Ana Mendez Ferrell – Regiones de Cautividad - Ondas del Reino

Ana Méndez Ferrell/ 106
Durante el tiempo en que el libro de los Salmos fue
escrito, los profetas en el tabernáculo de David, tenían
muy clara la dimensión espiritual. Vieron y
experimentaron las mismas cosas que hoy Dios nos
está revelando. Cuando entramos en el ámbito del
Espíritu a través de la adoración profética, los dones
del Espíritu empiezan a fluir y visiones de gran detalle
se empiezan a descubrir ante nuestros ojos.
Los salmistas que escribieron este tipo de cántico,
no estaban tratando de hacer poesía, estas son
oraciones de guerra espiritual, dirigidas a Dios en una
forma específica y con gran entendimiento.
Estos pozos cenagosos, tienen que ver con lodos
de iniquidad. Son trampas creadas por el enemigo,
situaciones donde alguien es atrapado en un enredo
de iniquidad al cual no le ve salida. En el mundo
natural esto se va a reflejar en situaciones sumamente
difíciles. Puede ser un negocio mal administrado, que
está acarreando situaciones legales en las que la
persona está con la soga al cuello. Son situaciones de
deuda, calumnias y falsos testimonios. Son
circunstancias que están diseñadas para traer gran
destrucción, y la persona siente que se ahoga sin
encontrar la solución.
B) Pozos de la desesperación.
Pacientemente esperé en Jehová, Y se
inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo
sacar del pozo de la desesperación, del
lodo cenagoso; Y puso mis pies sobre la
peña, y enderezó mis pasos.
Salmo 40:1-2
107 / Guerra de Alto Nivel
Muchas personas que caen en depresión, están
cautivas en algún pozo. A mí, el Señor me rescató de
un hospital psiquiátrico, donde mi alma quebrantada
había quedado atrapada en pozos de los que parecía
no podía salir. Era tan claro sentir cómo me iba
hundiendo más y más en un hoyo profundo y oscuro.
Ahí, las voces del diablo me atormentaban de día y
de noche. Lasvisiones de seres horribles me acosaban
todo el tiempo. Noches enteras, mi espíritu y mi alma
atrapadas veían las profundidades de un lugar
desolado y terriblemente triste. Eran pesadillas vívidas;
Los médicos las llamaban esquizofrenia; Pero hoy sé
que no lo eran, estaba viviendo en mi alma todo lo
que sucedía en el lugar de mi cautiverio. Me sentía
atada y aprisionada por muros invisibles que me
ahogaban y casi no me dejaban ni respirar. Cuando
Dios me rescató, y Jesús genuinamente entró en mi
corazón, vi literalmente cómo se abría la puerta de
esa especie de caja fuerte, esa prisión de hierro en la
que me encontraba. Me vi saliendo fuera, a un lugar
espacioso, lleno de luz y de paz.
y me sacó a lugar espacioso, me libró,
porque se agradó de mí.
2 Samue122:20
Los lugares del cielo son espaciosos, el espíritu se
levanta y vuela, nuestra visión se expande y se hace
clara, y la paz y el gozo están por todos lados.
Con todo eso, yo tenía que mantenerme firme en
conservar mi libertad. Recuerdo, al principio de mi
vida cristiana, cómo el diablo me sugería una y otra
vez que me lanzara a esos pozos de aflicción. Sus
palabras, deprimentes, recordándome todo el dolor