Ana Mendez Ferrell – Regiones de Cautividad - Ondas del Reino
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<strong>Ana</strong> Mén<strong>de</strong>z <strong>Ferrell</strong> / 110<br />
que sacar nuestra alma <strong>de</strong> esos lugares.<br />
Cada uno <strong>de</strong> nosotros, como hijos <strong>de</strong> Dios (si es que<br />
lo somos) po<strong>de</strong>mos llamar nuestra propia alma fuera<br />
<strong>de</strong> ese lugar.<br />
Usted tiene el po<strong>de</strong>r dado por Dios para venir en<br />
contra <strong>de</strong> las puertas <strong>de</strong>l infierno y éstas no<br />
prevalecerán. Usted tiene las llaves <strong>de</strong>l <strong>Reino</strong> <strong>de</strong> Dios<br />
para abrir toda reja en las prisiones don<strong>de</strong> se<br />
encuentre cautivo. [Abrolosl y ordénele a su alma<br />
que salga <strong>de</strong> ese lugar. Usted no pertenece ahí. Usted<br />
es <strong>de</strong> Dios y <strong>de</strong>be posicionarse en lugares celestiales.<br />
Aún la creación entera se encuentra esclavizada<br />
en esta región. Y por eso es tan importante que<br />
entendamos quienes somos en Dios, y nuestra misión<br />
como libertadores.<br />
Porque también la creación misma será<br />
libertada <strong>de</strong> la esclavitud <strong>de</strong> corrupción, a<br />
la libertad gloriosa <strong>de</strong> los hijos <strong>de</strong> Dios.<br />
Romanos 8:21<br />
3) LOS LUGARES DE LA MUERTE<br />
EL SEOL, EL VALLE DE LA SOMBRA DE MUERTE Y LA<br />
MUERTE.<br />
Esta es una parte sumamente interesante <strong>de</strong><br />
nuestro estudio, porque estos tres diferentes lugares<br />
constituyen una <strong>de</strong> las más importantes victorias <strong>de</strong><br />
Jesús.<br />
Muchas veces pensamos que la obra <strong>de</strong> la cruz,<br />
terminó cuando el Mesías entregó el espíritu en el<br />
Monte El Calvario; sin embargo, El <strong>de</strong>scendió a las<br />
partes más bajas <strong>de</strong> la tierra, para concluir su obra.<br />
En el Getsemaní, don<strong>de</strong> conquistó el dolor <strong>de</strong>l<br />
111 / Guerra <strong>de</strong> Alto Nivel<br />
alma y el temor a la muerte, sólo pasó poco más <strong>de</strong><br />
tres horas. Entre su cautiverio, juicio y crucifixión<br />
pasaron menos <strong>de</strong> 24 horas; Pero, en las partes más<br />
bajas <strong>de</strong> la tierra don<strong>de</strong> conquistó el infierno, la<br />
muerte, y las regiones <strong>de</strong> nuestro cautiverio, pasó<br />
prácticamente tres días; y esto es algo muy importante<br />
que consi<strong>de</strong>rar.<br />
Jesús no sólo murió por nosotros, el cómo, el cuándo<br />
y el dón<strong>de</strong>, <strong>de</strong> su muerte y sepultura son sumamente<br />
relevantes. Cada parte <strong>de</strong> sus pa<strong>de</strong>cimientos,<br />
tampoco es un acci<strong>de</strong>nte; Todo forma el diseño<br />
completo <strong>de</strong> nuestra re<strong>de</strong>nción.<br />
Antes <strong>de</strong> la fundación <strong>de</strong>l mundo, El fue inmolado<br />
espiritalmente, para redimir nuestro espíritu.<br />
(Apocalipsis 13:8)<br />
Con el dolor <strong>de</strong> su alma, pagó por nuestros dolores;<br />
en su cuerpo llevó la enfermedad y la iniquidad. Al ser<br />
<strong>de</strong>spojado <strong>de</strong> sus ropas, expuso el pecado y con la<br />
muerte venció la muerte.<br />
Así que, por cuanto los hijos participaron<br />
<strong>de</strong> carne y sangre, él también participó <strong>de</strong><br />
lo mismo, para <strong>de</strong>struir por la muerte al que<br />
tenía el imperio <strong>de</strong> la muerte, esto es, al<br />
diablo,<br />
Hebreos 2:14<br />
Era necesario que Jesús fuera sacrificado en la<br />
Pascua, porque era el Cor<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> Dios. Era<br />
indispensable que esto sucediera en lo alto <strong>de</strong> un<br />
monte, El Calvario, para quitarle al diablo el po<strong>de</strong>r<br />
sobre los lugares altos. Y también fue relevante que su<br />
cuerpo fuera puesto en una cueva cubierta con una<br />
piedra, porque Jesús no sólo conquistó las alturas sino