JOURNALfor the STUDYof ANTISEMITISM

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mente, mantiene una actitud crítica al Estado Judío, incluso desde antes del
mandato del Presidente Lula.
En el pasado, los años 30 fueron una década en la cual los integralistas,
que eran el partido fascista brasileño, generaron en Brasil un clima de hostilidad
contra los judíos mediante la creación de la imagen del judío que
amenaza Brasil y “equiparar a los judíos con los comunistas” 1 que eran el
paradigma del enemigo público del gobierno. Era la época del dictador
Getulio Vargas, y en aquella etapa, la estrategia diplomática brasileña era
decir a las autoridades estadounidenses que Brasil ayudaría a los refugiados
judíos, al mismo tiempo que, a través de documentos secretos, prohibía la
entrada a los judíos que huían de Europa. En aquel periodo el Brasil redujo
sus cuotas de inmigración y explícitamente ordenó a sus cónsules en Europa
que debían negar vistos de entrada a cualquier persona de “origen semita”. 2
Este caso muestra que hay diferencias entre el discurso “oficial” y aspectos
poco visibles de la opinión nacional sobre los judíos. El trasfondo de la
política brasileña relacionada con los judíos muestra que siempre hay que
más allá de la superficie si se quiere comprender el antisemitismo en nuestro
país.
SUBTERRÁNEO Y NO TAN SUBTERRÁNEO
Aunque le suene extraño a algunos brasileños, la intolerancia y el
antisemitismo pueden florecer y mostrar su cara en el Brasil, mismo en
tiempos de democracia y libertad. La mayoría de los ciudadanos y políticos
brasileños piensan que el racismo y el antisemitismo no son un problema
significativo en el país. Inclusive los judíos inmigrantes que llegaron al Brasil
después de haber sido perseguidos en Europa y en los países árabes,
piensan que el país siempre será un “amigo de los judíos”. En este escenario
el tema de cómo tratar el antisemitismo se vuelve muy complejo. La
comunidad judía sabe que los cambios geopolíticos pueden modificar un
país y que algunas nuevas circunstancias regionales como la situación en
Venezuela pueden ser el caldo de cultivo para el antisemitismo, pero no
sienten casi nunca esto en su vida cotidiana y, a veces, no quieren ni
reconocer los riesgos.
Hasta hace poco, unas pocas organizaciones judías independientes y
algunos rabinos trabajaban por su propia cuenta e iniciativa, de una manera
tranquila y aislada, contra el antisemitismo. Pero como respuesta a cambios
1. Hélgio Trindade. Integralismo, o fascismo brasileiro na década de 30; Ed.
DIFEL; S. Paulo:1979.
2. Graciela Ben Dror. La elite católica en Brasil y su actitud hacia los judíos,
1933-1939. Centro de Recursos de la Shoah; www.yadvashem.org.