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Excerpta 4 _4 Dibujar - Javier Seguí de la Riva

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acondicionaron gran<strong>de</strong>s sa<strong>la</strong>s <strong>de</strong> línea futurista en <strong>la</strong>s gran<strong>de</strong>s muestras <strong>de</strong> autopresentación <strong>de</strong>l<br />

Estado fascista, como <strong>la</strong> (Exposición <strong>de</strong> <strong>la</strong> revolución<br />

fascista) organizada en Roma en 1932.<br />

La política cultural <strong>de</strong>l fascismo italiano fue distinta <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>de</strong> los regímenes totalitarios <strong>de</strong> Alemania<br />

o <strong>de</strong> Rusia, don<strong>de</strong> una discriminación brutal reprimió violentamente el arte mo<strong>de</strong>rno. Es cierto que<br />

Mussolini elevó <strong>de</strong> nuevo el canon <strong>de</strong>l arte clásico, con su mitología romana y su inclinación a lo<br />

monumental, a <strong>la</strong> condición <strong>de</strong> arte nacional pero toleró <strong>la</strong>s ten<strong>de</strong>ncias mo<strong>de</strong>rnas, Marcello<br />

Piacentini, arquitecto <strong>de</strong>l fascismo, proyecto una arquitectura colosal concebida para <strong>la</strong> eternidad,<br />

mientras que según el arquitecto futurista Sant’Elia cada generación <strong>de</strong>bía trazar sus propios<br />

p<strong>la</strong>nes urbanísticos.<br />

El futurismo no sofrió en Italia <strong>la</strong> proscripción <strong>de</strong> que fue objeto el expresionismo en Alemania.<br />

Ahora bien, dado su programa, que se extendía a todos los ámbitos <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida, se encontró en una<br />

situación precaria y problemática entre <strong>la</strong> compatibilidad, <strong>la</strong> adaptación y <strong>la</strong> autoafirmación.<br />

Entre <strong>la</strong> primera y <strong>la</strong> segunda fase <strong>de</strong>l futurismo, el manifiesto La reconstrucción futurista <strong>de</strong>l<br />

universo, publicado en 1915 por Giacomo Bal<strong>la</strong> y Fortunato Depero, fue a <strong>la</strong> vez elemento <strong>de</strong><br />

unión y toque <strong>de</strong> c<strong>la</strong>rín. Ambos autores elogiaron <strong>la</strong>s realizaciones <strong>de</strong> los primeros años y<br />

seña<strong>la</strong>ron <strong>la</strong> plena fusión <strong>de</strong>l futurismo con <strong>la</strong> vida para reconstruir el universo por esta vía. El<br />

artista reaparecía una vez mas como <strong>de</strong>miurgo, aunque en esta ocasión sin el énfasis <strong>de</strong>structivo<br />

habitual hasta entonces. Construían el nuevo universo dinámico que incluía todos los momentos<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> vida, procediendo <strong>de</strong> una manera lúdica y sintética, De ahí que BaI<strong>la</strong> y Depero abordasen<br />

los campos <strong>de</strong>l juego y <strong>de</strong> los juguetes y propusiesen mo<strong>de</strong>los educativos que marcarían<br />

profundamente <strong>la</strong> evolución posterior <strong>de</strong>l niño. Según el manifiesto, el juguete futurista estimu<strong>la</strong> el<br />

comportamiento creador, potencial que los futuristas <strong>de</strong>scubrieron en fechas muy tempranas,<br />

cuando en 1911 invitaron a los niños en su primera exposición <strong>de</strong> Milán a presentar sus propias<br />

obras.<br />

En consecuencia el clima cambió en <strong>la</strong> sociedad futurista; una manera <strong>de</strong> proce<strong>de</strong>r sintética y<br />

constructiva sustituyó al comienzo analítico y <strong>de</strong>structivo <strong>de</strong> <strong>la</strong> fase anterior a <strong>la</strong> Primera Guerra<br />

Mundial. Vincu<strong>la</strong>da a el<strong>la</strong> surgió una reorientación estética y formal en <strong>la</strong> que los artistas<br />

visualizaban el dinamismo pretendido mediante . Los elementos<br />

estilísticos fundamentales eran <strong>la</strong> espacialidad nítida y los volúmenes elementales, así como<br />

también <strong>la</strong> intensidad y <strong>la</strong> variedad <strong>de</strong> los colores, que se aplicaban generalmente en gran<strong>de</strong>s<br />

superficies. A<strong>de</strong>más el artista experimentaba ampliamente con materiales extraartísticos, como el<br />

estaño y <strong>la</strong>s chapas <strong>de</strong> metal, o con instrumentos musicales y electrónicos. Los mundos pictóricos<br />

creados sobre esta base en los años sucesivos daban <strong>la</strong> impresión <strong>de</strong> narraciones plásticamente<br />

intrincadas y <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>ban un dinamismo más bien pesado. El hombre aparecía como unidad<br />

mecánicamente construida, como un ser híbrido entre un robot y un i<strong>de</strong>al carnal, ya anunciado por<br />

Marinetti en <strong>la</strong> nove<strong>la</strong> Mafarka al crear una máquina humana <strong>de</strong> lucha.<br />

Las premisas formales eran válidas asimismo en los numerosos ámbitos <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida enfocados por<br />

los futuristas. BaI<strong>la</strong>, por ejemplo, que habia formado en Roma una fa<strong>la</strong>nge nueva con Depero y<br />

Prampolini, se ocupó sobre todo <strong>de</strong>l vestido. Ya en 1912, durante una estancia suya en Düsseldorf<br />

por motivos <strong>de</strong> trabajo, Bal<strong>la</strong> l<strong>la</strong>mó <strong>la</strong> atención en <strong>la</strong> casa Löwenstein por su singu<strong>la</strong>r indumentaria,<br />

que no sólo contrastaba absolutamente con <strong>la</strong>s normas generales <strong>de</strong>l vestir, sino que a<strong>de</strong>más<br />

chocaba cor el serio atuendo <strong>de</strong> los futuristas, quienes siempre se presentaban en sus serate<br />

futuriste vestidos <strong>de</strong> oscuro. En 1914 escribió el manifiesto II vestito antineutrale (La indumentaria<br />

antineutral). El pantalón y <strong>la</strong> chaqueta tenían muchos dibujos y el corte era dinámico. El traje <strong>de</strong><br />

caballero futurista -mas atrevido que <strong>la</strong> moda femenina correspondiente-, que Bal<strong>la</strong> utilizó en su<br />

autopresentación, era idóneo para provocar y para exponer el programa futurista en un espacio<br />

público. BaI<strong>la</strong> no publicó su manifiesto sobre <strong>la</strong> indumentaria femenina hasta 1920; en virtud <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>sprecio global marinettiano por lo femeninamente sentimental y <strong>de</strong> <strong>la</strong> reducción <strong>de</strong> <strong>la</strong> mujer a<br />

los , el tema femenino había quedado confinado en <strong>la</strong> marginalidad.<br />

Únicamente <strong>la</strong> francesa Valentina <strong>de</strong> Saint-Point aportó una contribución teórica al futurismo con<br />

su Manifesto <strong>de</strong>l<strong>la</strong> donna futurista (Manifiesto <strong>de</strong> <strong>la</strong> mujer futurista).<br />

El segundo futurismo tiene una dimensión comercial total (moda para el consumo) viviendas,<br />

vestidos, muebles, ... etc.<br />

Luego llegó <strong>la</strong> aeropintura (pintura <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los aviones).<br />

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