10.07.2015 Views

Un rey golpe a golpe

Un rey golpe a golpe

Un rey golpe a golpe

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

133extrañas en las que prácticamente regaló palacios y propiedades que en realidad eran de titularidadmás que dudosa. Pero nadie con capacidad legal para hacerlo se ha preocupado de investigar esteasunto. Aunque hizo un mal negocio, teniendo en cuenta el volumen y la calidad de las ventas, alfin y al cabo sumó, sólo con respecto a lo que se ha repasado aquí, casi 300 millones de pesetas, unacantidad que muchas personas no habrían considerado despreciable. Pero ha sido todo tan confuso yoscuro, que incluso se ha llegado a publicar que, cuando Don Joan murió, no tenía dinero para pagarla clínica, y que en el testamento sólo dejaba dos millones de pesetas.Por otro lado, para acabar con el conde de Barcelona, señalaremos que, según distintas fuentes, erauno de quienes estaban en la lista de los "perdonados" fiscalmente por el PSOE, a los que se referíaen enero de 1997 el secretario de Estado de Hacienda, Juan Costa, cuando anunció que el Estadohabía dejado de ingresar 200.000 millones de pesetas en impuestos, de cerca de 600 personas físicasy jurídicas, fundamentalmente instituciones financieras. Después de estallar el escándalo, elGobierno del PP no pudo o no quiso identificarlos, y la duda sigue flotando en el aire.El comienzo de la fortuna personal del <strong>rey</strong>Oficialmente, Juan Carlos llegó a España literalmente con lo que llevaba puesto. Para viajar aAtenas a visitar a su novia tenía que pedir dinero a su padre, que a su vez vivía de lo que le dabanlos amigos nobles leales a la monarquía. Estos mismos nobles tuvieron que sufragar el viaje denovios. Se cuenta, como si hubiese sido una gran tragedia, que cuando hicieron escala en Tailandia,la entonces princesa Sofia se enamoró de un zafiro que vio en un escaparate de Bangkok, y queJuan Carlos estaba avergonzado porque no se lo podía regalar. Por este y otros detalles, nadie serasgó las vestiduras cuando se descubrieron los primeros movimientos del príncipe para empezar aconsolidar un pequeño patrimonio propio. Su ambición, como la de cualquier españolito medio, eraser económicamente independiente. Desde 1962, es decir, desde que se casó con Sofía, el banqueroLuis Valls Taberner empezó a administrar una "subscripción popular" que aportaría liquidezeconómica a los recién casados, en la cual colaboraban, además de otros banqueros, muchos noblesy empresarios del franquismo. Valls Taberner fue un juanista fiel hasta que se dio cuenta que elfuturo era Juan Carlos, y se pasó al bando de éste. Entonces intentó convencer también a los otrospara que hicieran lo mismo. En concreto, según explican algunas fuentes, Calvo Serer se resistióbastante, no ya en cuestiones de apoyo económico, sino político, a través del diario Madrid quedirigía. Y, al parecer, aquella desavenencia tuvo bastante que ver con el cierre del diario, en 1973,una decisión que Valls, con gran influencia en el Régimen, ayudó muy activamente a tomar.Durante aquellos años comenzaba a despuntar en la vida económica del Estado español un RuizMateos todavía en potencia, que improvisaba como mejor sabía lo que tenía que hacer para estarcerca del poder. Su padre había sido alcalde de Jerez en la época de Franco, pero él no sabíademasiado de política. Era perito mercantil, y lo único que sabía hacer bien era ganar dinero. Se leocurrió ir a hablar con Luis Valls Tabemer y Gregorio López Bravo para que le asesoraran.Comentó con ellos que ya hacía tiempo que iba a ver Don Juan a Estoril, como primera medida.Pero Valls y López Bravo le dijeron que estaba perdiendo el tiempo y el dinero. "Tú lo que tienesque ser es amigo de Juan Carlos". Y Ruiz Mareos tomó nota y entró en contacto con La Zarzuelainmediatamente. La relación empezó cuando Juan Carlos todavía era príncipe y continuó después,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!