Un Obsequio de Amor Corrección Final

71
-Los jóvenes que son más ágiles podrían ponerse de acuerdo para levantarse
en turnos de sus sillas y acudir a la puerta para abrirle al que pueda tocar, los
adultos podríamos dividirnos obligaciones como las de lavar los platos,
recoger la mesa y limpiar y ordenar los espacios que ocupemos durante
nuestras reuniones-.
Alicia añadió.
-Una cosa más: me parece que si todos asumimos una actitud de cortesía y
disposición para cooperar con los gastos y las obligaciones que implica una
visita familiar, al final nadie podría sentirse agobiado por cargas excesivas y
eso sin duda alentará una convivencia más agradable-.
-Para que un encuentro en familia sea grato, además de saludarnos con afecto
y respetarnos tratando de no hacer ni decir lo que pueda causar desagrado a
alguien, es necesario reconocer que la cooperación mutua nutre las buenas
relaciones entre las personas-.
Una escena distinta surgió en la pantalla del cine.
Sentado frente a su computadora, en una página de internet Ricardo encontró
una fotografía de un viejo conocido. Se trataba de quien por muchos años
había sido el sacerdote de una parroquia. Alguien que un día sin previo aviso
dejó el templo y los fieles supieron que al colgar la sotana casó con una dama
y procreó un hijo.