Clínica
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Por último, abordaremos la pertinencia de la afirmación de Lacan “todo el mundo está loco” y<br />
la derivación de una clínica universal del delirio (Miller) en su relación con la “clínica diferencial”<br />
neurosis-psicosis.<br />
El Paradigma del Hombre de las ratas<br />
“Hombre de las Ratas” es la nominación del caso de Ernst Lehrs, joven de 29 años, Doctor<br />
en Derecho, quien en 1907 se encuentra con Freud para llevar adelante un “tratamiento exitoso”<br />
que duró alrededor de un año y que dio lugar a discusiones tanto en la Sociedad Psicoanalítica<br />
de Viena como en el 1º Congreso Internacional de Psicoanálisis (Jones, 1981), para ser publicado<br />
finalmente en 1909 bajo la forma de un historial. Tiene la particularidad además que contamos<br />
con las anotaciones de las sesiones diarias, que se conservaron a pesar de la costumbre de<br />
Freud de destruirlas (Ibíd.).<br />
Ahora bien, antes de seguir deberíamos preguntarnos: ¿cuál es su importancia? ¿Cuáles son<br />
las razones por las que volveríamos a él, a su lectura? Mientras que para algunos los casos freudianos<br />
formarían parte del pasado, para J. Lacan (1953) en cambio, hay que “confiar en Freud”.<br />
Confiar en la elección freudiana del material y en lo que estos casos permiten hacer avanzar la<br />
teoría. Con respecto al Hombre de las Ratas, Lacan llega incluso a la siguiente afirmación: “hay<br />
que releer el Hombre de las Ratas como la Biblia, el caso está repleto de todo lo que todavía<br />
queda por decir de la neurosis obsesiva, es un tema de trabajo” (1955: 407). Afirmación que no<br />
se restringe a un momento de su enseñanza, sino que parece mantenerse como una constante<br />
a lo largo de la misma (Lacan, 1957). Podemos preguntarnos qué quiere decir “todo”, pues el<br />
propio Freud no deja de mencionar cierta insatisfacción en la escritura de sus casos debido a su<br />
carácter fragmentario e incompleto (Freud, Análisis fragmentario de un caso de histeria, 1905).<br />
Vale la pena detenerse un instante en los desarrollos freudianos de ese momento. En efecto,<br />
aún no contamos en el Hombre de las ratas con muchos de los conceptos que se revelarán luego<br />
del llamado giro de los 20 como necesarios para establecer la estructura y función del síntoma<br />
en la neurosis obsesiva. El superyó, la pulsión de muerte, el narcisismo, la teoría de la angustia<br />
vinculada al complejo de castración no están presentes en 1909 (Clastres, 1986). Ejemplar al<br />
respecto es lo que será luego el concepto de superyó por cuanto la culpabilidad del paciente<br />
bajo la forma del autorreproche está anudada a un placer que el sujeto ignora (Freud, 1909). Sin<br />
embargo, es posible considerar que no se tiene la impresión de la falta de este concepto, en la<br />
medida en que se aprecia allí “el aparato del destino en todos sus detalles”, lo que una generalización<br />
como la que más tarde cabe en el concepto tiende a borrar (Mannoni, 1988). La falta en la<br />
elaboración freudiana de estos conceptos es correlativa a que la diferencia con la histeria radique<br />
en términos “psicológicos” y no en términos pulsionales (Freud, 1909). Por otro lado, a nivel de<br />
la técnica hay que subrayar como de suma importancia el uso por primera vez de la asociación<br />
libre, “la única condición de la cura”, que el paciente diga “todo por cuanto se le pase por la cabeza”,<br />
complementaria de un “sofocar su curiosidad” por parte del médico (Ibíd.).<br />
Presentemos ahora al paciente. ¿Por qué llega este joven a la consulta con Freud? Ernst<br />
Lehrs acude en un estado de urgencia subjetiva para quitarse el padecimiento que lo aqueja<br />
desde su niñez, aunque de manera intensa desde hace cuatro años. Rubrica su malestar, que<br />
le ha hecho perder años en su vida, de la siguiente manera: temores, impulsos y prohibiciones.<br />
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