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Teología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Reforma<br />
mostrado que El es justo y recto. El ha hecho en <strong>la</strong> cruz una<br />
<strong>de</strong>c<strong>la</strong>ración pública <strong>de</strong> esto. El es justo y pue<strong>de</strong> justificar, <strong>de</strong>bido a<br />
que habiendo castigado a otro en nuestro lugar, El pue<strong>de</strong><br />
perdonarnos gratuitamente. Y El lo hace así.<br />
Este es el mensaje <strong>de</strong>l versículo 24: “Siendo justificados<br />
(consi<strong>de</strong>rados, <strong>de</strong>c<strong>la</strong>rados, pronunciados ‘justos’) gratuitamente<br />
por su gracia, por <strong>la</strong> re<strong>de</strong>nción (el rescate) que es en Cristo Jesús;<br />
al cual Dios ha propuesto en propiciación por <strong>la</strong> fe en su sangre”<br />
(Rom.3:24-25). De este modo el <strong>de</strong>c<strong>la</strong>ra su justicia por haber<br />
pasado por alto estos pecados en su tiempo <strong>de</strong> autorefrenamiento.<br />
“Con <strong>la</strong> mira <strong>de</strong> manifestar” su justicia entonces, y ahora, y<br />
siempre al perdonar pecados. De esta manera El es, el único y al<br />
mismo tiempo, el justo y el que justifica al que es <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe <strong>de</strong><br />
Jesús.<br />
Tal es <strong>la</strong> gran<strong>de</strong>, gloriosa y maravillosa afirmación. Asegúrese <strong>de</strong><br />
que éste sea su punto <strong>de</strong> vista, y <strong>de</strong> que su entendimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
cruz, incluya <strong>la</strong> totalidad <strong>de</strong> el<strong>la</strong>. Examine su punto <strong>de</strong> vista acerca<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> cruz. Don<strong>de</strong> está <strong>la</strong> afirmación acerca <strong>de</strong> “manifestar su<br />
justicia” y siga a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte, póngalo en su pensamiento: ¿Es esto algo<br />
que usted simplemente se salta y dice: ‘Bien, no sé qué es lo que<br />
esto quiere <strong>de</strong>cir; todo lo que yo sé es que Dios es amor y que El<br />
perdona’? Pero, usted <strong>de</strong>bería saber el significado <strong>de</strong> esto, porque<br />
esta es una parte esencial <strong>de</strong>l glorioso Evangelio.<br />
En el calvario Dios estaba haciendo un camino <strong>de</strong> salvación para<br />
que usted y yo pudiéramos ser perdonados. Pero El tuvo que<br />
hacerlo <strong>de</strong> tal manera que su carácter quedara invio<strong>la</strong>ble, que su<br />
eterna consistencia permaneciera absoluta e inquebrantable. Una<br />
vez que uno comienza a contemp<strong>la</strong>r un asunto como éste, se da<br />
cuenta que ésta es <strong>la</strong> más tremenda, <strong>la</strong> más gloriosa, <strong>la</strong> más<br />
asombrosa cosa en el universo y en toda <strong>la</strong> historia humana. Dios<br />
está <strong>de</strong>c<strong>la</strong>rando en <strong>la</strong> cruz lo que El ha hecho por nosotros. Y al<br />
mismo tiempo está mostrando su propia gran<strong>de</strong>za eternal y gloria,<br />
<strong>de</strong>c<strong>la</strong>rando que El “...es luz, y en él no hay ningunas tinieb<strong>la</strong>s”<br />
(1Jn.1:5). “Cuando contemplo <strong>la</strong> maravillosa cruz...” dice Isaac<br />
Watts, pero usted no podrá ver lo maravilloso <strong>de</strong> el<strong>la</strong>, hasta que<br />
usted <strong>la</strong> contemple realmente a <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> esta gran afirmación <strong>de</strong>l<br />
apóstol. Dios estaba mostrando públicamente en <strong>la</strong> cruz <strong>de</strong> una<br />
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Fundación IBRC<br />
Teología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Reforma<br />
Esta mañana, procuraré penetrar en este tema. Quiera Dios<br />
hacerlo provechoso para cada uno <strong>de</strong> nosotros, y que seamos<br />
hal<strong>la</strong>dos entre el número <strong>de</strong> los que han <strong>de</strong> ser salvos "por amor <strong>de</strong><br />
Su nombre". Consi<strong>de</strong>rando el texto <strong>de</strong> forma literal -y <strong>de</strong> esa<br />
forma lo enten<strong>de</strong>rá <strong>la</strong> mayoría- encontramos lo siguiente: Primero,<br />
un glorioso Salvador: "Él los salvó"; segundo, un pueblo<br />
favorecido: "Él los salvó"; tercero, una razón divina por <strong>la</strong> que<br />
fueron salvados: "Por amor <strong>de</strong> Su nombre"; y cuarto, un<br />
impedimento superado en <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra "empero", <strong>la</strong> cual indica que<br />
había una dificultad que fue superada: «Salvólos empero por amor<br />
<strong>de</strong> su nombre". Un Salvador, los salvados, <strong>la</strong> razón y el<br />
impedimento superado.<br />
1. En primer lugar, pues, nos hal<strong>la</strong>mos ante UN GLORIOSO<br />
SALVADOR -"Salvólos"-. ¿Quién fue el que los salvó?<br />
Posiblemente muchos <strong>de</strong> mis oyentes contestarán: "Está c<strong>la</strong>ro, el<br />
Señor Jesucristo, que es el Salvador <strong>de</strong> los hombres." Muy bien,<br />
amigos míos, pero no es esa toda <strong>la</strong> verdad. Jesucristo es, en<br />
efecto, el Salvador, pero no lo es más que Dios el Padre, o que<br />
Dios Espíritu Santo. Muchas personas que <strong>de</strong>sconocen el sistema<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> divina verdad, tienen a Dios Padre por un ser lleno <strong>de</strong> ira,<br />
cólera y justicia, pero carente <strong>de</strong> amor; y tal vez piensan en Dios<br />
Espíritu Santo consi<strong>de</strong>rándolo como una mera influencia que<br />
emana <strong>de</strong>l Padre y <strong>de</strong>l Hijo. Pues bien, nada pue<strong>de</strong> ser más<br />
incorrecto que esta opinión. Es verdad que el Hijo me ha<br />
redimido, pero el Padre dio a su Hijo para que muriese por mí, y<br />
fue también el Padre quien me escogió en <strong>la</strong> eterna elección <strong>de</strong> su<br />
gracia. El Padre borra mi pecado, y el Padre me acepta y me<br />
adopta haciéndome miembro <strong>de</strong> su familia por medio <strong>de</strong> Cristo. El<br />
Hijo sin el Padre no podría salvar, como tampoco el Padre sin el<br />
Hijo. Y respecto al Espíritu Santo, si el Hijo redime, ¿no sabéis<br />
que es el Espíritu Santo el que regenera? Él es quien nos hace<br />
nuevas criaturas en Cristo, el que nos engendra <strong>de</strong> nuevo en una<br />
esperanza viva, quien purifica nuestra alma, el que santifica<br />
nuestro espíritu, y el que, finalmente, nos presenta sin culpa ni<br />
mancha ante el trono <strong>de</strong>l Altísimo, aceptos en el Amado. Cuando<br />
digas: "Salvador", recuerda que hay una Trinidad en esa pa<strong>la</strong>bra:<br />
El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, siendo este Salvador tres<br />
personas en un mismo nombre. No pue<strong>de</strong>s ser salvado por el Hijo<br />
Fundación IBRC 171