Ana Mendez Ferrell – Regiones de Cautividad - Ondas del Reino
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<strong>Ana</strong> Mén<strong>de</strong>z <strong>Ferrell</strong>/ 152<br />
diablo y nos seguimos <strong>de</strong> frente?<br />
Es el verda<strong>de</strong>ro amor <strong>de</strong> Jesús el que nos lleva a<br />
dar la vida, como Ella dió. El que nos hace buscar en<br />
las profundida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Dios las respuestas, que la<br />
religión jamás nos podrá otorgar.<br />
Sus caminos son más altos que nuestros caminos y<br />
la mente natural no los pue<strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r.<br />
La Amada <strong>de</strong> Jesús, su verda<strong>de</strong>ra esposa, va por<br />
doquiera que El va. Ella, no tiene temor, porque el<br />
perfecto amor echa fuera el temor. Ella, confía<br />
plenamente en El, aún para ver y experimentar los<br />
lugares más tenebrosos <strong>de</strong> la tierra, con el fin <strong>de</strong><br />
rescatar un alma <strong>de</strong> las llamas <strong>de</strong>l infierno.<br />
Liberar a los cautivos es el llamado <strong>de</strong> profundo<br />
amor que Dios hace a aquéllos que le aman más que<br />
a símismos.<br />
Ahora, vayamos a la parte práctica <strong>de</strong> este<br />
conocimiento, para ser entrenados como los<br />
libertadores que Dios está buscando.<br />
Hemos estudiado los lugares <strong>de</strong> cautividad, don<strong>de</strong><br />
los fragmentos <strong>de</strong>l alma son llevados, para ser<br />
ministrados por toda clase <strong>de</strong> afiicción y opresión<br />
<strong>de</strong>moníaca. Ahora, vamos a apren<strong>de</strong>r una forma <strong>de</strong><br />
liberación, que es tanto más simple que la manera<br />
tradicional <strong>de</strong> echar fuera <strong>de</strong>monios.<br />
La clave está en saber, que el alma <strong>de</strong> la persona<br />
va a ser ministrada a partir <strong>de</strong>l lugar o lugares don<strong>de</strong><br />
se encuentre. Si el alma está cautiva, verá, oirá y<br />
sentirá todo lo que esté sucediendo en el lugar <strong>de</strong> su<br />
prisión. Por otro lado, si es llevada y establecida en<br />
lugares celestiales, verá, oirá y sentirá todo lo que<br />
suce<strong>de</strong> en el cielo y disfrutará <strong>de</strong> todos sus beneficios.<br />
y juntamente nos resucitó, y asimismo<br />
153/<strong>Regiones</strong> <strong>de</strong> <strong>Cautividad</strong><br />
nos hizo sentar en los lugares celestiales<br />
con Cristo Jesús, Para mostrar en los siglos<br />
veni<strong>de</strong>ros las abundantes riquezas <strong>de</strong> su<br />
gracia en su bondad para con nosotros en<br />
Cristo Jesús.<br />
Efesios 2:6-7<br />
Jesús, llevó nuestra cautividad y nos sentó con El en<br />
los lugares celestiales. Esto, que es maravilloso,<br />
<strong>de</strong>sgraciadamente no suce<strong>de</strong> automáticamente al<br />
<strong>de</strong>cir: "Señor, Señor ven a vivir en mi corazón". Todo lo<br />
que Jesús hizo nos da el <strong>de</strong>recho legal para alcanzarlo<br />
para nosotros. Jesús nos da el cheque firmado y<br />
nosotros tenemos que cobrarlo. La gran mayoría <strong>de</strong><br />
las personas <strong>de</strong> la Iglesia, hoy en día, viven atesorando<br />
el cheque para cuando se mueran, y nunca disfrutan<br />
<strong>de</strong> la vida abundante que Jesús compró para ellos.<br />
Dios quiere que poseamos todas las riquezas <strong>de</strong> Su<br />
gracia, aquí y ahora, y por la eternidad.<br />
Jesús murió por nuestros pecados; esto no significa<br />
que toda la tierra automáticamente es salva. Tenemos<br />
que recibir el Evangelio, arrepentirnos <strong>de</strong> nuestros<br />
pecados, <strong>de</strong>jar nuestra vana manera <strong>de</strong> vivir, recibir a<br />
Jesús en nuestro corazón y hacerlo verda<strong>de</strong>ramente<br />
el Señor y director <strong>de</strong> nuestras vidas, sólo entonces es<br />
que somos salvos.<br />
Lo mismo suce<strong>de</strong> cuando <strong>de</strong>cimos que El llevó<br />
nuestra cautividad y nos hizo sentar en lugares<br />
celestiales. Nos dio la victoria a<strong>de</strong>lantada para que<br />
podamos salir <strong>de</strong> nuestros cautiverios sin ninguna<br />
oposición. Y nos abrió el camino para asentar y<br />
establecer cada parte <strong>de</strong> nuestra alma en los lugares<br />
celestiales, con El.