EN-La Psicologia De Objetos Cotidianos
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EL CONOCIMI<strong>EN</strong>TO <strong>EN</strong> LA CABEZA Y <strong>EN</strong> El. MUNDO 91<br />
utiliza la gente la memoria y cómo recupera la información, descubrimos<br />
varias categorías. En este caso hay tres que nos resultan importantes:<br />
1. Memoria de cosas arbitrarias. <strong>La</strong>s cosas que retener parecen arbitrarias, sin significado<br />
y sin una relación especial entre sí ni con cosas ya sabidas.<br />
2. Memoria de relaciones significativas. <strong>La</strong>s cosas que retener forman relaciones significativas<br />
consigo mismas o con otras cosas ya sabidas.<br />
3. Memoria mediante explicación. No hace falta retener el material, que se puede<br />
derivar de algún mecanismo explicativo.<br />
MEMORIA DE COSAS ARBITRARIAS<br />
Los conocimientos arbitrarios se pueden clasificar como el simple recuerdo<br />
de lo que se ha de hacer, sin recurrir a una comprensión del porqué ni a<br />
la estructura interna. Así fue como aprendimos el alfabeto y cómo atarnos<br />
los cordones de los zapatos. Así fue incluso como aprendimos las tablas<br />
de multiplicación, que 3 por 2 son 6, aunque a ese respecto podríamos<br />
remitirnos a una estructura externa. Así es como se espera de nosotros<br />
que aprendamos códigos arbitrarios para manejar ese sistema telefónico<br />
moderno malparido. Así es como nos vemos obligados a aprender muchos<br />
procedimientos que exige la tecnología moderna: «para poner en marcha<br />
el programa, póngase la disquette blanda en la marcha A, escriba ALT<br />
MODE, CONTROLSHIFT-X, DELETE». Se trata de un aprendizaje de<br />
memoria, que es la maldición de la existencia moderna.<br />
El aprendizaje de memoria crea problemas. En primer lugar, como lo<br />
que se aprende es arbitrario, el aprendizaje resulta difícil: puede exigir un<br />
tiempo y un esfuerzo considerables. En segundo lugar, cuando surge un<br />
problema, la secuencia memorizada de actos no aporta ninguna sugerencia<br />
acerca de lo que ha salido mal, de lo que habría que hacer para<br />
resolver el problema. Aunque algunas cosas conviene aprenderlas de memoria<br />
(por ejemplo, las letras del alfabeto), en la mayor parte de los casos<br />
no es así. Por desgracia, el aprendizaje de memoria sigue constituyendo<br />
el método dominante de instrucción de muchos sistemas docentes, e incluso<br />
de gran parte de la enseñanza de adultos. Así es como se enseña a<br />
alguna gente a utilizar los ordenadores o a cocinar. Así es como hemos<br />
de aprender a utilizar algunos de los artilugios nuevos (y mal diseñados)<br />
de nuestra tecnología.