24.06.2015 Views

10. Hacia la Fundación

En Hacia la Fundación, Isaac Asimov continúa narrando la biografía de Hari Seldon, que empezó a relatar en Preludio a la Fundación. El libro comienza en Trántor, la capital del Imperio Galáctico, 8 años después de los sucesos ocurridos en Preludio a la Fundación. En esta novela se muestra como Seldon desarrolló su teoría de la psicohistoria desde el concepto hipotético hasta una aplicación práctica a los sucesos del Imperio Galáctico.

En Hacia la Fundación, Isaac Asimov continúa narrando la biografía de Hari Seldon, que empezó a relatar en Preludio a la Fundación. El libro comienza en Trántor, la capital del Imperio Galáctico, 8 años después de los sucesos ocurridos en Preludio a la Fundación. En esta novela se muestra como Seldon desarrolló su teoría de la psicohistoria desde el concepto hipotético hasta una aplicación práctica a los sucesos del Imperio Galáctico.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

-No sé qué hacer -dijo-. Contarte chistes y anécdotas graciosas no sirve de nada. Las<br />

entiendes de forma puramente intelectual. Me temo que tendrás que memorizar el sonido.<br />

-Usa una banda sonora holográfica -dijo Dors.<br />

-iNo! No sería Demerzel, sino una pandil<strong>la</strong> de idiotas contratados para reírse como lo<br />

que son. No es eso lo que quiero. Vuelve a intentarlo, Demerzel.<br />

Demerzel volvió a intentarlo una y otra vez hasta que Seldon se dio por satisfecho.<br />

-De acuerdo -dijo-, memoriza ese sonido y reprodúcelo cuando se te formule <strong>la</strong><br />

pregunta. Tu expresión debe transmitir que <strong>la</strong> pregunta te hace mucha gracia. Por muy<br />

bien que lo imites, no puedes emitir el sonido de <strong>la</strong> risa con <strong>la</strong> cara seria. Sonríe un poco,<br />

sólo un poco... Sube <strong>la</strong>s comisuras de los <strong>la</strong>bios. -La boca de Demerzel fue moldeando<br />

lentamente una sonrisa-. No está mal... ¿Puedes conseguir que te chispeen los ojos?<br />

-¿Qué quieres decir con eso de que le «chispeen» los ojos? -preguntó Dors con voz<br />

indignada-. Nadie puede conseguir que le chispeen los ojos. No es más que una<br />

metáfora...<br />

-No, no lo es -dijo Seldon-. Cuando hay algunas Iágrimas en los ojos provocadas por lo<br />

que sea, tristeza, alegría, sorpresa, tanto da, el reflejo de <strong>la</strong> luz en <strong>la</strong>s pequeñas lágrimas<br />

crea ese efecto.<br />

-Bueno, ¿y esperas realmente que Demerzel produzca lágrimas? ¿Que llore?<br />

-Mis ojos producen lágrimas -dijo Demerzel con mucha calma-. Sirven para limpiarlos,<br />

aunque nunca hay un exceso de fluido. C<strong>la</strong>ro que si me imagino que los tengo<br />

ligeramente irritados...<br />

-Inténtalo -dijo Seldon-. Siempre ayudará un poco.<br />

Cuando <strong>la</strong> holovisión subetérica acabó de transmitir <strong>la</strong> char<strong>la</strong> y <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras se dirigían<br />

hacia millones de mundos a miles de veces <strong>la</strong> velocidad efectiva de <strong>la</strong> luz -pa<strong>la</strong>bras<br />

cargadas de información, pronunciadas en un tono de voz serio y calmado, sin el mínimo<br />

embellecimiento retórico-, y se hubieron abordado todos los temas salvo el de los robots,<br />

Demerzel dec<strong>la</strong>ró que estaba dispuesto a responder a <strong>la</strong>s preguntas que quisieran.<br />

No tuvo que esperar mucho tiempo. La primera pregunta fue: «Señor primer ministro,<br />

¿es usted un robot?»<br />

Demerzel se limitó a contemp<strong>la</strong>r impasiblemente a quien había formu<strong>la</strong>do <strong>la</strong> pregunta<br />

haciendo que <strong>la</strong> tensión se acumu<strong>la</strong>ra. Después sonrió, su cuerpo tembló ligeramente y<br />

se rió. No fue una carcajada estrepitosa, pero sí muy sonora, <strong>la</strong> risa de alguien que está<br />

disfrutando de una agradable fantasía interna. Era muy contagiosa. El público empezó a<br />

soltar risitas ahogadas y acabó riendo con él.<br />

Demerzel esperó a que los últimos ecos de <strong>la</strong>s carcajadas se desvanecieran.<br />

-¿He de responder a esa pregunta? -dijo Demerzel con los ojos chispeantes-. ¿Es<br />

realmente necesario?<br />

Cuando <strong>la</strong> pantal<strong>la</strong> se oscureció aún estaba sonriendo.<br />

23<br />

-Seguro que ha funcionado -dijo Seldon-. El vuelco en <strong>la</strong> situación no será instantáneo,<br />

naturalmente. Hace falta un poco de tiempo, pero creo que los acontecimientos ya<br />

empiezan a moverse en dirección correcta. Me di cuenta cuando interrumpí el discurso de<br />

Namarti en el campus universitario. El público estaba con él hasta que me enfrenté a<br />

Namarti, demostrando que él y sus matones no me asustaban. En cuanto lo hice, todos<br />

empezaron a cambiar de bando en seguida.<br />

-¿Y crees que ésta situación es parecida a aquél<strong>la</strong>? -preguntó Dors con voz dubitativa.<br />

-Por supuesto que sí. Si no dispongo de <strong>la</strong> psicohistoria puedo utilizar <strong>la</strong> analogía..., y<br />

supongo que también puedo utilizar el cerebro con el que nací, ¿no? El primer ministro<br />

veía cómo <strong>la</strong>s acusaciones llovían sobre su cabeza y se enfrentó a el<strong>la</strong>s con una sonrisa y<br />

una carcajada, <strong>la</strong> reacción menos robótica que se pueda imaginar, y en sí mismo ese

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!