Un Obsequio de Amor Corrección Final

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Con piedras y palos a la mano, tundieron hasta medio matar al agresor. Todo
en cuestión de minutos.
Ese otro desaguisado sangriento, provocó una reacción de Alicia que la incitó
a decir a Ricardo.
-Por favor. Ya no traigas más recuerdos como esos a tu mente. Me haces sentir
como si estuviera en uno de esos carritos “chocones” de la feria. Recibiendo
embestidas de todas partes-.
-Lo siento. Es como te dije: todavía no sé controlar mis recuerdos y muchas
cosas vienen a mi memoria en forma abrupta y desordenada-.
-Démonos ahora sí un merecido descanso. ¿Qué te parece si recordamos
juntos algo relajante?-.
-Como estar plácidamente sentados a un lado de la alberca en uno de esos
lindos hoteles de gran turismo, disfrutando de una buena botana y una
bebida de las que tanto nos gustaban. ¿Te parece bien?.
-Esplendido. Aunque, permíteme ser la guía, no vaya a ser la de malas que
aparezcamos en medio de la noche en una calle solitaria y unos pelafustanes
nos quieran asaltar-.
-Dos rones con refresco de cola y cacahuates. Y dentro de quince minutos les
traigo sus hamburguesas. Que tengan buen provecho-