Un Obsequio de Amor Corrección Final

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Para su asombro en un sillón de aquella sala funeraria, una mujer a la que
veía sentada con la cabeza cubierta con un velo, a un metro de distancia del
féretro donde su cuerpo permanecía exánime, justo en ese instante volteó a
verlo y lo llamó con un ademán sutil.
Su brazo derecho que descansaba sobre una pierna junto a su regazo lo
levantó suavemente para extenderlo y ofrecerle la palma de su mano al
tiempo de regalarle una sonrisa gentil y amorosa.
Y como no, si se trataba de Alicia. Su segunda esposa que tres años antes
había fallecido por un mal cardiaco.
Aquel terrible acontecimiento en la vida de Ricardo y la soledad que sintió
durante varios meses lo obligaron a regresar al viejo hogar conyugal. Su ex
esposa Carmela y sus hijos Juan Antonio y Alejandra, lo convencieron. Más
por conveniencia para ellos que por una motivación afectiva.
Los recientes años en la vida de Ricardo con su antigua y a la vez nueva
familia, se caracterizaron por una relación distante y escasamente cálida,
debido a continuos reclamos de dinero, alegatos viscerales y conflictos
derivados de una conducta displicente de sus hijos, dedicados más a la fiesta
que al estudio o el trabajo.
Después de irrumpir bruscamente en su memoria ese recuerdo mortificante,
en cuanto llegó al encuentro de Alicia escuchó palabras que lo aliviaron.