december-2009

El norte de México forma desde hace décadas un inmenso
escenario abierto a las interpretaciones de la Norteamérica
anglosajona, a veces no exenta de cierto tinte racista en algunas
producciones. La sutileza con que aparecen dichos estereotipos
no va en contra de la buena factura de éstas. Traffic resulta una
excelente película que retrata las complejidades del mundo del
narcotráfico, pero el uso de tonos sepias una vez que la cámara
“cruza” la frontera al lado mexicano no deja de ser tendencioso.
Tijuana es retratada en una atmósfera densa, como si el mal
estuviera en el aire mismo que se respira en la ciudad.
Frente a este fenómeno cultural, en México hay voces que
han respondido en el terreno cinematográfico con un gesto de
“David frente a Goliat” . Por ejemplo, Bajo California: el límite
del tiempo, de Carlos Bolado, es una extraordinaria historia que
TITANIC (1997) LEGEND OF ZORRO (2005) INTO THE WILD (2007)
reivindica el espacio fronterizo y el desierto como lugares de
redención y de contemplación. Cabeza de Vaca, de Nicolás Echeverría,
y Padre Kino, de Felipe Cazals, hacen lo propio tocando
temas de interés histórico. Por otro lado, resulta interesante
constatar que, desde hace unos años, el Festival Internacional
de Cine de Sundance ha reconocido, ya sea con premios del
jurado o del público, títulos como La tragedia de Macario, Crossing
Arizona, Letters from the Other Side, De nadie y Sin nombre,
que tienen en común el hilo conductor de la tragedia humana
en torno a los migrantes. ¿Se nos habrá acabado la creatividad
o la capacidad de asombro, como para crear buenas historias
más allá de los clichés de la trata de blancas y el tráfico de
drogas? ¿O estamos frente a un establishment que desde la
comodidad del Primer Mundo premia a directores que muestran
sistemáticamente la miseria de la realidad mexicana o latinoamericana?
En fin, el dilema queda abierto y, afortunadamente
para nosotros, espectadores, frente a un Bordertown que retrata
la más cruda realidad de las muertas de Juárez, existe una
Luz silenciosa que narra una bella historia de redención en el
transparente cielo de Chihuahua… Y, a propósito de Chihuahua,
el cineasta mexicano Felipe Cazals acaba de terminar su último
rodaje, de Chicogrande que trata, desde un punto de vista mexicano,
el conflicto entre Pancho Villa y el pueblo de Columbus,
que desencadenó la expedición punitiva de Pershing. Habrá que
ver esta cinta sobre la batalla ocurrida en la realidad hace casi
cien años y cuya metáfora, en todo caso, sigue siendo la guerra
en las pantallas por el imaginario colectivo de nuestro país.
MOVIEMAKING IN MEXICO AND THE IMAGERY OF THE BORDER REGION
To drive from Tijuana to Ensenada, in the state of Baja California, you have
to pass through Rosarito, a small traditional border town.
If anything on the border could be considered surprising, this place has
something that is hard to find in other parts of Mexico: life-size replicas
of ships from various periods, including the Titanic and the Black Pearl
(Pirates of the Caribbean), as well as the frigate that actor Russell Crowe
in Master and Commander piloted across the seven seas. There are also
remains of anti-aircraft guns, props from the simulated Japanese attack
on Pearl Harbor, and a strange capsule in which a human traveled to the
Planet of the Apes. In a relatively small area, this singular enclave on
the Mexican Pacific is full of objects associated with some of the major
superproductions of Hollywood from the last 15 years.
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