30.08.2016 Views

America en la Profecia por Elena White [Version Moderna]

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

Los orígenes peculiares de Estados Unidos y su hegemonía en los asuntos mundiales se quedan indiscutibles. Como superpotencia nacida de Europa, la historia se ha resplandecido por todas partes. Pronosticada desde la antigüedad, una miríada de las represiones, las revoluciones y las reformas le inspiró al primer grupo de peregrinos a establecerse en una nueva tierra prometida de la libertad. Este libro permite al lector a comprender el destino único de América y el papel dominante, mientras asediada por maquinaciones políticas y espirituales. Claramente, esta lectura revelará las manipulaciones, los movimientos y las intervenciones que han moldeado a América, presagiando su cooperación para socavar los mismos valores, más queridos anteriormente. Al mismo tiempo, disemina rayos de esperanza y confianza a medida que se estalla un giro de acontecimientos.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

que adoptó <strong>la</strong> iglesia romana. Por c<strong>en</strong>t<strong>en</strong>ares de años fue prohibida <strong>la</strong> circu<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong> Biblia. No se<br />

permitía a <strong>la</strong> g<strong>en</strong>te que <strong>la</strong> leyese ni que <strong>la</strong> tuviese <strong>en</strong> sus casas, y sacerdotes y pre<strong>la</strong>dos sin principios<br />

interpretaban <strong>la</strong>s <strong>en</strong>señanzas de el<strong>la</strong> para sost<strong>en</strong>er sus pret<strong>en</strong>siones. Así fue como el papa vino a ser<br />

reconocido casi universalm<strong>en</strong>te como viceger<strong>en</strong>te de Dios <strong>en</strong> <strong>la</strong> tierra, dotado de autoridad sobre <strong>la</strong> iglesia<br />

y el estado.<br />

Una vez suprimido lo que descubría el error, Satanás hizo lo que quiso. La profecía había dec<strong>la</strong>rado<br />

que el papado p<strong>en</strong>saría “mudar los tiempos y <strong>la</strong> ley”. Daniel 7:25. No tardó <strong>en</strong> iniciar esta obra. Para dar<br />

a los convertidos del paganismo algo que equivaliera al culto de los ídolos y para animarles a que aceptaran<br />

nominalm<strong>en</strong>te el cristianismo, se introdujo gradualm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el culto cristiano <strong>la</strong> adoración de imág<strong>en</strong>es y<br />

de reliquias. Este sistema de ido<strong>la</strong>tría fue definitivam<strong>en</strong>te sancionado <strong>por</strong> decreto de un concilio g<strong>en</strong>eral<br />

(véase el Apéndice). Para remate de su obra sacrílega, Roma se atrevió a borrar de <strong>la</strong> ley de Dios el<br />

segundo mandami<strong>en</strong>to, que prohibe <strong>la</strong> adoración de <strong>la</strong>s imág<strong>en</strong>es y a dividir <strong>en</strong> dos el último mandami<strong>en</strong>to<br />

para conservar el número de estos.<br />

El espíritu de concesión al paganismo fom<strong>en</strong>tó aún más el desprecio de <strong>la</strong> autoridad del cielo.<br />

Obrando <strong>por</strong> medio de directores inconversos de <strong>la</strong> iglesia, Satanás at<strong>en</strong>tó también contra el cuarto<br />

mandami<strong>en</strong>to y trató de echar a un <strong>la</strong>do el antiguo sábado, el día que Dios había b<strong>en</strong>decido y santificado<br />

(Génesis 2:2, 3), para colocar <strong>en</strong> su lugar el día festivo observado <strong>por</strong> los paganos como “el v<strong>en</strong>erable día<br />

del sol”.<br />

Este int<strong>en</strong>to no se hizo al principio abiertam<strong>en</strong>te. En los primeros siglos el verdadero día de reposo,<br />

el sábado, había sido guardado <strong>por</strong> todos los cristianos, los cuales si<strong>en</strong>do celosos de <strong>la</strong> honra de Dios y<br />

crey<strong>en</strong>do que su ley es inmutable, respetaban escrupulosam<strong>en</strong>te <strong>la</strong> santidad de sus preceptos. Pero Satanás<br />

procedió con gran sutileza <strong>por</strong> medio de sus ag<strong>en</strong>tes para llegar al fin que se propusiera. Para l<strong>la</strong>mar <strong>la</strong><br />

at<strong>en</strong>ción de <strong>la</strong>s g<strong>en</strong>tes hacia el domingo, fue dec<strong>la</strong>rado día de fiesta <strong>en</strong> honor de <strong>la</strong> resurrección de Cristo.<br />

Se celebraban servicios religiosos <strong>en</strong> ese día; no obstante se lo consideraba como día de recreo, y seguía<br />

guardándose piadosam<strong>en</strong>te el sábado.<br />

Con el fin de preparar el terr<strong>en</strong>o para <strong>la</strong> realización de sus fines, Satanás indujo a los judíos, antes<br />

del adv<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to de Cristo, a que recargas<strong>en</strong> el sábado con <strong>la</strong>s más rigurosas exacciones, de modo que su<br />

34

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!