Un Obsequio de Amor Corrección Final

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Solo les faltaba una persona para poder acceder hasta una de las cajas, cuando
un menor sorpresivamente eludió el orden de espera y se adelantó para
decirle a su mamá.
-Mira mami: ya podemos comprar nuestros boletos-.
Para asombro de muchos, la señora se acercó a su hijo y lo invitó con
cordialidad a deponer su actitud.
-Por favor Carlitos, ven conmigo a esperar nuestro turno.
Eso que estás
haciendo es incorrecto. Otras personas llegaron antes que nosotros y no
podemos hacer lo que pides. Sería un abuso. Así que regresemos a la fila-.
Y luego les dijo a los que estaban formados.
-Les ofrezco una disculpa. Los niños a veces cometen imprudencias-.
Después, en la casa que habitaron Alicia y Ricardo, una pequeña llegó con
sus papás y estando lo cuatro adultos platicando en la sala, las piezas de
porcelana que se observaban sobre una mesa de centro llamaron la atención
de la niña.
La hija de sus vecinos caminó unos pasos y tomó entre sus manos la figura de
un Buda.
-Qué gordito y lindo está. Yo quiero un muñequito como éste-, dijo en ese
momento la pequeña.