Ana Mendez Ferrell – Regiones de Cautividad - Ondas del Reino
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<strong>Ana</strong> Mén<strong>de</strong>z <strong>Ferrell</strong>/ 208<br />
que vi en el vi<strong>de</strong>o <strong>de</strong> regiones <strong>de</strong> cautiverio. Mi voz ya<br />
no era la mía. El po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l omnipotente salía por mi<br />
boca mientras rompía los pactos <strong>de</strong> la muerte que mi<br />
papá había hecho en su vida. Al hacer esto, el Señor<br />
me dijo: "YO SOY EL QUE SOY, NO TEMAS YO ESTOY<br />
CONTIGO LA MUERTE ESTA EN ESTA HABITACION."<br />
Cuando me dijo eso sentí cómo se hacía un infinito<br />
vacío en la habitación, era como estar <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la<br />
nada. Es difícil explicarlo pero era una total ausencia;<br />
por primera vez en mi vida experimenté la muerte. El<br />
cuarto se llenó <strong>de</strong> una presencia helada, horrible;<br />
sentí como que me quitaban la vida, casi no podía<br />
respirar.<br />
Sentí miedo e inseguridad, era un silencio como si<br />
no existiera nada, una ausencia horrible y sin vida.<br />
Entonces Dios me dijo:"Es la muerte que está en frente<br />
<strong>de</strong> ti, ella es silenciosa, es vacía y sin vida, ella tiene en<br />
su manos los <strong>de</strong>rechos legales sobre tu padre y ella<br />
quiere matarlo porque sabe que tu has estado<br />
clamando por su salvación.<br />
Ahora, levanta tu oración y empieza a repren<strong>de</strong>rla<br />
como lo viste en el vi<strong>de</strong>o, rompe las actas y <strong>de</strong>cretos<br />
que el enemigo tiene en su mano y que le da <strong>de</strong>recho<br />
sobre tu padre <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1945, ya que maldijo a sus<br />
padres. Entonces me acordé <strong>de</strong> la oración <strong>de</strong> <strong>Ana</strong><br />
cuando oró por su amigo que estaba en el hospital y<br />
le dije al diablo: "te or<strong>de</strong>no satanás y espíritu <strong>de</strong> la<br />
muerte que en el nombre <strong>de</strong> Jesús <strong>de</strong> Nazareth, el<br />
Cristo vivo que no te llevarás a mi papá al sepulcro.<br />
Declaré vida a mi padre y rompí los diseños, pactos y<br />
<strong>de</strong>cretos que mi papá hizo (ya que el fue masón<br />
grado 28 y maestro <strong>de</strong> literatura masónica). El Señor<br />
añadió: "Ahora sácalo <strong>de</strong>l cautiverio <strong>de</strong> la muerte".<br />
209 /<strong>Regiones</strong> <strong>de</strong> <strong>Cautividad</strong><br />
En ese momento vi como un ángel <strong>de</strong>l Señor me<br />
cuidaba y vi a mi papá como un niño acurrucado y<br />
llorando <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un calabozo. Jesús continuó<br />
hablándome: "Esa es una parte <strong>de</strong> su alma que está<br />
lacerada. ¡Abre la puerta <strong>de</strong> esa prision <strong>de</strong> muerte!"<br />
Mi padre podía verme, y el ángel que estaba conmigo<br />
dijo; "para eso vino el Hijo <strong>de</strong>l Hombre para rescatar<br />
lo que se había perdido y ahora el Hijo <strong>de</strong> Dios se<br />
glorifica por cuanto él <strong>de</strong>scendió a los infiernos para<br />
arrebatarle a satanás las llaves <strong>de</strong> la muerte y <strong>de</strong> la<br />
cautividad". Estando yo en el espíritu, vi como mi<br />
papá salía <strong>de</strong> esa prisión y vi como una luz nos<br />
ro<strong>de</strong>aba, llena <strong>de</strong> paz.<br />
En ese momento, en el cuarto <strong>de</strong> terapia intensiva<br />
todo el cuadro <strong>de</strong> muerte cambió. El corazón <strong>de</strong> mi<br />
padre empezó a fortalecerse y su respiración se llenó<br />
<strong>de</strong> vigor. Me di cuenta que estaba recibiendo otra<br />
oportunidad <strong>de</strong> vivir para ponerse a cuentas con<br />
Dios.<br />
En esa experiencia <strong>de</strong> sacar a mi papá <strong>de</strong> las<br />
regiones <strong>de</strong> la muerte, me di cuenta que muchos<br />
estaban ahí porque maldijeron a sus padres y otros<br />
porque <strong>de</strong>sobe<strong>de</strong>cieron al Señor. Yo le pedí perdón a<br />
Dios por las veces que no lo estimé como Padre y le<br />
<strong>de</strong>sobe<strong>de</strong>cí y también por las veces que me porté<br />
mal con mis padres terrenales. Algo po<strong>de</strong>roso había<br />
sucedido en mi interior y nunca más sería el mismo. Al<br />
salir <strong>de</strong> ese cuarto sentí mucha paz <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> Dios<br />
y regresé a casa dándole la gloria por lo que me<br />
permitió vivir en ese hospital. Mi papá se convirtió al<br />
Señor y estaba muy agra<strong>de</strong>cido <strong>de</strong>l Señor por haberlo<br />
rescatado <strong>de</strong> la muerte y haberlo hecho un hijo suyo.<br />
Dios me dio la victoria sobre la muerte y <strong>de</strong> ahí en