Clínica
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emplastos de bosta. De esta manera le dice a Freud que se casaría con ella por su dinero y no<br />
“sus lindos ojos”.<br />
Esta asociación dinero-bosta “se multiplica” en lo que Freud va a destacar como una relación<br />
particular del obsesivo con el dinero, que desarrolla más adelante en el texto de 1908,<br />
“Carácter y erotismo anal”, a partir de situar equivalencias simbólicas que funcionan en el<br />
inconsciente. En el historial, este tipo de equivalencia se manifiesta en el significante “rata”,<br />
que aparece en el juego de sustituciones homofónicas para el pago de la consulta: ratas (ratten)-cuotas<br />
(raten). Uso del significante que se mostrará ejemplar en lo que desarrollaremos a<br />
continuación, a saber la comedia de devolución de dinero, a partir de la cual el paciente llega<br />
a la consulta.<br />
Destacamos la posición de Freud ante estas fases pasionales de la transferencia, donde sin<br />
atender al contenido le propone asociar e incluso él mismo lo ayuda a construir las escenas. Recordemos<br />
que en Construcciones en análisis (1937) sostiene que a veces es necesario recurrir a<br />
construcciones para recuperar aquello que sería irrecuperable y que tiene el mismo valor de un<br />
recuerdo. Un detalle que nos resultó interesante para marcar cómo Freud conserva la ética analítica<br />
aun soportando el peso que el trabajo con el paciente puede significar es que en sus notas<br />
diarias, empiezan a hacer aparición ciertos signos de incomodidad ante algunos temas tratados,<br />
por ejemplo, la insistencia del paciente en hablar de su hija. Por eso exclama como expresión<br />
de desagrado “¡Otra vez mi hija!”, pero, aun así, lo soporta. Podríamos decir que “paga con su<br />
persona”, y, gracias a su espíritu de investigador, queda fuera de una posible relación dual. Es el<br />
recurso al Edipo lo que le permite realizar una operación de lectura particular, que orienta la cura<br />
en estos términos: rivalidad, celos, amor y odio al padre.<br />
El llamado “delirio obsesivo”<br />
Observamos que el denominado por Freud “delirio obsesivo” se logra manifestar en su estructura<br />
y función a partir del lazo transferencial. Delirio que tiene varias formas de presentación<br />
y que deberemos tener presentes. En el caso de los delirios obsesivos se trata para Freud de<br />
productos mixtos, conformados por representaciones obsesivas en la base, con parte del pensar<br />
lógico para combatirlas, dando como resultado un pensar patológico; esta particularidad les<br />
permite ser susceptibles de desciframiento dentro del dispositivo analítico, cuestión que no es<br />
posible con los delirios psicóticos.<br />
Comenzaremos por el delirio del pago de la deuda. Recordemos que el paciente llega a Freud<br />
en pleno “delirio obsesivo” para hacerse extender un certificado que le permita devolver el dinero<br />
al teniente A, y es Freud quien hábilmente hace de esta demanda delirante una demanda de<br />
análisis: Ernst finalmente pide ser liberado de sus representaciones obsesivas. Será también la<br />
escucha freudiana la que posibilitará situar el momento traumático de eclosión de la crisis que<br />
marcará la entrada del sujeto en el dispositivo analítico.<br />
Como mencionamos, en el presente historial es cuando Freud utiliza la asociación libre por<br />
primera vez, y dada esta “novedad técnica” es que recurre a la explicitación del método en<br />
reiteradas oportunidades. De esta manera logra construir junto con el paciente la coyuntura<br />
traumática. Comienza por el relato del capitán cruel durante las maniobras militares sobre el<br />
castigo de la introducción de ratas por el ano. Freud se muestra insistente en que lo diga, en<br />
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