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teología de la reforma - MINTS español

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Teología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Reforma<br />

muy comp<strong>la</strong>cido con <strong>la</strong> justicia <strong>de</strong> Cristo y en base a el<strong>la</strong>, también<br />

está comp<strong>la</strong>cido con su pueblo. Sus personas son aceptadas en el<br />

amado, y también todos sus sacrificios y servicios, son aceptables<br />

a Dios a través <strong>de</strong>l Señor Jesucristo (vea 1Pe.2:5 y Heb.13:15).<br />

F. La adopción es otra consecuencia o fruto <strong>de</strong> <strong>la</strong> justificación;<br />

aunque esta bendición fue originalmente provista y asegurada por<br />

<strong>la</strong> pre<strong>de</strong>stinación (vea Ef.1:5). Sin embargo, el camino específico<br />

para <strong>la</strong> recepción <strong>de</strong> el<strong>la</strong> es a través <strong>de</strong> nuestra re<strong>de</strong>nción y<br />

justificación <strong>la</strong>s cuales son en Cristo Jesús. Cristo fue enviado<br />

“Para que redimiese á los que estaban <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> <strong>la</strong> ley, á fin <strong>de</strong><br />

que recibiésemos <strong>la</strong> adopción <strong>de</strong> hijos” (Gá<strong>la</strong>tas 4:5).<br />

G. La santificación es también un efecto <strong>de</strong> <strong>la</strong> justificación. La<br />

justificación es diferente <strong>de</strong> <strong>la</strong> santificación. La justificación es un<br />

asunto <strong>de</strong> imputación, mientras que <strong>la</strong> santificación es un asunto<br />

<strong>de</strong> transformación. En <strong>la</strong> justificación, Dios el Padre toma <strong>la</strong><br />

iniciativa y en <strong>la</strong> santificación, <strong>la</strong> iniciativa es <strong>de</strong>l Espíritu Santo.<br />

La justificación es un veredicto dictado <strong>de</strong> una vez para siempre;<br />

mientras que <strong>la</strong> santificación es un proceso continuo <strong>de</strong> por vida.<br />

Cuando <strong>la</strong> justificación ocurre, entonces <strong>la</strong> santificación<br />

comienza. La justificación enfatiza el aspecto legal <strong>de</strong> <strong>la</strong> salvación<br />

y manifiesta cómo <strong>la</strong> posición criminal <strong>de</strong>l pecador (al quitar su<br />

culpa), es alterada ante <strong>la</strong> vista <strong>de</strong> Dios. La santificación (que<br />

comienza con <strong>la</strong> regeneración) muestra cómo <strong>la</strong> contaminación <strong>de</strong>l<br />

pecado es progresivamente quitada, y <strong>la</strong> santidad <strong>de</strong> vida<br />

aumentada.<br />

Po<strong>de</strong>mos ver que <strong>la</strong> justificación y <strong>la</strong> santificación están<br />

íntimamente re<strong>la</strong>cionadas, pero al mismo tiempo separadas. Si no<br />

fueran separadas, entonces no estaría c<strong>la</strong>ro que <strong>la</strong> salvación es<br />

so<strong>la</strong>mente por gracia. Es <strong>de</strong>cir, si <strong>la</strong> justificación (nuestra posición<br />

legal ante Dios) fuera mezc<strong>la</strong>da con <strong>la</strong> santificación (el proceso<br />

que nos hace santos); entonces, terminaríamos con una<br />

justificación por obras, en vez <strong>de</strong> una justificación por gracia, a<br />

través <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe. Esto es exactamente lo que ha ocurrido en <strong>la</strong><br />

Iglesia Católica, que enseña <strong>la</strong> salvación por obras. Esta<br />

enseñanza falsa, es el resultado <strong>de</strong> haber mezc<strong>la</strong>do <strong>la</strong> justificación<br />

con <strong>la</strong> santificación. La Iglesia Romana enseña que el pecador<br />

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Fundación IBRC<br />

Teología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Reforma<br />

Jn.6:65-55: y <strong>de</strong>cía: --Por esta razón os he dicho que nadie pue<strong>de</strong><br />

venir a mí, a menos que le haya sido concedido por el Padre. (66)<br />

Des<strong>de</strong> entonces, muchos <strong>de</strong> sus discípulos volvieron atrás, y ya no<br />

andaban con él.<br />

¿Por qué se volvieron atrás? Había dos razones: La primera,<br />

porque Cristo les dijo que <strong>de</strong>bían comer Su carne y beber Su<br />

sangre para que tuvieran <strong>la</strong> vida eterna. La segunda, porque Jesús<br />

les dijo que no podían venir a él a menos que el Padre les diera <strong>la</strong><br />

fe. Juan el Bautista y Jesús hicieron <strong>de</strong> esta enseñanza una<br />

doctrina esencial:<br />

Jn.3:27: Respondió Juan y dijo: --Ningún hombre pue<strong>de</strong> recibir<br />

nada a menos que le haya sido dado <strong>de</strong>l cielo.<br />

Jn.6:37: Todo lo que el Padre me da vendrá a mí; y al que a mí<br />

viene, jamás lo echaré fuera.<br />

Jn.6:44: Nadie pue<strong>de</strong> venir a mí, a menos que el Padre que me<br />

envió lo traiga; y yo lo resucitaré en el día final.<br />

Esta doctrina molesta a aquellos que tienen su fe centrada en el<br />

hombre. Así cuando alguien insiste que su fe es el producto <strong>de</strong> su<br />

libre albedrío, ¿está a <strong>la</strong> vez reconociendo <strong>la</strong> gracia y el don <strong>de</strong><br />

Dios?<br />

Jn.1:12-13: Pero a todos los que le recibieron, a los que creen en<br />

su nombre, les dio <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> ser hechos hijos <strong>de</strong> Dios, (13) los<br />

cuales nacieron no <strong>de</strong> sangre, ni <strong>de</strong> <strong>la</strong> voluntad <strong>de</strong> <strong>la</strong> carne, ni <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

voluntad <strong>de</strong> varón, sino <strong>de</strong> Dios.<br />

Ro.9:16: Así que no <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l que quiere, ni <strong>de</strong>l que corre, sino<br />

<strong>de</strong> Dios que tiene misericordia.<br />

Me parece que Dios se esfuerza en enseñarnos algo que es "muy<br />

esencial".<br />

Fundación IBRC 45

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