias de que había combates en<br />

Santanni le habían a<strong>la</strong>rmado mucho. Los recortes presupuestarios del Imperio seguían<br />

produciéndose, y los ciudadanos más afectados siempre eran los de los mundos<br />

exteriores. Tenían acceso limitado a los mundos interiores, que eran más ricos y estaban<br />

más pob<strong>la</strong>dos, y cada vez les resultaba más difícil cambiar los productos de sus mundos<br />

por <strong>la</strong>s importaciones que tanto necesitaban. Pocos hipernavíos imperiales visitaban<br />

Santanni y aquel p<strong>la</strong>neta tan lejano se sentía ais<strong>la</strong>do del resto del Imperio, con el<br />

resultado de que habían empezado a surgir focos de rebeldía.<br />

-Abuelo, espero que todo vaya bien -dijo Wanda, y el tono de su voz reve<strong>la</strong>ba el miedo<br />

que sentía.<br />

-No te preocupes, querida. Si Raych ha podido enviarnos un mensaje deben de estar a<br />

salvo, ¿no?<br />

Entraron en el despacho de Seldon y se colocaron de<strong>la</strong>nte de <strong>la</strong> holopantal<strong>la</strong>, que se<br />

activó al instante. Seldon tecleó un código en el panel que había junto a <strong>la</strong> pantal<strong>la</strong> y<br />

esperaron los escasos segundos necesarios para que se estableciera <strong>la</strong> conexión<br />

intergaláctica. La pantal<strong>la</strong> pareció retroceder lentamente hasta quedar incrustada en <strong>la</strong><br />

pared como si fuera <strong>la</strong> entrada de un túnel, y <strong>la</strong> silueta familiar de un hombre de<br />

constitución muy robusta fue emergiendo poco a poco de el<strong>la</strong>. El sistema de conexión<br />

hizo los últimos ajustes, y los rasgos del hombre se volvieron más nítidos. La silueta cobró<br />

vida un instante después de que Wanda y Seldon distinguieran el frondoso bigote dahlita<br />

de Raych.

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