Ana Mendez Ferrell – Regiones de Cautividad - Ondas del Reino
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<strong>Ana</strong> Mén<strong>de</strong>z <strong>Ferrell</strong>/ 140<br />
Empecé a orar hasta que Dios me mostró la región<br />
don<strong>de</strong> se encontraba. Para mi sorpresa, se reveló<br />
ante mí el Abadón. En esta ocasión, no era la misma<br />
fortaleza que había visto antes, sino un valle. Un<br />
po<strong>de</strong>roso ángel apareció frente a mí para dirigirme<br />
<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la visión.<br />
Vi una enorme planicie ensangrentada y con<br />
pedazos <strong>de</strong> seres humanos tirados por todos lados.<br />
De entrada, me sobrecogí al ver la escena, pero la<br />
presencia <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>roso mensajero <strong>de</strong> Dios me daba<br />
aliento. El Señor me a<strong>de</strong>ntró en la visión y caminamos<br />
un tiempo por aquel sitio hasta que vislumbramos en<br />
la distancia un gigantesco <strong>de</strong>monio que dominaba<br />
ese lugar. Su imagen, aún está en mi memoria; tenía<br />
unas garras enormes y rugía con gran estruendo,<br />
medía como 60 metros <strong>de</strong> altura. Continuamente<br />
metía las manos entre multitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> hombres y<br />
levantaba en sus garras a <strong>de</strong>cenas a la vez. Luego las<br />
estrujaba hasta que caían hechos pedazos al suelo.<br />
Esto sucedía una y otra vez. Su cuerpo era entre<br />
bestia y hombre y estaba sentado sobre un monte <strong>de</strong><br />
tesoros incontables. El ángel, entonces, me dijo que<br />
estábamos frente al "Masacrador". Estados Unidos<br />
vendió a sus hijos por dinero en la Guerra <strong>de</strong> Vietnam,<br />
añadió el mensajero angelical, y eso le dio <strong>de</strong>recho a<br />
este <strong>de</strong>monio <strong>de</strong> matar a miles <strong>de</strong> hombres.<br />
Muchas <strong>de</strong> las gran<strong>de</strong>s riquezas en esta nación<br />
están retenidas por él. Entonces, me instruyó a que<br />
me refugiara <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> sus alas. Con gran sigilo nos<br />
acercamos, cuidando que no nos viera y nos metimos<br />
al hueco que formaban sus piernas entreabiertas.<br />
Una vez <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la montaña <strong>de</strong> riquezas sobre la<br />
que estaba parado, caminamos por un túnel hecho<br />
141 / Guerra <strong>de</strong> Alto Nivel<br />
<strong>de</strong> oro. Este conducía a las mazmorras don<strong>de</strong><br />
encontramos al Padre <strong>de</strong>l Ministro. Este hombre<br />
estaba abrazado a un enorme tesoro, que guardaba<br />
con gran celo, pero <strong>de</strong>l cual no podía disponer<br />
porque estaba cautivo. Por dirección <strong>de</strong>l Espíritu<br />
Santo, le dije a ese hombre que pidiera perdón por<br />
haber participado en esa guerra y por haber sido un<br />
mercenario. El se humilló y pidió perdón y nos entregó<br />
su tesoro. En esa misma celda se encontraba su hijo, el<br />
hombre <strong>de</strong> Dios. Los sacamos a ambos y <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
entonces comenzó a prosperar.<br />
Una <strong>de</strong> las cosas que hay que proclamar en el<br />
Abadón, es la verdad y esta es, que Jesús el Hijo <strong>de</strong><br />
Dios, nos hace libres. El vino a libertar a los cautivos y<br />
a anunciar a los presos la apertura <strong>de</strong> la cárcel.<br />
¿Será contada en el sepulcro tu<br />
misericordia, o tu verdad en el Abadón?<br />
Salmo 88:11<br />
Sí, iSerá contada!<br />
A) El lugar <strong>de</strong> los chacales<br />
El Abadón tiene varias regiones y una <strong>de</strong> ellas es<br />
llamada el lugar <strong>de</strong> los chacales. En algunas<br />
traducciones es usada la expresión: lugar <strong>de</strong> los<br />
dragones. De hecho es un lugar don<strong>de</strong> el alma se<br />
siente atacada por fieras; el <strong>de</strong>vorador mencionado<br />
en Malaquías, Capítulo 3, es uno <strong>de</strong> ellas; este, <strong>de</strong>vora<br />
finanzas, salud, proyectos, sueños y todo lo que está a<br />
su alcance. Es un lugar <strong>de</strong> quebranto y <strong>de</strong> gran<br />
<strong>de</strong>strucción. Y es un lugar <strong>de</strong> juicio <strong>de</strong> Dios.