30.08.2016 Views

America en la Profecia por Elena White [Version Moderna]

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

quedaron prohibidos. Y <strong>en</strong> los sitios más a <strong>la</strong> vista <strong>en</strong> los cem<strong>en</strong>terios se fijaron avisos <strong>en</strong> que se dec<strong>la</strong>raba<br />

que <strong>la</strong> muerte era un sueño eterno.<br />

El temor de Dios, decían, dista tanto de ser el principio de <strong>la</strong> sabiduría que más bi<strong>en</strong> puede<br />

considerársele como principio de <strong>la</strong> locura. Quedó prohibida toda c<strong>la</strong>se de culto religioso a excepción del<br />

tributado a <strong>la</strong> libertad y a <strong>la</strong> patria. El “obispo constitucional de París fue empujado a desempeñar el papel<br />

más im<strong>por</strong>tante <strong>en</strong> <strong>la</strong> farsa más desvergonzada que jamás fuera llevada a cabo ante una repres<strong>en</strong>tación<br />

nacional [...]. Lo sacaron <strong>en</strong> pública procesión para que manifestase a <strong>la</strong> conv<strong>en</strong>ción que <strong>la</strong> religión que<br />

él había <strong>en</strong>señado <strong>por</strong> tantos años, era <strong>en</strong> todos respectos una tramoya del clero, sin fundam<strong>en</strong>to alguno<br />

<strong>en</strong> <strong>la</strong> historia ni <strong>en</strong> <strong>la</strong> verdad sagrada. Negó solemnem<strong>en</strong>te y <strong>en</strong> los términos más explícitos <strong>la</strong> exist<strong>en</strong>cia<br />

de <strong>la</strong> Deidad a cuyo culto se había consagrado él y ofreció que <strong>en</strong> lo sucesivo se dedicaría a r<strong>en</strong>dir<br />

hom<strong>en</strong>aje a <strong>la</strong> libertad, <strong>la</strong> igualdad, <strong>la</strong> virtud y <strong>la</strong> moral. Colocó luego sobre una mesa sus ornam<strong>en</strong>tos<br />

episcopales y recibió un abrazo fraternal del presid<strong>en</strong>te de <strong>la</strong> conv<strong>en</strong>ción. Varios sacerdotes apóstatas<br />

imitaron el ejemplo del pre<strong>la</strong>do” (Scott, tomo 1, cap. 17).<br />

“Y los que habitan sobre <strong>la</strong> tierra se regocijan sobre ellos, y hac<strong>en</strong> fiesta; y se <strong>en</strong>vían regalos los<br />

unos a los otros; <strong>por</strong>que estos dos profetas atorm<strong>en</strong>taron a los que habitan sobre <strong>la</strong> tierra”. La Francia<br />

incrédu<strong>la</strong> había acal<strong>la</strong>do <strong>la</strong>s voces de repr<strong>en</strong>sión de los testigos de Dios. La Pa<strong>la</strong>bra de verdad yacía muerta<br />

<strong>en</strong> sus calles y los que odiaban <strong>la</strong>s restricciones y los preceptos de <strong>la</strong> ley de Dios se ll<strong>en</strong>aron de júbilo.<br />

Los hombres desafiaban públicam<strong>en</strong>te al Rey de los cielos, y gritaban como los pecadores de <strong>la</strong><br />

antigüedad: “¿Cómo sabe Dios? ¿y hay conocimi<strong>en</strong> to <strong>en</strong> lo alto?” Salmos 73:11.<br />

Uno de los sacerdotes del nuevo ord<strong>en</strong>, profiri<strong>en</strong>do terribles b<strong>la</strong>sfemias, dijo: “¡Dios! si es cierto<br />

que existes, toma v<strong>en</strong>ganza de <strong>la</strong>s injurias que se hac<strong>en</strong> a tu nombre. ¡Yo te desafío! Guardas sil<strong>en</strong>cio; no<br />

te atreves a descargar tus tru<strong>en</strong>os. Entonces ¿quién va a creer que existes?” M. Ch. Lacretelle, Histoire de<br />

France p<strong>en</strong>dant le dixhuitième siècle 2:309. ¡Qué eco tan fiel de <strong>la</strong> pregunta de Faraón: “¿Quién es Jehová,<br />

para que yo oiga su voz?” “No conozco a Jehová”!<br />

“Dijo el necio <strong>en</strong> su corazón: No hay Dios”. Salmos 14:1. Y el Señor dec<strong>la</strong>ra respecto de los que<br />

perviert<strong>en</strong> <strong>la</strong> verdad que “se hará manifiesta a todos su necedad”. 2 Timoteo 3:9 (VM). Después que hubo<br />

r<strong>en</strong>unciado al culto del Dios vivo, “el Alto y el Excelso que habita <strong>la</strong> eternidad”, cayó Francia al poco<br />

238

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!