Ana Mendez Ferrell – Regiones de Cautividad - Ondas del Reino

Ana Méndez Ferrell / 74
para ellos en las regiones espirituales. También sucede
cuando un bebé quiso ser abortado por sus padres, o
bien los que sufrieron el intenso dolor de una madre
atormentada, mientras estaban en su vientre. Estas
almas, muchas veces no quieren nacer porque han
quedado atrapadas en regiones de muerte.
Las fobias, como claustrofobia, agorafobia, terror a
las alturas, a la oscuridad y cualquier otro cosa que
nos aterrorice, tienen que ver con un cautiverio del
alma.
Yo sufrí de niña un trauma muy fuerte mientras
jugaba con mis hermanitos. Ellos, atraparon una
enorme mariposa nocturna gorda y peluda y me la
metieron dentro de la blusa, por la espalda. Yo gritaba
de terror, sintiendo aquel animal atropado en mi ropa
y tratando de salir. Lejos de recibir ayuda, se reían de
mí. Esto produjo en mí una aversión o toda mariposa y
polilla, 01 punto que siendo ya mayor, me descomponía
literalmente con tan sólo ver una de estas polillas.
Cuando vine a los pies de Jesús, acudí varias veces
a ser liberada de este pánico, pero con todo y lo que
los más diestros liberadores hacían, yo seguía
atrapada en aquella fobia. No fue sino hasta que
descubrí los principios que aquí expongo, que pude
salir a libertad.
Como dije anteriormente, el alma atrapada ve,
siente y oye todo lo que está a su alrededor en ese
lugar donde está encarcelada. El fragmento de mi
almo que había quedado cautivo por el trauma, se
encontraba en un calabozo oscuro lleno de mariposas
negras que volaban desordenadamente en torno de
mí y se estrellaban contra mi cara y todo mi cuerpo.
En aquel lugar se perpetuaba el horror que había
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vivido de niña.
Esto tenía como consecuencia que cuando yo
veía físicamente uno de estos animales, mi ser
conciente se conectaba con mi alma aprisionada.
Entonces, el terror que yo vivía en ese calabozo me
invadía como un torrente y yo perdía el control.
Este no fue el único cautiverio del que tuve que
salir. Mi alma fue quebrantada muchas veces por el
enemigo y tuve que ir de una en una, a cada prisión
a sacar mi alma. Hoy, soy una persona integral, llena
de valor y de plenitud en cada área de mi vida. Y el
diablo ya no me puede amedrentar. iGloria a Dios!.
Lo cierto es que, el alma de un hijo de Dios que
está en parte prisionera, jamás se desarrollará en su
totalidad. Por la gracia de Dios alcanzará un cierto
nivel, pero no pasará de ahí. Muchos siervos de Dios
han muerto antes de su tiempo. Muchos viven en
esclavitud a medicamentos, o sufriendo destrucción
que no tenía por qué suceder. Otros, viven de cirugía
en cirugía, o en escasez y necesidad. Nada de esto
tiene por qué ser así, Jesús llevó ya cautiva nuestra
cautividad, ahora nos toca a nosotros salir a libertad.
Vamos, entonces, a desglosar muchos de esos
lugares que conforman el Imperio del diablo.