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res de Cla-RAD. Ramona no muestra distinción importante entre sus dos tratamientos hídricos,
presentando un comportamiento intermedio entre Claudia en riego a demanda y
su homólogo en déficit hídrico.
El contenido en nitrógeno de los peciolos (gráfico 23) es equivalente a años anteriores
con valores máximos al comienzo de estudio, decayendo hasta valores mínimos
y subiendo su concentración hasta final del periodo. Inicialmente parece existir la tendencia
a presentar mayores valores Claudia frente a Ramona. En el periodo estival solo
Cla-RAD destaca con valores superiores.
La concentración de nitrógeno en raíz (gráfico 24) presenta sus máximos al principio
del periodo estudiado, reduciéndose hasta finales de abril. A partir de aquí los dos tratamientos
de Ramona y el tratamiento de Claudia en riego a demanda presentan dos mesetas:
una durante mayo y principios de junio (0,55% de media) y otra en julio y agosto
(0,75% de media). Para Cla-DH, el contenido en nitrógeno es superior al resto desde mayo
con valores estables desde finales de mayo con una media de aproximadamente 0,9%
Nitrógeno total asimilado.
El gráfico 25 representa el nitrógeno asimilado por el cultivo (kg de N/ha). Como
se puede observar el nitrógeno tomado por Ramona en riego a demanda es muy superior
(hasta 100 UF) en abril-mayo a Claudia con el mismo régimen hídrico. Este tratamiento,
Ramona, acumula más rápidamente el nitrógeno alcanzando a finales de abril su
máximo con algo más de 320 UF. A partir de aquí, la planta deja de tomar nitrógeno o
al menos lo toma al mismo ritmo que lo pierde (por pérdida de masa foliar). Claudia en
riego a demanda, posee una tasa de asimilación menor que Ramona, aunque continúa
asimilando hasta finales de junio, donde alcanza su máximo, muy similar al de Ramona
pero 2 meses después. Al final Cla-RAD sufre una pérdida de más de 100 kg N/ha.
En mayo, los tratamientos en déficit hídrico paralizan el incremento en nitrógeno
asimilado, manteniendo más o menos estable este valor alrededor de 200 kgN/ha.
Comentarios sobre riego.
En el gráfico 26 se muestra la evolución del agua en el suelo de los diferentes tratamientos,
diferenciados entre los tratamientos en riego y los tratamientos en “secano”.
En este mismo gráfico se muestra las lluvias recibidas y los riegos realizados. El agua
en el suelo viene representada por el porcentaje de agua útil (AU, capacidad de campo
menos punto de marchitez permanente estimados según RAWLS, en %). El cálculo de
evapotranspiración es realizado diariamente por la ETo (estación meteorológica) multiplicado
por la Kc estandarizada para siembra otoñal y calculado para 1 metro de profundidad.
Como se observa, debido a las lluvias, durante todo el invierno el agua útil se mantiene
por encima del 90% en los dos regímenes hídricos. Cuando este agua útil baja del
90% comienzan los riegos para los tratamientos en régimen hídrico de Riego a
Demanda. A partir de aquí, la evolución del contenido en agua de los dos regímenes se
separa. Para los tratamientos sin aporte en riego el 60% del agua útil se alcanza a finales
de marzo, alcanzando un valor alrededor del 30% a mitad de abril. Debido a la aparición
de lluvias primaverales, el agua de estos tratamientos se recupera hasta alcanzar
puntualmente el 80% de AU. Desde finales de abril, sufren una reducción del contenido