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go durante la primavera y un descenso paulatino desde mayo. De toas formas, existe
una cierta tendencia de Ramona a poseer mayores valores que Claudia.
Índice de cosecha.
Entendemos como índice de cosecha (IC) a la relación entre el elemento cosechable
(raíz) frente al total de la biomasa de la planta. En el gráfico 10 observamos que los
tratamientos con déficit hídrico poseen mayor IC (a partir de marzo), es decir, existe un
mayor desarrollo relativo de la raíz, donde la planta ha dedicado mayor cantidad de asimilados
para dicha producción. Si observamos la diferencia entre variedades, podemos
destacar que Claudia posee mayor IC que Ramona en cualquiera de los dos tratamientos
hídricos, igualándose sólo al final de junio en las variedades en déficit hídrico.
Si observamos el IC referido a peso seco (y no a preso fresco) representado en el
gráfico 11, las diferencias entre los tratamientos hídricos solo son patentes a partir de
mayo, siendo las diferencias mucho menores que cuando la referimos a peso fresco.
Hasta mayo existe una clara diferencia en el comportamiento de las variedades con independencia
del régimen hídrico, de tal forma que, Ramona posee menor IC que
Claudia.
Todo esto implica que el desarrollo relativo de las diferentes partes de la planta posee
un ciclo diferente según la variedad y el régimen hídrico aplicado, poseyendo
Ramona una tendencia a desarrollar menos la raíz frente a las hojas que la variedad
Claudia. Al menos en las condiciones ensayadas.
Brix y polarización.
El gráfico 12 muestra la evolución del brix a lo largo del ciclo estudiado. Lo primero
que destaca al observar este gráfico es la diferencia entre los tratamientos en déficit
hídrico y los tratamientos en riego a demanda, diferencia que se hace patente principalmente
desde finales de abril. Las dos variedades en déficit hídrico poseen mayor brix
que sus respectivas en riego. Inicialmente el brix de Claudia es ligeramente superior al
de Ramona. A partir de mayo las dos variedades se comportan de forma similar. A finales
de abril se produce un incremento en la tendencia hasta principios de junio donde
se paraliza el aumento en concentración de materia seca refractométrica, estabilizándose
alrededor de 24-26 ºBrix. En julio, en Ramona, comienza a decae el valor del brix
hasta alcanzar aproximadamente 22º en agosto. Este mismo comportamiento aparece
en los tratamientos con riego a demanda, aunque con valores menos acusados, estabilizándose
en los meses de junio-julio alrededor de 16 ºBrix. En general, Ramona tiende
a poseer valores menores que Claudia, salvo al final donde Ram-RAD, incrementa su contenido
mucho más de lo que lo hace Claudia.
La polarización (gráfico 13), posee un comportamiento semejante al brix, es decir,
existe una clara diferencia entre los regímenes hídricos aplicados, con un incremento
brusco en mayo, una estabilización a partir de junio y un descenso en agosto para los
tratamientos en déficit hídrico. La polarización pasa de 13-14º a principios de mayo hasta
19-20º a principios de julio, para Claudia y Ramona respectivamente. En este mismo
periodo el incremento para los tratamientos en riego es de aproximadamente 3 grados
pasando de 10º a 13º. Durante junio y mitad de julio los valores de la polarización de estos
tratamientos no varía sustancialmente, incrementándose solo al final del periodo en
aprox. 2º.
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