27.04.2013 Views

teología de la reforma - MINTS español

teología de la reforma - MINTS español

teología de la reforma - MINTS español

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

250<br />

Teología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Reforma<br />

APÉNDICE B<br />

La Justificación Por La Fe<br />

Juan Gill<br />

Iglesia Bautista <strong>de</strong> <strong>la</strong> GraciaAR<br />

INDEPENDIENTE Y PARTICULAR<br />

Calle A<strong>la</strong>mos No.351<br />

Colonia Ampliación Vicente Vil<strong>la</strong>da<br />

CD. Netzahualcóyotl, Estado <strong>de</strong> México<br />

CP 57710<br />

Telefono: (5) 793-0216<br />

1 Cor. 1:23 Pero nosotros predicamos a Cristo crucificado...<br />

Introducción<br />

Hoy en día <strong>la</strong> gran mayoría <strong>de</strong> <strong>la</strong>s personas religiosas creen en <strong>la</strong><br />

justificación por obras.<br />

Estas personas creen que Dios no exige <strong>la</strong> perfección <strong>de</strong> sus<br />

criaturas y que aceptará menos que <strong>la</strong> perfección <strong>de</strong> los hombres.<br />

En otras pa<strong>la</strong>bras, no creen que Dios exige que seamos santos.<br />

La base <strong>de</strong> este concepto <strong>de</strong> salvación por obras es <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que<br />

uno pue<strong>de</strong> ser suficientemente bueno para “merecer” o “ganar” <strong>la</strong><br />

vida eterna. Esta i<strong>de</strong>a está basada en un concepto erróneo <strong>de</strong> Dios,<br />

es <strong>de</strong>cir, un concepto <strong>de</strong> Dios como no tan santo ni justo como<br />

para exigir <strong>de</strong> nosotros <strong>la</strong> perfección. Este concepto erróneo<br />

enseña que a Dios no le importa “mucho” si los hombres no son<br />

perfectos.<br />

Cada persona que confía en su propia justicia (es <strong>de</strong>cir, en sus<br />

propias obras) para ser justificada ante Dios, sabe que no es<br />

perfecta ni libre <strong>de</strong> culpa ante <strong>la</strong> ley divina. Entonces para ser<br />

justificada por sus obras, tiene que afirmar que Dios aceptará<br />

menos que <strong>la</strong> perfección. Tiene que creer en un “dios” a quien no<br />

le importa si uno alcance o no <strong>la</strong> perfección. En otras pa<strong>la</strong>bras,<br />

tiene que creer que Dios es semejante a un maestro en <strong>la</strong> escue<strong>la</strong>.<br />

El maestro en <strong>la</strong> escue<strong>la</strong> aceptará una calificación inferior al 10. Si<br />

un alumno obtiene un 7 el maestro dice que está bien. Si su<br />

calificación es un 8 o 9 el maestro le dice que está muy bien.<br />

Este es precisamente el concepto <strong>de</strong> Dios que tienen todos<br />

Fundación IBRC<br />

Teología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Reforma<br />

conduce a <strong>la</strong> fe. Pero sea como fuere, una <strong>de</strong> dos, has <strong>de</strong> creer en<br />

Cristo o morir; no hay esperanza fuera <strong>de</strong> Cristo.<br />

Pero un p<strong>la</strong>n mejor es este: Fíjate en <strong>la</strong> autoridad sobre <strong>la</strong> cual se<br />

te manda creer, y esto te ayudará gran<strong>de</strong>mente. La autoridad no es<br />

mía; ésta bien <strong>la</strong> pue<strong>de</strong>s rechazar. Ni es <strong>la</strong> <strong>de</strong> algún dirigente<br />

espiritual, que bien podrías sospechar. Es sobre <strong>la</strong> autoridad <strong>de</strong><br />

Dios mismo que te manda creer. El mismo te manda creer en<br />

Jesucristo, y no <strong>de</strong>bes ser <strong>de</strong>sobediente a tu Creador. El capataz <strong>de</strong><br />

ciertas obras había oído el evangelio muchas veces, pero se<br />

inquietaba dudando que acaso nunca acuda a Cristo. Un día su<br />

buen patrón le envió una tarjeta diciendo: -Venga usted a mi casa<br />

tan pronto termine hoy su trabajo.» Apareció el capataz a <strong>la</strong> puerta<br />

<strong>de</strong>l patrón; salió este y le dijo en tono brusco: « ¿Qué quiere usted,<br />

Juan, porque me viene a molestar a estas horas? El trabajo <strong>de</strong>l día<br />

se ha terminado, ¿con qué <strong>de</strong>recho se presenta usted aquí? -Señor,<br />

contestó el capataz, recibí una tarjeta <strong>de</strong> usted diciéndome que<br />

terminando mi trabajo viniera aquí. ¿Quiere usted <strong>de</strong>cir que por <strong>la</strong><br />

so<strong>la</strong> razón <strong>de</strong> recibir una tarjeta mía invitándole a mi casa, <strong>de</strong>bía<br />

usted venir y hacerme salir <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> terminadas <strong>la</strong>s horas <strong>de</strong><br />

trabajo <strong>de</strong>l día? «Bien, Señor,» respondió el capataz. No le<br />

comprendo, pero me parece que ya que usted, envió por mí, tenía<br />

yo <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> venir. Pues entre Juan, dijo el patrón, aquí tengo<br />

otro mensaje <strong>de</strong> invitación para usted. Y sentándose le leyó estas<br />

pa<strong>la</strong>bras: «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados,<br />

que yo os haré <strong>de</strong>scansar» (Mat.11:28). ¿Piensas qué, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />

recibir este mensaje <strong>de</strong> Cristo mismo, que harás mal en acudir a<br />

él? Ahora comprendió el pobre capataz todo inmediatamente, y<br />

creyó en el Señor Jesús para vida eterna, ahora sabía que tenía<br />

buena autoridad y garantía para creer. Así tu pobre alma, tiene <strong>la</strong><br />

mejor autoridad para creer y por fe acudir a Cristo, porque el<br />

Señor mismo te manda confiar en él.<br />

Si esto no produce fe en ti, piensa en lo que <strong>de</strong>bes creer, al saber<br />

que el Señor Jesucristo sufrió en lugar <strong>de</strong> los pecadores y es<br />

po<strong>de</strong>roso para salvar a todos los que creen en él. Por cierto, este es<br />

el hecho bendito que <strong>la</strong> humanidad ha oído y <strong>de</strong>biera creer. El<br />

hecho más a propósito, más conso<strong>la</strong>dor, y divino que jamás ha<br />

llegado a oído <strong>de</strong>l hombre. Te aconsejo que pienses mucho en él,<br />

Fundación IBRC 87

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!