Ana Mendez Ferrell – Regiones de Cautividad - Ondas del Reino
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<strong>Ana</strong> Mén<strong>de</strong>z <strong>Ferrell</strong> / 164<br />
El lugar <strong>de</strong> la luz y el lugar <strong>de</strong> la sabiduría son<br />
regiones espirituales don<strong>de</strong> el alma se reestablece y<br />
se llena <strong>de</strong> la presencia y <strong>de</strong>l conocimiento <strong>de</strong> Dios.<br />
¿Por dón<strong>de</strong> va el camino a la habitación<br />
<strong>de</strong> la luz, Y dón<strong>de</strong> está el lugar <strong>de</strong> las<br />
tinieblas: Para que las lleves a sus límites y<br />
entiendas las sendas <strong>de</strong> su casa?<br />
Job 38:19-20<br />
En la medida que libere a las personas <strong>de</strong> los<br />
cautiverios, estos lugares se empezarán a revelar en<br />
su vida y serán cada vez más accesibles para usted y<br />
el Señor le dirigirá a dón<strong>de</strong> establecerlos.<br />
Luego, es importante cerrar las puertas <strong>de</strong>l<br />
cautiverio y <strong>de</strong> la región que los tenía atrapados y<br />
<strong>de</strong>clarar que nunca más ese lugar estará abierto<br />
para esa persona.<br />
Una vez que el alma ha quedado establecida en<br />
las Alturas será ministrada por el cielo, tendrá una paz<br />
como nunca la había tenido, su salud será restaurada<br />
y los miedos con los que era atormentada se irán.<br />
A veces es necesario sacar a una misma persona<br />
<strong>de</strong> diferentes lugares; pero lo más importante es<br />
enseñarlos a <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r<strong>de</strong> Dios y no <strong>de</strong> usted. Llenarlos<br />
<strong>de</strong> fe y <strong>de</strong>l conocimiento <strong>de</strong> la autoridad que Jesús<br />
nos ha dado en Su nombre.<br />
Tenemos que tener en cuenta la posible existencia<br />
<strong>de</strong> guardianes que puedan estar cuidando la celda<br />
don<strong>de</strong> está la persona. Esto se manifiesta a través <strong>de</strong><br />
una resistencia invisible, que esta impidiendo el<br />
contacto entre usted y ella. Simplemente, repréndalo.<br />
165/<strong>Regiones</strong> <strong>de</strong> <strong>Cautividad</strong><br />
Crea en su autoridad y retome el diálogo con la<br />
persona. Por lo general no son gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>monios los<br />
que guardan las celdas. Si se trata <strong>de</strong> un espíritu<br />
territorial, necesita forzosamente <strong>de</strong> un don profético<br />
<strong>de</strong>sarrollado.<br />
B) Liberación profética en las regiones <strong>de</strong> cautividad.<br />
Lo primero que hacemos es entrar en el Espíritu.<br />
Esto es entrar en una adoración profunda en la que<br />
vamos acallando el ruido <strong>de</strong> la mente y nos vamos<br />
sintonizando con el Espíritu <strong>de</strong> Dios. Cuando la<br />
presencia <strong>de</strong> Dios es sumamente fuerte, nuestros ojos<br />
son abiertos para ver el reino <strong>de</strong> Dios. Normalmente,<br />
lo que se ha manifiestado ante nosotros es el Trono <strong>de</strong><br />
Dios o su Corte <strong>de</strong> Justicia. Una vez que por medio <strong>de</strong><br />
la unción profética nos vemos frente al Trono <strong>de</strong>l Señor,<br />
pedimos autorización y ángeles que nos acompañen<br />
para rescatar a los cautivos. Ya que nos son asignados<br />
uno o varios ángeles, le pedimos a Dios armaduras y<br />
armas <strong>de</strong> guerra. En ocasiones, a los ángeles se les<br />
otorgan salvoconductos o llaves que serán necesarias<br />
durante la liberación.<br />
En visiones <strong>de</strong> Dios, el Espíritu nos empezará a<br />
mostrar el mundo espiritual. Aquí entran en operación<br />
los dones <strong>de</strong> palabra <strong>de</strong> ciencia y los dones proféticos<br />
<strong>de</strong> revelación. Es Importante <strong>de</strong>terminar que es el<br />
Espíritu Santo quien dirije la experiencia y no nosostros.<br />
Partimos <strong>de</strong>l principio que el que se ha unido a<br />
Jesús es un Espíritu con El. (1 Corintios 6:17) También<br />
que, en Jesús los cielos y la tierra son una misma cosa<br />
(Efesios 1:10). Luego, si yo soy un espíritu con Jesús y los<br />
cielos están en Jesús, yo tengo toda posibilidad <strong>de</strong><br />
ver, oir. y sentir todo lo que Jesús ve, oye y siente en el