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Teología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Reforma<br />
social es tan prevalente hoy en día como siempre lo fue. La iglesia<br />
está urgida a ir al mundo y hacer algo acerca <strong>de</strong> <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones<br />
raciales, <strong>la</strong> contaminación, <strong>la</strong> superpob<strong>la</strong>ción, el control <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
pob<strong>la</strong>ción y muchas otras cosas más. La iglesia no <strong>de</strong>be predicar<br />
una salvación que basada en <strong>la</strong> sangre <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro que quita los<br />
pecados <strong>de</strong>l mundo. Esta NO es <strong>la</strong> salvación y predicando esta tipo<br />
<strong>de</strong> salvación no es predicar el evangelio <strong>de</strong> Jesucristo, <strong>de</strong> acuerdo a<br />
<strong>la</strong>s Escrituras que son infalibles. Esta tipo <strong>de</strong> predicación tampoco<br />
rendirá los preciosos frutos <strong>de</strong> consuelo, paz y esperanza para <strong>la</strong><br />
gente que cree en Dios.<br />
La salvación en el sentido Bíblico es un concepto muy rico. El<br />
término usado en nuestro texto literalmente significa: sanar, hacer<br />
bien. Está usado algunas veces en referencia a <strong>la</strong>s sanida<strong>de</strong>s que<br />
Jesús efectuó en varias personas. En el sentido espiritual, <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a es<br />
que estamos sanados <strong>de</strong> <strong>la</strong> mortal enfermedad <strong>de</strong>l pecado y<br />
restaurados a una sanidad espiritual. También tiene el significado<br />
<strong>de</strong>: rescate <strong>de</strong>l peligro o <strong>de</strong>strucción. Y en este sentido el énfasis<br />
está en el hecho <strong>de</strong> que Dios nos rescata <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong>l<br />
infierno, don<strong>de</strong> Su ira santa y feroz ar<strong>de</strong> eternamente.<br />
La salvación por lo tanto contiene dos elementos esenciales: 1) Es<br />
<strong>la</strong> liberación <strong>de</strong> <strong>la</strong> miseria más profunda y, 2) es una elevación a<br />
una gloria superior.<br />
Esto es obvio por el mismo contexto en el que encontramos esta<br />
Pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> Dios. Pablo comienza el capítulo diciéndonos que fuera<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> Gracia <strong>de</strong> Dios estamos muertos en transgresiones y pecados.<br />
Lo primero que Dios habló a nuestros padres en el paraíso ha sido<br />
ejecutado: "El día que comiereis <strong>de</strong> él, con toda seguridad<br />
moriréis". Ellos comieron <strong>de</strong>l fruto prohibido y por lo tanto se<br />
reve<strong>la</strong>ron en contra <strong>de</strong> Dios e inmediatamente murieron y nosotros<br />
fuimos muertos en ellos. Nosotros nacemos muertos en pecado. Lo<br />
único que hacemos siempre es pecar. Nosotros odiamos a Dios y a<br />
nuestro vecino. Vivimos y caminamos <strong>de</strong> acuerdo al curso que<br />
sigue el mundo, <strong>de</strong> acuerdo al príncipe <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l aire, el espíritu<br />
que ahora trabaja en los hijos <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>de</strong>sobediencia. Muertos en<br />
nuestras transgresiones y pecados tenemos nuestras conversaciones<br />
con los <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> nuestra carne, nosotros llevamos a cabo los<br />
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Fundación IBRC<br />
Teología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Reforma<br />
apesadumbrar a quien <strong>de</strong>rramó su sangre por vosotros. Esto cierto<br />
-que ningún hijo <strong>de</strong> Dios quiere vejar a su bendito hermano<br />
mayor. No hay ni una so<strong>la</strong> alma redimida por sangre que agra<strong>de</strong><br />
en contemp<strong>la</strong>r, anegados en l<strong>la</strong>nto, los dulces y ternos ojos <strong>de</strong> su<br />
Amado. Sé que no queréis entristecer a vuestro Señor, ¿verdad?<br />
Pero os digo que acongojaréis su generoso Espíritu, si hay algo<br />
que comparta con El vuestro amor. Porque os quiere tanto, que<br />
está celoso <strong>de</strong> vuestro amor. Se dice en <strong>la</strong>s Escrituras que el Padre<br />
es "un Dios celoso"; y así ocurre, también, con Cristo; por tanto,<br />
no confiéis en carros en caballos, sino <strong>de</strong>cid siempre so<strong>la</strong>mente es<br />
mi roca y mi salvación".<br />
Tened presente, también, que hay una razón por <strong>la</strong> que no<br />
<strong>de</strong>béis mirar a nadie más. Si vuestros ojos están distraídos en otras<br />
cosas, jamás podréis tener una plena visión <strong>de</strong> Cristo. "Po<strong>de</strong>mos<br />
verle manifestado en sus misericordias", dices. Sí es cierto; pero<br />
vuestra contemp<strong>la</strong>ción sería mucho más perfecta si mirarais<br />
directamente a su persona. Nadie pue<strong>de</strong> mirar dos objetos a <strong>la</strong> vez,<br />
y verlos c<strong>la</strong>ramente. Pue<strong>de</strong>s mirar un poco a Cristo y otro poco al<br />
mundo, pero no pue<strong>de</strong>s poner tus ojos <strong>de</strong> modo total en Cristo y<br />
mirar aún al mundo. ¡Oh!, hermanos, os suplico que no tratéis <strong>de</strong><br />
hacerlo. Si miráis al mundo, será una mota en vuestro ojo; si<br />
confiáis en algo más, como el que se sienta entre dos banquillos,<br />
caeréis a tierra <strong>de</strong> forma estrepitosa. Por lo tanto mirad so<strong>la</strong>mente<br />
a Él. "Él so<strong>la</strong>mente es mi roca y mi salvación."<br />
No olvidéis tampoco, hermanos, mi ruego <strong>de</strong> que no pongáis<br />
ninguna otra cosa con Cristo; porque tantas veces como lo hagáis,<br />
seréis azotados por ello. Jamás ha habido un hijo <strong>de</strong> Dios que<br />
albergara en su corazón a ninguno <strong>de</strong> los traidores al Señor;<br />
porque habría sido acusado <strong>de</strong>l mismo <strong>de</strong>lito. El Supremo Juez ha<br />
extendido auto <strong>de</strong> registro contra cada uno <strong>de</strong> nosotros. Y, ¿sabéis<br />
qué es lo que buscan sus agentes? Les ha mandado que vengan por<br />
nuestros amantes, por todos nuestros tesoros y por nuestros<br />
ayudadores. A Dios le importan menos nuestros pecados como<br />
tales, que nuestros pecados -y aún nuestras virtu<strong>de</strong>s- que usurpan<br />
su trono. En verdad os digo, que no hay nada en este mundo sobre<br />
lo que podáis poner vuestro corazón, que no haya <strong>de</strong> ser colgado<br />
en una horca más alta que <strong>la</strong> <strong>de</strong> Amán. Si Cristo no ocupa el<br />
Fundación IBRC 311