Ana Mendez Ferrell – Regiones de Cautividad - Ondas del Reino
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<strong>Ana</strong> Mén<strong>de</strong>z <strong>Ferrell</strong> / 190<br />
ro<strong>de</strong>ado <strong>de</strong> homosexuales. Después me involucré<br />
con raqueros y terminé enredándome con satanistas.<br />
Para ese tiempo ya había alcanzado la mayoría <strong>de</strong><br />
edad.<br />
Fue entonces cuando un joven enviado <strong>de</strong>l mismo<br />
cielo me ofreció su ayuda: pero yo no la acepté. Hoy<br />
sé que Dios ya tenía un plan para mi vida. Pasaron<br />
días, me encontré en una situación <strong>de</strong>sesperada y lo<br />
único que se me ocurría era matarme. Lo intenté en<br />
varias ocasiones pero todas se frustraron. Me sentía<br />
muy <strong>de</strong>struido con mucho odio en mi corazón, estaba<br />
lleno <strong>de</strong> amargura y <strong>de</strong> resentimiento por todo lo que<br />
había vivido.<br />
Una madrugada, algo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> mí me hizo salir a<br />
buscara aqueljoven que me había ofrecido su ayuda:<br />
él me llevó a una clínica <strong>de</strong> rehabilitación don<strong>de</strong><br />
permanecí dos años.<br />
Los trabajadores en el hospital pertenecían a un<br />
ministerio cristiano llamado "Restauración en Cristo",<br />
el pastor principal me atendió, el se llama Carlos Elias<br />
Moreira Moreno es un siervo <strong>de</strong> Dios lleno <strong>de</strong> amor<br />
por las almas. Mi vida se en<strong>de</strong>rezaba gracias al Señor,<br />
pero en el área <strong>de</strong>l homosexualismo, no conseguía la<br />
victoria. Seguía con <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> estar con varones,<br />
sufría porque yo quería agradarle a Dios, pero no<br />
podía. Era algo más fuerte que mi voluntad. Esto me<br />
producía que a veces salieran a relucir la amargura y<br />
el odio que había <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> mí, especialmente en<br />
contra <strong>de</strong> las mujeres. Me habían tratado <strong>de</strong> liberar<br />
muchas veces en la clínica, quizás en veinte diferentes<br />
ocasiones, pero nada funcionaba.<br />
Clamaba a Dios por mi libertad, cuando El Padre<br />
en el cielo me habló, y me dijo que El ya había<br />
191 / <strong>Regiones</strong> <strong>de</strong> <strong>Cautividad</strong><br />
preparado el encuentro con alguien que me liberaría<br />
<strong>de</strong>finitivamente.<br />
Me encontré entonces con un hermano que sabia<br />
<strong>de</strong> mis problemas y que trabajaba con un ministerio<br />
que hacía eventos para todo el país. El me dijo que<br />
venía a Ecuador <strong>Ana</strong> Mén<strong>de</strong>z <strong>Ferrell</strong> con su esposo,<br />
quien estaba a cargo <strong>de</strong> los servidores. Me dijo que si<br />
yo quería él podía arreglar las cosas para que yo<br />
pudiera verlos.<br />
Me asignaron como responsable <strong>de</strong> la mesa <strong>de</strong> los<br />
libros, y fue así, como se acercó la Profeta <strong>Ana</strong> Mén<strong>de</strong>z<br />
<strong>Ferrell</strong> al stand para darme unas instrucciones <strong>de</strong><br />
ventas. En ese momento el Señor me habló y me dijo:<br />
"Esta es la mujer que yo he traído para tu liberación"<br />
iALELUYA, ALABADO SEA MI PADRE ETERNO!<br />
Terminó el tiempo <strong>de</strong>l congreso y fui al hotel don<strong>de</strong><br />
estaban hospedados para darles las cuentas. Ella y su<br />
esposo eran, literalmente, como <strong>de</strong> otro mundo, llenos<br />
<strong>de</strong> tanta humildad y tanto amor tierno, emanaban un<br />
po<strong>de</strong>r tremendo que no intimidaba. Me quedé<br />
atónito, con todo lo que mis ojos podían ver y<br />
experimentar. Fue una sensación <strong>de</strong> paz como nunca<br />
antes había sentido. Lo único que pensé fue que estos<br />
sí eran hijos <strong>de</strong> Dios y que yo quería ser como ellos!.<br />
Les di las cuentas y ella me preguntó cuál era mi<br />
necesidad. Yo le conté todo y me citaron al día<br />
siguiente para liberarme.<br />
Fui con mi amigo Armando León, él es un siervo <strong>de</strong>l<br />
Señor que en ese tiempo se acababa <strong>de</strong> convertir.<br />
Me recibieron muy amorosamente,como siyo fuera<br />
alguien muy importante, fueron muy atentos con<br />
nosotros. Les empecé a explicar todo los sueños que<br />
había tenido, lugares don<strong>de</strong> me habían llevado los