30.08.2016 Views

America en la Profecia por Elena White [Version Moderna]

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

considerable pro<strong>por</strong>ción de g<strong>en</strong>te no convertida, y <strong>en</strong> el ministerio mismo había qui<strong>en</strong>es no solo erraban<br />

<strong>en</strong> <strong>la</strong> doctrina, sino que ignoraban el poder reg<strong>en</strong>erador del Espíritu Santo. De este modo quedó otra vez<br />

demostrado el mal resultado que tan a m<strong>en</strong>udo comprobamos <strong>en</strong> <strong>la</strong> historia de <strong>la</strong> iglesia desde el tiempo<br />

de Constantino hasta hoy, y que da el pret<strong>en</strong>der fundar <strong>la</strong> iglesia valiéndose de <strong>la</strong> ayuda del estado, y el<br />

ape<strong>la</strong>r al poder secu<strong>la</strong>r para el sost<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to del evangelio de Aquel que dijo: “Mi reino no es de este<br />

mundo”. Juan 18:36. El consorcio de <strong>la</strong> iglesia con el estado, <strong>por</strong> muy poco estrecho que sea, puede <strong>en</strong><br />

apari<strong>en</strong>cia acercar el mundo a <strong>la</strong> iglesia, mi<strong>en</strong>tras que <strong>en</strong> realidad es <strong>la</strong> iglesia <strong>la</strong> que se acerca al mundo.<br />

El gran principio que def<strong>en</strong>dieron tan noblem<strong>en</strong>te Robinson y Roger Williams, de que <strong>la</strong> verdad<br />

es progresiva, y de que los cristianos deberían estar prontos para aceptar toda <strong>la</strong> luz que proceda de <strong>la</strong><br />

santa Pa<strong>la</strong>bra de Dios, lo perdieron de vista sus desc<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes. Las iglesias protestantes de América—lo<br />

mismo que <strong>la</strong>s de Europa—tan favorecidas al recibir <strong>la</strong>s b<strong>en</strong>diciones de <strong>la</strong> Reforma, dejaron de avanzar<br />

<strong>en</strong> el camino que el<strong>la</strong> les había trazado. Si bi<strong>en</strong> es verdad que de tiempo <strong>en</strong> tiempo surgieron hombres<br />

fieles que proc<strong>la</strong>maron nuevas verdades y d<strong>en</strong>unciaron el error tanto tiempo acariciado, <strong>la</strong> mayoría, como<br />

los judíos <strong>en</strong> el tiempo de Cristo, o como los papistas <strong>en</strong> el de Lutero, se cont<strong>en</strong>taba con creer lo que sus<br />

padres habían creído, y con vivir como ellos habían vivido. De consigui<strong>en</strong>te <strong>la</strong> religión deg<strong>en</strong>eró de nuevo<br />

<strong>en</strong> formalismo; y los errores y <strong>la</strong>s supersticiones que hubieran podido desaparecer de haber seguido <strong>la</strong><br />

iglesia avanzando <strong>en</strong> <strong>la</strong> luz de <strong>la</strong> Pa<strong>la</strong>bra de Dios, se conservaron y siguieron practicándose. De este modo,<br />

el espíritu inspirado <strong>por</strong> <strong>la</strong> Reforma murió pau<strong>la</strong>tinam<strong>en</strong>te, hasta que llegó a s<strong>en</strong>tirse <strong>la</strong> necesidad de una<br />

reforma <strong>en</strong> <strong>la</strong>s iglesias protestantes tanto como se necesitara <strong>en</strong> <strong>la</strong> iglesia romana <strong>en</strong> tiempo de Lutero. Se<br />

notaba el mismo estu<strong>por</strong> espiritual y <strong>la</strong> misma mundanalidad, <strong>la</strong> misma rever<strong>en</strong>cia hacia <strong>la</strong>s opiniones de<br />

los hombres, y <strong>la</strong> sustitución de teorías humanas <strong>en</strong> lugar de <strong>la</strong>s <strong>en</strong>señanzas de <strong>la</strong> Pa<strong>la</strong>bra de Dios.<br />

La vasta circu<strong>la</strong>ción que alcanzó <strong>la</strong> Biblia <strong>en</strong> los comi<strong>en</strong>zos del siglo XIX, y <strong>la</strong> abundante luz que<br />

de esa manera se esparció <strong>por</strong> todo el mundo, no fue seguida <strong>por</strong> el ade<strong>la</strong>nto correspondi<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el<br />

conocimi<strong>en</strong>to de <strong>la</strong> verdad reve<strong>la</strong>da, ni <strong>en</strong> <strong>la</strong> religión experim<strong>en</strong>tal. Satanás no pudo, como <strong>en</strong> <strong>la</strong>s edades<br />

pasadas, quitarle al pueblo <strong>la</strong> Pa<strong>la</strong>bra de Dios, que había sido puesta al alcance de todos; pero para poder<br />

alcanzar su objeto indujo a muchos a t<strong>en</strong>er<strong>la</strong> <strong>en</strong> poca estima. Los hombres descuidaron el estudio de <strong>la</strong>s<br />

258

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!