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DE MESTIZAJES, INDIGENISMOS, NEOINDIGENISMOS Y OTROS ...

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parte, la voz del cura que lo recrimina por su borrachera y por las historias supersticiosas y<br />

hechiceras que, de acuerdo al sacerdote, Cruz ha contado, pero que él no recuerda:<br />

—Si siempre queres irte, con cuidau andá, no seiga quial verte solo tencuentren para kharirarte.<br />

(39)<br />

—[…] Y gritando cosas que me alborotan a la gente. Cosas que no hacen bien a nadie y que yo<br />

creí habían muerto junto a las hechicerías de tu abuela —que dios me perdone— debe estar<br />

ardiendo en los infiernos —se exalta el padre, escupiendo el tufo a hostias y vino aguado,<br />

negando enfático la historia que el Cruz no recuerda haber referido y que el sacristán<br />

acurrucado en un rincón de su miedo, se esfuerza por evocar sólo como el delirio de un<br />

borracho. (43)<br />

En ambos relatos se pueden distinguir dos voces distintas portadoras de diferentes tipos de habla:<br />

una, que mantiene las reglas del castellano y otra, que presenta las características ya señaladas. Pero,<br />

mientras en “Alajjpacha” los sentires de los blancos sólo nos llegan a través de la voz indígena, en<br />

“Khari Ciri” esa posición nos llega directamente a través de la voz del cura. Estos cuentos muestran<br />

cuán fuerte es la adscripción de los distintos personajes a las creencias y a la cultura aimara.<br />

Casi todos los relatos de la primera parte del libro Fastos marginales 33 nos remiten al ámbito<br />

provincial y/o rural, y en ellos se privilegia esa aproximación al mundo que a falta de mejor término<br />

denominamos “mítica”. Además, el lenguaje se carga de onomatopeyas 34 y en varios de estos cuentos<br />

las vocales se estiran o arrastran. Por ejemplo: “porque finalmente el viento silba: Feliiiipaaaaaaaaa!!<br />

¡¡Feliiiiiiipaaaaaaaaaaa!! El viento” (11), “Pelaaagioooooo! veeeennnn. Pelagitoooooooooooooo!! no<br />

te quede hijo, veeeeeeennnnn…! VeeeeeeeennnnnnnnAlajjpacha” (12), “en el fooondo como tun tun<br />

tutututuntun que crecá de apoquito pero sin cortarse, creciendo, creciendo, hasta hacerse grande<br />

BUM BUBUBUN BUN BUN BUBUBUMMM […] y cada rato más cerca, cerquiiijjta” (13).<br />

El lenguaje simula la forma en que se comunicarían las almas y los narradores orales cuentan<br />

estos relatos de aparecidos. La cita muestra también la creencia popular de cuando una persona ha<br />

33 Este libro está dividido en dos partes tituladas: “Alajjpacha, la primera” y “Esta tierra”, la segunda.<br />

Consideramos sólo la primera parte, que contiene siete cuentos. Entre ellos, “El mensajero” no nos remite al<br />

ámbito rural ni habla de aparecidos.<br />

34<br />

Para ver la importancia que concede José María Arguedas a la onomatopeya dentro del quechua, consultar<br />

Lienhard, Cultura popular andina (58-63).<br />

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