JOURNALfor the STUDYof ANTISEMITISM

2011] LA NEOJUDEOPHOBIA 109
representación de todo lo malo de la modernidad (colonialismo, imperialismo,
racismo, nazismo) y que fantasmagóricamente atormenta al
progresista.
Pero no todas las críticas a Israel deben ser consideradas parte de la
neojudeofobia. Debemos evitar caer en una postura equivalente a la de los
intelectuales que aquí criticamos banalizando el concepto “antisemita”. Hay
que evitar utilizarlo frívolamente ante cualquier crítica que no sea de nuestro
agrado ya que al hacerlo esta categoría, a la larga, pierde su eficacia para
dar cuenta de situaciones reales. Si se utiliza el concepto “antisemita” como
una “herramienta” para eludir toda crítica el mismo se vuelve banal ya que
si “todo” es antisemitismo, finalmente “nada” lo es ya que no se puede
distinguir situaciones en forma objetiva y todo termina siendo cuestión de
interpretación.
En ciertos “núcleos duros” existe esta tendencia a rotular de antisemita
cualquier crítica a Israel, pero no todas lo son. Existen ciertas condiciones
que se deben cumplir para que una crítica válida se transforme en una
descalificación abierta. Varios autores plantean estas condiciones que nos
ayudan a trazar los límites entre ambas. Hay que sopesar cuidadosamente
cada declaración para evitar caer en las generalizaciones banalistas que
tanto criticamos.
Para evitar caer en estas canalizaciones contraproducentes debemos
establecer claramente que la judeofobia, cualquiera sea su origen, tiene elementos
cualitativos comunes que se pueden sintetizar una serie de características
que la definen, a saber:
a. Su carácter “Objetivo”: Los judeófobos siempre hallarán una
excusa “válida” para “objetivar” su odio (despréndelo de sí y
vivirlo no como algo propio sino como algo “objetivo”, algo negativo
en los judíos que legitime el encono hacia ellos). Es un
proceso mental mediante el cual se “coloca” la cualidad del odio
en el objeto odiado, esto conduce a que el odio sea vivido como
algo generado por el propio objeto de odio (“El Judío”, “El Sionismo”,
“Israel”) a causa de algún “hecho objetivo” (el “asesinato”
de Jesús, la “profanación” del cuerpo de Cristo—a través de las
hostias—la conspiración global para la dominación, la traición
cosmopolita, la contaminación racial, el genocidio palestino, etc.).
b. Su carácter inconsciente: Raramente (sólo en casos extremos) la
judeofobia se le aparece al judeófobo como un elemento consciente.
Generalmente aparecerá como oculta a la consciencia
(reprimida) y por el malestar que genera al ser una manifestación
del inconsciente—que como tal pugna por aflorar a la consciencia
a través de retoños—asumirá un carácter cada vez más violento en
los crecientes e infructuosos esfuerzos por reprimir dichos retoños.